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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSistema Nacional Integrado de Buracos (SNIB). Desde hace más de 10 años Astori dirige y manipula la economía del país. La deuda pública supera los 50.000 millones de dólares, según datos del Banco Central. Después de una década de excepcional bonanza donde los precios internacionales de las materias primas que el país exportó alcanzaron altas cotizaciones en dólares, el balance país demuestra que somos más pobres que antes. No sólo en lo económico sino también en lo social, donde se soportan claras violaciones de derechos humanos, como sucede con alimentación, salud, educación y vivienda.
No hubo obras de infraestructura social, ni distribución de riqueza, ni convivencia pacífica, ni pleno goce de derechos humanos esenciales, ni superávit alguno. La mala administración, el aumento de los gastos sin resultados, el despilfarro e inversiones no sociales que fueron a pérdida para el país, muestran la concentración de la propiedad y del poder y una enorme deuda pública, que infló a los gordos que están obesos, y hay una invasión de flacos con raquitismo en franco aumento. La balanza de la igualdad social quedó más desequilibrada con la reforma tributaria y de salud.
Dependemos de las exigencias del capital extranjero, que antes combatían y ahora abrazan y acompañan (es la “maldición de malinche”, segunda parte, que se soporta, pero no se escucha. Hoy escuchan a las murgas porque todo el año es carnaval y ANCAP dio U$S 42.000 a una murga compañera). Los pesos y contrapesos se invirtieron, la carga impositiva y de salud se la cargaron a los pobres flacos que trabajan y aportan, y a los viejos jubilados que perciben miserias, que muy pronto serán enfermos psiquiátricos por padecer tantas desigualdades, pero que gracias a este progresismo serán atendidos durante 3 horas por día de lunes a viernes por cuidadores especiales, que percibirán retribuciones que alcanzan a $ 100 la hora (sin viático o que viajarán a marcha camión en vehículos del BPS).
La bonanza y las exoneraciones fueron para los gordos que no adelgazaron y por eso están obesos. El capital y las rentas de las multinacionales están exonerados, pero se gravó el salario, al que llaman renta. Las restituciones del Fonasa son para los gordos y las pagan los flacos. Resulta paradójico que un asalariado pague rentas, que un jubilado pague IASS y que una multinacional éste exonerada.
Es el mundo del revés y lo llaman progresismo. Los gordos están obesos; son algunos uruguayos y muchos extranjeros que disfrutan de la riqueza que extraen del país. Se van con las ganancias que vuelan al exterior, rompen carreteras y no pagan impuestos. Residen en zonas francas, brindan escasa mano de obra y en verano van al Conrad y a Miami.
Los flacos están más flacos, casi raquíticos. El 100% de sus reducidos ingresos están gravados por el retrógrado IVA, que rebajaron transitoriamente con las tarjetas y lo vuelven a aumentar. De postre les dan IRPF, aumentando los aportes salariales al BPS y disminuyendo los aportes patronales. Los flacos viven en casas alquiladas y los raquíticos en los refugios del MIDES. Con salarios de hambre, la vivienda es una utopía y no es posible comprar un terreno y menos pagar los costos de una vivienda. Con estos ingresos apenas se puede comprar un wáter o un bidet.
Los trabajadores que hace 30 años osaron comprar una vivienda, se endeudaron en UR, pagaron tres veces su valor en dólares y hoy quedaron colgados de una deuda igual al precio de mercado de lo que vale la vivienda y no la podrán pagar nunca. Son 20.000 familias y algunas los votaron. El progresismo no pasó por el Banco Hipotecario y no cruzó al BPS donde el 86% de los jubilados perciben limosnas, pero les dan tablets.
El ex ministro Lorenzo declaró que las exoneraciones a las multinacionales llegan a U$S 1.764.000 anuales, con lo que se podrían haber construido 35.000 mil viviendas. La nutricionista Isabel Aldabe declaró que el 50% de los niños menores de 2 años tienen anemia, en un país que exporta alimentos. Y el 11% de los niños sufren desnutrición.
El presidente de los uruguayos es médico, pero tiene a un país enfermo de desigualdades y con un sistema de salud totalmente colapsado y clasista. La asistencia médica no es un derecho, sino un privilegio que depende de la condición económica del usuario y todos lo percibimos. Los carenciados reciben la atención en cuenta gotas (en ASSE y mutualistas) y con largas esperas. Las autoridades de gobierno se atienden en seguros privados, con alta tecnología y además reciben restituciones que sacan del bolsillo de los flacos que pagan un 50% más de lo que deberían abonar. Los funcionarios de Adeom están fuera del Fonasa, pagan casi un 50% menos porque tienen convenio con el Casmu. El resto que no tiene convenio o se atiende en otras mutualistas, paga un 50% más, lo que demuestra que más que de salud es un sistema financiero a través del cual se manejan muy mal los recursos económicos, donde no existen elementales controles y es el agujero negro de la economía.
Una mafia roba más de lo que se consume. Los problemas los achacan a la droga pero piensan liberar el libre tráfico de la marihuana, que es irracional y es la bola de humo para seguir con más desigualdades y contradicciones.
El verso de que paga más el que tiene más es un insulto a la inteligencia y por eso la educación está tan carenciada y las elecciones se siguen ganando con votos pero no por resultados sociales.
Dicen que representan a los asalariados y jubilados y dan estas penosas pautas salariales. Tratan en el Parlamento el Sistema Nacional de Cuidados, que es una de las prioridades de Vázquez. Será más carenciado que el Fonasa y a través del cual seguirán manipulando los dineros de todos los uruguayos.
La oposición lo acompaña porque coincide con los objetivos, pero sin analizar los medios que lo viabilicen en los hechos. La oposición no tuvo la talla para oponerse y siguen viviendo como Alicia en el País de las Maravillas. Sus ingresos están distanciados del llano, no los alcanzan las desigualdades, pero oficialistas y opositores disfrutan de prebendas (diarios, celulares, locomoción, viáticos y viajes al exterior).
El nuevo sistema tiene por finalidad dar cobertura a 237.200 personas en situación de vulnerabilidad, que servirá para que el dinero de los uruguayos sea mal administrado por el gobierno y no se vean los resultados del mismo. El sistema no tiene viabilidad porque la atención será brindada por cuidadores especiales o familiares que serán capacitados y/o adiestrados por los inspectores del gobierno y percibirán una retribución especial de cien pesos la hora. Sí, leyó bien: $ 100 por hora 3 horas por día de lunes a viernes (tienen que descontar el viático y el aporte Fonasa).
Lo que las autoridades no dijeron es que las personas con recursos se deben inscribir en el BPS y pagar los aportes. No queda claro cómo se conforma el concepto de ¿qué es tener recursos? Si el discapacitado tiene ropa y desayuno esa mañana, ¿tiene o no recursos? Supongo que no pedirán que el discapacitado se presente desnudo y en ayunas para exonerarlo de pagar BPS. Quizás no haya contralores si el desvalido de 70 años viene acompañado de sus padres.
Este sistema especial de cuidados (SNC), como el Fonasa, integra el Sistema Nacional de Buracos donde los objetivos se enuncian y no se aplican y los logros no se alcanzan pero se distribuyen las carencias. Es más de lo mismo. Habrá confrontaciones palaciegas entre oficialismo y oposición, pero las carencias y penurias no se discuten; se soportan desde el llano.
Carlos Melgar Giordano
CI 1.207.598-2