La ola del Covid-19 no pudo arrastrar a los bancos uruguayos. Los encontró sólidos y fuertes, preparados incluso para ayudar a salir a flote a los sectores que quedaron sumergidos. Es que esta vez la crisis no surgió de un problema económico, sino sanitario. En ese contexto, el Banco Santander logró aumentar los depósitos en los últimos meses y también los clientes de préstamos, destacó su gerente general, Gustavo Trelles.
A fin de agosto Santander tenía unos US$ 5.140 millones en depósitos y más de US$ 2.840 en préstamos, según los datos informados por el Banco Central (BCU). Hasta esa fecha tuvo ganancias por US$ 71 millones.
Confía en que cerrarán un año “aceptable” para el negocio bancario. Según el ejecutivo del mayor banco privado, el 2021 se perfila algo más desafiante por cuestiones locales y externas, y espera poder compensar esto “con una mayor actividad del país”. Serían “dos años aceptables, ni mega años ni tampoco muy malos”.
—El sistema uruguayo está en una situación de mucha solvencia y liquidez. Ha acompañado la evolución del Covid-19, de la actividad, y ha sido un jugador relevante para apoyar la salida y la reactivación económica del país.
Estamos hablando de crisis, pero, de cara al banco, aumentamos la liquidez. Si será particular esta crisis que en los últimos cuatro meses los depósitos aumentaron; estamos manejando US$ 5.000 millones.
Por supuesto, los bancos no somos ajenos a la realidad de la economía y hay una actividad que se ha detenido en muchos sectores. Por tanto, en lo que son negocios, comercio exterior, avidez por crédito, definitivamente no es lo mismo que antes de la llegada del coronavirus.
—¿Cuántas reestructuraciones de créditos hubo desde la llegada del coronavirus?
—Llegamos a que el 11% de nuestra cartera haya recibido algún tipo de alivio. Al 31 de agosto estamos hablando de en torno a 50.000 clientes; eso comprende no solo el diferimiento de cuotas, sino las reestructuraciones, reprogramaciones, otorgamiento de gracias, etc., dentro de lo que es la normativa del Banco Central. Estamos muy contentos con el trabajo que se hizo.
—¿Perdieron clientes?
—No, crecimos en 25.000 clientes en lo que va del año, es un 6% de aumento en la cartera activa. Es también un dato positivo.
—El viernes pasado el BCU publicó una nueva resolución que permite no categorizar como problemáticos los créditos que sean reestructurados hasta fin de año, en el marco de la emergencia sanitaria. ¿Qué le parece esta medida?
—Es adecuada y además coherente con el marco de excepción que ha generado una pandemia sin precedentes. Evidencia una continuidad en las herramientas normativas que el BCU puso a disposición del sistema financiero en marzo pasado; esa comunicación facilitaba y permitía brindar soluciones crediticias de alivio a clientes de todos los actores del sistema afectados por la pandemia hasta el 31 de agosto.
—¿Qué evolución tuvieron las transacciones digitales en Santander?
—Crecimos un 36% frente a 2019. Son las cosas que creo que también van a quedar: mucha gente que se habituó se dio cuenta de que no es necesario ir físicamente a hacer trámites. Esto nos impulsó a uno de los focos que tenemos, que es mejorar nuestros canales digitales. El banco ya estaba en esto antes del Covid, pero definitivamente aceleró la necesidad de seguir invirtiendo, y es uno de los grandes focos y también de los grandes debes que tenemos de cara a nuestros clientes. Pero estamos invirtiendo muchísimo para poder estar alineados a la nueva realidad; poder ser de los bancos más innovadores y más digitales, con mejores servicios. Hoy no lo estamos siendo, pero sí estamos muy enfocados y preocupados por mejorar.
—¿Qué proyecciones hacen para el negocio bancario en lo que resta del año y para 2021?
—Este año tiene algunas particularidades. La pandemia llegó a Uruguay el 13 de marzo, por lo tanto, podemos decir que casi tres meses fueron con una actividad económica normal. Los otros nueve meses son los que se están viendo, de alguna forma, afectados.
En Santander vamos a tener un buen año, un año aceptable; la pandemia nos afectó como va a afectar muchos otros negocios, pero no hay nada para destacar. En 2021 sí hay muchos más desafíos, por temas estructurales de tasas internacionales, locales, etc., que esperaremos compensar con una mayor actividad del país, y en definitiva ese va a ser el desafío. Estamos proyectando dos años aceptables, ni mega años ni tampoco muy malos. Habrá que ver que la economía realmente se reactive y cuándo terminaremos con esto del Covid, si en el primer trimestre, si el segundo.
Somos un país netamente agroexportador. Por lo tanto, necesitamos que el mundo también se reactive.
—¿Una mayor presencia digital implica una menor presencia física, es decir, menos sucursales, o no necesariamente?
—No necesariamente. Lo que estamos haciendo, igual que cualquier empresa, es buscar eficiencias. Estamos abriendo antes de fin de año una sucursal nueva en un proyecto Car One, que está en la ruta Interbalnearia y camino de los Horneros. Y estamos mirando qué sucursal abrimos, cuál ampliamos, estamos haciendo reformas y mudanzas de sucursales como Pando, Las Piedras, que estamos ampliándolas. Este es un juego en el que tenemos que buscar eficiencia, aprovechar los cambios para ser más digitales, más innovadores, y en ese sentido la crisis obliga a ser más innovador. Presentamos en estos días Santander Lockers —que ya lo veníamos trabajando hacía unos meses—, que a mí me parece una idea excepcional, para que la gente tenga otra alternativa sin tener que ir al banco, sin tener que ir a hacer cola, sin tener que salir de un trabajo. Teniendo una ampliación de horario impresionante, pero también locativa. Ir a un supermercado y ya sacar tu tarjeta, tu chequera.
Nos obligamos a ser muy innovadores ya que en la tecnología tenemos mucho para avanzar y estamos trabajando, pero no son temas tan inmediatos. Así que mientras tanto el equipo puso mucho foco en ese tipo de innovaciones, como los lockers y la sucursal móvil, que me parece que son, incuestionablemente, modelos únicos que en Uruguay ningún banco los tuvo ni los tiene hoy día, y en donde Santander está marcando el camino. Indiscutiblemente.
Por otro lado, trajimos de Brasil la sucursal móvil más grande que hay en América Latina: son más de 80 metros cuadrados de atención; Las Piedras, por ejemplo, tiene 78 metros cuadrados de atención, y es una sucursal de las llamadas tradicionales. Intentamos que fuera la mejor, la más grande, también para demostrar que nuestro compromiso era cierto, con el tema de la inclusión y con esta apuesta de una sucursal móvil.
- Recuadro de la entrevista
Proyecciones del gobierno son “ambiciosas” pero “alcanzables”