La actividad bursátil en Uruguay parece ir volviendo a niveles de mayor normalidad, si bien se trata de un mercado con un volumen de negocios relativamente chico que hace difícil realizar lecturas.
La actividad bursátil en Uruguay parece ir volviendo a niveles de mayor normalidad, si bien se trata de un mercado con un volumen de negocios relativamente chico que hace difícil realizar lecturas.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn julio se operaron instrumentos a través de la Bolsa de Montevideo (BVM) y la Electrónica (Bevsa) por US$ 940 millones, un monto casi idéntico al de junio (US$ 930 millones) y el más alto en lo que va del año. De todos modos, es menor respecto al volumen de las compraventas del séptimo mes de 2020 (US$ 1.003 millones); aquel julio fue más activo de lo normal, después de la inestabilidad en los meses anteriores en el contexto de la pandemia por el Covid-19.
La cantidad de transacciones es más variable. En el mes que acaba de terminar hubo 697, frente a las 737 de junio y las 575 de mayo. En julio del 2020 se habían superado las 1.000.
Las Letras de Regulación Monetaria (LRM) que emite el Banco Central (BCU) explican, en general, más de un tercio del total de las compraventas en el mercado local. Se trata de inversiones conservadoras, en moneda nacional y a corto plazo.
Que el BCU haya retomado la emisión de LRM a dos años fue una buena noticia para el mercado, porque da “un instrumento más para invertir”, pese a que el resto del mercado local se mantiene “tranquilo”, opinó un asesor bursátil. Hasta ahora, los inversores que eligen estos instrumentos se colocan a tasas que no cubren el aumento de la inflación y el mercado “está esperando” hasta cuándo continuará esta tendencia, añadió.
El próximo martes 17 el Ministerio de Economía y Finanzas emitirá una Nota en pesos, y el 23 otra en UI, con vencimiento al 2033. “Puede ser atractiva” para invertir, dijo a Búsqueda Francisco Echegoyen, del escritorio de bolsa Gastón Bengoechea, quien estimó que la tasa estará al 2%.
El inversor uruguayo es poco propenso a colocar en acciones de empresas locales, que hay pocas cotizando. En julio pasado hubo 23 transacciones por unos US$ 221.000. Y dentro de estos instrumentos, la amplia mayoría de las operaciones fueron acciones de la sociedad Areaflin, el parque eólico Valentines.
Un nuevo título de deuda saldrá al mercado próximamente. Antes de terminar julio el BCU autorizó el Fideicomiso Financiero Maldonado I, por un valor de hasta el equivalente en unidades indexadas a la inflación de US$ 55 millones.
En cambio, la sociedad Runtuna (La Tahona) sigue en trámite ante el regulador para aprobar su emisión de obligaciones negociables. Fuentes del mercado informaron a Búsqueda que serán a un plazo de nueve años y que cuentan con una calificación de riesgo “BBB+”; como garantía ofrecen un fideicomiso con créditos a cobrar relacionados a terrenos de La Tahona.
Runtuna ya tiene en circulación una serie de ON, emitidas en 2015. En julio efectivizó el pago de la primera cuota de amortización de capital, de ON emitidas en 2015. El monto, fue de US$ 4,6 millones, fue abonado a la BMV, la entidad registrante.
En los mercados persiste cierta incertidumbre por el avance de la variante delta de coronavirus, lo que ha provocado que algunos países tuvieran que retomar algunas restricciones a la movilidad. Una interrupción de la recuperación económica “es una de las amenazas. Esto al mercado lo está afectando bastante”, comentó Echegoyen.
Los inversores están atentos a futuros pasos de la Reserva Federal (Fed, por su sigla en inglés) de Estados Unidos y especulan que no aumentará su tasa de política monetaria este año. De todos modos, siguen “esperando más señales”.
La inflación en ese país se disparó en junio y llegó a 5,4%, la cifra mayor en los últimos 13 años. Es una duda si se trata de una situación “transitoria” o de un “brote inflacionario estructural”, dijo un corredor de bolsa. Agregó que “por ahora el mercado le cree a la Fed”, en referencia a que ese organismo estima que en los próximos meses la inflación convergerá a valores cercanos a 2%.
Echegoyen, por su parte, indicó que la tasa americana a 10 años se mantuvo en valores “mínimos” y llegó a estar en 1,17% en los últimos días. Esto implica una alta demanda de los Treasuries, lo que muestra un perfil “conservador” de los inversores.
A todo esto, los precios de los Bonos Globales uruguayos se mantuvieron “altos” a pesar de la baja de la tasa americana. Están “más caros” que el nivel prepandemia, apuntó uno de los asesores bursátiles consultados.
Los ínices de bonos de Búsqueda registraron mínimas valorizaciones durante julio. El de los Globales en dólares terminó el mes en 125,8, frente al 125,6 de fin de junio; los nominados en unidades indexadas a la inflación subieron de 116% a 116,2%.