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La carta circula desde hace varios días entre los médicos. El cardiólogo Horacio Vázquez fue desvinculado de la jefatura Servicio de Cardiología de la mutualista Asociación Española y no se quiso ir en silencio. Vázquez denuncia en una misiva, a la que tuvo acceso Búsqueda, que su salida está atada a “intereses” de una “corporación de negocios” dirigida por los doctores Ricardo Lluberas y Daniel Mallo. Además sostiene que la unidad cardiológica del sanatorio ha sido “empujada a la desaparición” de la “peor manera”. El especialista señala en su carta que “en los últimos años” ocurrieron “cambios estructurales” en la asistencia cardiológica que derivaron en “importantes retrocesos” en el área. Vázquez los detalla. Dice que el servicio, que lo tuvo al frente durante nueve años, fue “vaciado” de los pacientes coronarios agudos candidatos a intervención, y que estos se transfirieron a un sector tercerizado al mando de la “corporación Mallo-Lluberas”. También menciona que la planta física de la unidad se “desafectó” y se fueron “degradando de manera sustancial las condiciones de trabajo, se generó una incertidumbre permanente sobre su futuro, y en estas condiciones de maltrato, numerosos médicos titulares optaron por la jubilación anticipada o buscaron otros horizontes laborales”.
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Vázquez responsabiliza directamente a Mallo y Lluberas, docente grado 5 de la cátedra de Cardiología de la Facultad de Medicina, de la situación que atraviesa la unidad y señala que ambos progresivamente han ocupado espacios dentro de la mutualista. “La hemodinamia y cardiología intervencionista, marcapasos, cirugía cardíaca con gestión de sala de operaciones e internación posoperatoria, tomografía computada multicorte, resonancia magnética cardíaca y la gestión de todo un sector del sanatorio. ¡Hasta el lavadero de la institución pasó por sus manos!”, se queja el médico. Agrega que también Mallo y Lluberas “han avanzado sobre la ecocardiografía, con un grupo dirigido por la Dra. Aramburu (cuyo principal mérito científico es ser la esposa del Dr. Mallo), a quien se le ha entregado la gestión de la suplencia de estas técnicas, desplazando a cardiólogos que tienen una larga trayectoria y trabando todo desarrollo futuro del servicio institucional”.
Fuentes de la Asociación Española dijeron a Búsqueda que al contrario de lo que plantea Vázquez, en la institución se creó un servicio integral cardiológico que nuclea policlínica, internación y diagnóstico.
Las cátedras únicas.
El ex presidente del Fondo Nacional de Recursos (FNR), Homero Bagnulo, fue uno de los médicos que accedieron a la carta de Vázquez. A Bagnulo no le llamó la atención el planteo que hizo el cardiólogo. “Es algo que se viene hablando desde hace tiempo, de las corporaciones médicas que se van haciendo cargo del poder en la toma de decisiones. Hay un funcionamiento corporativo de grupos médicos y se deja que estas cosas sucedan”, dijo en diálogo con Búsqueda. Para Bagnulo, la Facultad de Medicina tiene una “responsabilidad nada menor” en este entramado, pues permite que haya cátedras únicas “desde donde se controla la formación de profesionales”. “Y cuando hay un grupo aparte, desde la Facultad de Medicina lo bombean”, añadió. “En la Cátedra de Traumatología durante un tiempo —ahora no— no se hacían prótesis de rodilla o de cadera para que la gente no aprendiera y no hubiera competencia”, señaló a modo de ejemplo. “Este es un tema mucho mayor. Hay un tema de mercado. No son mercados abiertos los de la medicina. No hay libre competencia. No se puede elegir. Las políticas de libre mercado en la medicina no funcionan. Eso está demostrado desde hace tiempo”, dijo. El ex presidente del FNR destacó que la salud, al igual que la educación o la seguridad, es un “bien de interés público” y entonces el Estado tiene que regularlo. “El Ministerio de Salud tiene un deber clarísimo sobre la regulación. Estos son bienes públicos. Y sobre eso tiene que haber una presencia fuerte del Estado. A veces el Estado está en temas superfluos y no está en el control de la calidad de los servicios que la gente recibe”, enfatizó. Y añadió que uno de los grandes “problemas” de la reforma de la salud es que “no se ha regulado la calidad de las prestaciones ni hay un control de la calidad que se brinda”.
El IMAE “pletórico”.
Los médicos Mallo y Lluberas están a cargo de la hemodinamia y cardiología intervencionista de la mutualista Casa de Galicia y del Hospital Militar. Según dice Vázquez en su carta, también tienen “un convenio casi exclusivo” con el sanatorio Casmu. “La corporación se instala en todos los sectores cardiológicos (o no) que pueden producir dinero, lo cual no coincide con los intereses del usuario del sistema de salud ni con la calidad de las prestaciones”. Vázquez advierte sobre la situación de Casa de Galicia, como un ejemplo que “nos acecha”. “Un IMAE (Instituto de Medicina Altamente Especializada) pletórico y en expansión en una institución que se empobrece y está siempre al borde de la quiebra”.