• Cotizaciones
    domingo 09 de febrero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Originales

    Clásicos:Raymond Carver

    En 1987, los lectores de Anagrama quedaron asombrados con De qué hablamos cuando hablamos de amor, un libro que luego se hizo de culto y terminó por catapultar a su autor, el norteamericano Raymond Carver, como uno de los mejores cuentistas de su país. En su momento los relatos fueron saludados como un punzante ejemplo de minimalismo. Así de sintéticos y cortantes eran. Algunos, como Mecánica popular, de poco más de dos carillas.

    , regenerado3

    Lo que sucedió en realidad fue que los cuentos fueron podados salvajemente por el editor Gordon Lish, de Knopf, que en muchos casos los redujo a más del 50% de lo que originalmente había enviado el escritor. Carver aceptó la poda y le fue bien. Al final de su vida (murió en 1988 por complicaciones derivadas de su alcoholismo crónico) pudo gozar de una merecida fama y de un muy buen pasar, pero aquel estilo “tan punzante” hay que agradecérselo al señor Lish.

    Con el tiempo —y luego de un arduo trabajo de restauración de varios años— pudimos conocer los originales tal cual los concibió Carver, ahora editados en la colección Compactos de Anagrama. El libro se llama Principiantes y tiene 312 páginas, contra las escasas 157 a que arribó Lish luego de la poda. Son los mismos 17 cuentos que, por supuesto, no son los mismos. Por un lado está el estilo de Carver de siempre, ese realismo sucio tan directo y desencantado, con personajes en su mayoría perdedores que transitan por la vida cotidiana sin demasiadas esperanzas. Pero lo que realmente se disfruta es la mayor extensión que imprimió Carver a sus historias, una muy considerable cantidad de imágenes y de personajes que el fanatismo exacerbado de Lish cortó.

    Nadie niega la figura del editor, que muchas veces emprolija y hasta sugiere cambios beneficiosos. Pero este señor Lish editó los cuentos como él los hubiese escrito. Y uno quiere leer a Carver, considerado con toda justicia el Chéjov norteamericano.

    Vida Cultural
    2016-04-28T00:00:00