La volatilidad de los precios de los granos y la falta de semillas de calidad generan incertidumbre entre los agricultores de cara a la próxima siembra de cultivos de verano, como la soja y el maíz, dijo a Campo el gerente comercial de Syngenta en Uruguay, José Inciarte.
Esa empresa, que es una de las principales compañías proveedoras de agroquímicos y semillas en el mundo, organizó el martes 2 el 6º Simposio de Maíz en Colonia del Sacramento. En la ocasión técnicos y agricultores mostraron interés por la tecnología disponible en el mercado para aplicar en los cultivos.
La demanda de productos agroquímicos disminuyó “un poco”, debido a la reducción del área que hubo en las siembras de soja y de trigo y específicamente en este cereal “la caída fue abrupta”, señaló.
—La palabra para definir hoy el negocio agrícola es incertidumbre. Tuvimos una zafra de precios (de los granos) alicaída, que fue la pasada, y este año hubo un repunte en los valores y luego, nuevamente una caída.
Incertidumbre es lo que reina y el productor puede que no sepa qué nivel de precios tendrá la próxima zafra.
Entonces, después de varios años con buenos precios, estamos nuevamente en una situación de valores bajos y un panorama incierto.
—¿En ese contexto qué podría pasar con los cultivos de verano en la próxima zafra?
—Hoy estamos viendo que en lo que es maíz esperamos una estabilidad en el área, en un poco más de 100.000 hectáreas para esta próxima zafra. Y en soja pasan dos cosas. El primer tema es que está la expectativa por parte del productor para sembrar, en lo que creemos que habría un mantenimiento del área respecto a lo que sucedió el año pasado. Y el otro es el problema de disponibilidad y de calidad de semillas de soja.
Por eso es que si bien el productor apuesta a mantener la superficie de siembra, habrá que ver qué pasa con la disponibilidad de semillas de calidad, porque la cosecha de semilleros no fue buena, por el exceso de humedad.
Esto puede afectar el área de siembra.
—¿Cuáles son las alternativas ante esa situación? ¿Importar de la región tal vez?
—Esa sería una alternativa pero hay que tener presente que tanto en Argentina, como en el sur de Brasil, hubo lluvias abundantes y las cosechas no fueron buenas. Justamente, eso fue lo que incidió en la suba de precios que tuvo la soja en mayo y junio, y ahora eso se está compensando por un aparente buen estado de los cultivos en Estados Unidos.
Pero a nivel general la cosecha de soja en la región fue mala y eso marca bajo nivel de producción de granos pero también de semillas.
Sin duda, este año la cantidad y la calidad de la semilla, desde el punto de vista de lo sanitario y de su germinación, serán clave.
Habrá que tener mucho cuidado con eso, en cómo tratar a la semilla y lograr buenos porcentajes de germinación.
—¿Cómo está la demanda de productos de la empresa por parte de los productores?
—La demanda de productos agroquímicos ha bajado un poco, de la mano de la reducción del área que hubo en los cultivos de soja y de trigo, y específicamente en este cereal la caída fue abrupta.
Mientras, los productos nuevos traen soluciones innovadoras y suelen ser bien apreciados por los productores.
El de Syngenta es el caso de los nuevos híbridos de maíz que está presentando este año y que están teniendo una buena demanda. Lo mismo ocurre con algún agroquímico, como el Acuron Uno, que es un herbicida empleado en el cultivo de maíz, o del Cerillo, que es un herbicida no selectivo que tiene buenos resultados en el control de malezas resistentes como Raigrás y Amaranthus por ejemplo.
—¿Qué características tienen estos nuevos híbridos en maíz? ¿En qué pueden beneficiar al agricultor?
—Se trata de tres materiales nuevos, especialmente uno de ellos, que es el maíz SYN 875 Viptera 3 que es de alto potencial, con grano colorado. Ese maíz sirve tanto para cultivos de primera como de segunda siembra, e incluye el evento Viptera, que le da protección total contra el ataque de lagartas.
Es uno de los maíces que más rindió en los ensayos privados de Syngenta como en los oficiales, que fueron realizados por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y el Instituto Nacional de Semillas.
Después hay dos ciclos intermedios a cortos que la empresa ofrece y que son el maíz SYN860 Viptera 3 y el SYN 840 Viptera 3, que son más ideales para siembras tardías. Esos productos ya estaban en el mercado pero sin el evento Viptera, por lo que a partir de ahora tienen esa protección contra insectos que en el caso de siembras tardías es más importante aún.
—¿Cuál es el panorama para el cultivo de maíz en los próximos años? ¿Puede darse un salto productivo, considerando el uso de riego, por ejemplo?
—Hay políticas que apuntan a que el maíz pueda levantar su área, como los planes de uso y manejo de suelos en cuanto a la rotación de cultivos.
Pero la realidad es que la superficie de siembra de maíz estuvo en los últimos años entre 100.000 y 120.000 hectáreas, llegó a picos de 150.000 hectáreas hace cuatro o cinco años. Lo que sí aumentó fue el rendimiento, debido a la tecnología que introduce el maíz, mediante la genética, la biotecnología, como los nuevos eventos transgénicos, entre otros factores.
Eso permitió obtener más kilos de granos por hectárea, en comparación a otros cultivos.
Apunte
De hecho, la evolución del área de siembra agrícola muestra un destacado incremento, si se compara con lo que ocurrió entre 2003 y 2004.
En el caso de la soja prácticamente el 100% es transgénica y en el caso del maíz la participación de los eventos genéticamente modificados también ganó participación en el agro local.
