Muerte brusca en el deporte

Recuérdese que Philipiades, quien fue encargado de correr a Atenas para avisar el triunfo en Maraton, luego de gritar “ganamos”, cayó muerto.

Recientemente se ha analizado a jugadores del Reino Unido que firmaron su primer contrato profesional (30.000).

Con examen concienzudo solo a 2% se les encontró cardiopatía.

100% de los que en 10 años tuvieron muerte brusca tuvieron un chequeo normal. Ergo en el examen no está la solución, porque nuestro conocimiento actual no permite detectar la causa o porque la mayoría de la causas son adquiridas.

Si queremos salvar vidas de muerte brusca en el deporte, parecería que lo que hay que hacer es tener personal entrenado en reanimación, la mejor sobrevida de muerte brusca en el mundo es en los casinos de las vegas, porque el personal está atento para que no los roben, detectan enseguida alguien que cae y lo reaniman. El segundo en el Aeropuerto de Chicago.

Lo más importante: recomendar al deportista que si tiene una infección, si le dieron antibióticos u otras drogas, no juegue.

Algunas de estas drogas provocan muerte brusca en enfermos predispuestos genéticamente, no se detectan en exámenes cardiológicos comunes

Lo más importante: si disminuyó su capacidad funcional, se mareó durante el ejercicio o tuvo un fuerte pelotazo, codazo o golpe en el pecho, que se lo diga al médico de la institución.

Pedro Amonte