• Cotizaciones
    jueves 13 de febrero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Si el Frente Amplio no respalda acuerdo comercial con Chile, “hay una erosión importante” para el gobierno, afirma Michelini

    El senador Rafael Michelini cree que el sábado 5 el Plenario Nacional del Frente Amplio resuelve mucho más que su apoyo a un tratado de libre comercio (TLC) con Chile. El documento de inserción internacional que discutirá la fuerza de gobierno y cómo se dé ese intercambio interno será un anticipo de lo que sucederá en el Congreso el próximo 1º de diciembre, en el que se definirá el programa de cara a las próximas elecciones de 2019.

    , regenerado3

    Por eso, al líder del sector Nuevo Espacio le preocupa que “haya un consenso” en la resolución. “El escenario donde unos ganan y otros pierden” es el “más negativo” para el futuro del Frente Amplio.

    Al igual que todo el Frente Líber Seregni (FLS) defiende con ahínco que se firme un tratado preferencial, como le llama al acuerdo comercial con Chile, porque quiere que el gobierno abra mercados y evite que países competidores como Nueva Zelanda o Australia tengan mejor precio que los productos uruguayos.

    La posición del FLS está enfrentada a la de sectores como el Partido Comunista, Casa Grande, la Lista 711 y el Partido por la Victoria del Pueblo, los que se oponen al TLC, entre otras razones porque supondría una pérdida de soberanía del país. El Poder Ejecutivo firmó el acuerdo en octubre del 2016 y todavía no logró que el Parlamento, con mayoría oficialista, lo ratifique. Para Michelini, el “único argumento” que tienen los detractores del acuerdo es si “se están generando antecedentes hacia el futuro”.

    El actual vicepresidente de la Internacional Socialista sostiene que no es así, ya que los mayores acuerdos comerciales que puede realizar Uruguay serán aprobados dentro del Mercosur.

    ¿Y si el Frente Amplio se opone? “Obviamente, hay una erosión importante para el gobierno que no puedo cuantificar”.

    —¿Por qué apoyar un TLC con Chile?

    —Hay un tema de inserción internacional y hay un tema de cómo el Frente Amplio gobierna los hechos de aquí a la próxima elección. En inserción internacional, el Frente Amplio ha generado un nivel de amplitud comercial como nunca tuvo el país, estamos entrando a casi todos los mercados del mundo. El problema es que cuando entramos nos cobran un peaje que son los aranceles, que a otros países, que tienen o producen nuestros mismos productos, no se les cobra. Entonces, lamentablemente se llaman Tratados de Libre Comercio (TLC). Lo que yo digo es que nosotros deberíamos tener acuerdos preferenciales, como tienen ya otros competidores nuestros —como Australia y Nueva Zelanda—, que a veces con productos de menor calidad que los nuestros entran con mejor precio.

    —¿Que el nombre sea TLC es un problema?

    —Sí, porque indica una idea de libre comercio cuando en el mundo, si hay algo que tiene poco el comercio, es libertad. Lamentablemente. Está reglado por todos lados. En algunas cosas bien, como son los elementos de calidad y salubridad; en otras, no tanto. Hay que resolver el documento de inserción internacional con amplitud de cabeza porque va en la dirección que hasta ahora el Frente Amplio tuvo el primer día que Tabaré (Vázquez) asumió en 2005 y que es: comerciemos con todos.

    El segundo tema es cómo el Frente Amplio resuelve esto. O los hechos nos dominan a nosotros, y por lo tanto iremos atrás de los hechos, o nosotros nos adelantamos a los hechos y empezamos a dominar la agenda, el escenario político y nuestro perfilamiento en toda la cancha política del país.

    —¿Por qué?

    —Porque es bien distinto llegar a un programa el 1º de diciembre de este año con fuerzas que han generado, en diferentes instancias, mayores confianzas y complicidad para resolver los problemas. Y, por lo tanto, los temas no terminan siendo complejos por su periplo en la fuerza política, más allá de que lo sean por el fondo.

    —¿El Frente Amplio soporta un nuevo enfrentamiento interno?

    —Espero que no haya choque de trenes. Espero que haya mucha sabiduría de parte de los frentistas para evitar que ocurra un hecho en el cual unos les imponen su manera de pensar a los otros. No es bueno eso. Así sea mi posición. Si este sábado triunfa mi posición y quedan compañeros lastimados, que tienen una posición distinta a la mía, lo que va a ocurrir es que en el futuro, a la brevedad, porque la alegría va por barrios, que en la próxima el perdedor seremos nosotros y lo que estamos construyendo es un Frente que no hace síntesis política.

    —¿Hay margen para lograr esa síntesis?

    —Margen hay. Si somos inteligentes para diseñarlo o no eso es otra cosa.

    —¿Cómo se logra ese margen? Porque si uno ve la posición contraria al TLC, habla de pérdida de soberanía del país y argumentos que no parecen ser fácil de acercar.

    —El único argumento, en mi opinión, pesado que hay con respecto al tratado con Chile, que ya más del 90% de los bienes están liberalizados por todos estos años de trabajo, es si estamos generando antecedentes hacia el futuro. O sea, que alguien que venga a hacer tratados con el Uruguay nos diga menos que Chile, nada. Y como yo creo que Uruguay, salvo en la región como el caso de Chile, los tratados los va a manejar vía el Mercosur y Brasil y Argentina van a ser cuidadosos, no porque sus presidentes quieran ser cuidadosos, sino porque los intereses nacionales de las industrias son más cerrados, no deberíamos tener tantos problemas. Es más, deberíamos tener problemas de que a Uruguay no le dejen hacer cosas como este tratado con Chile.

    —¿Cómo queda parado el gobierno si el Frente Amplio decide no apoyarlo?

    —Si nosotros no encontramos un documento de inserción internacional que permita al gobierno y a la fuerza política votar este tratado, porque lo que se va a votar es un documento de inserción internacional, que habilita o no habilita que se plasme el tratado con Chile, obviamente hay una erosión importante para el gobierno que no puedo cuantificar.

    —¿Cómo evalúa la política de inserción internacional del gobierno?

    –Nadie abrió más oportunidades en el mundo ni llevó nuestros productos más lejos que el Frente Amplio. Los productos uruguayos hoy tienen más mercados que nunca. Pagan un peaje o un arancel que mientras todos los pagábamos no había problema; ahora, hay competidores directos como Australia o Nueva Zelanda que entran de forma preferencial.

    —¿Y por qué hay compañeros dentro del Frente Amplio que no lo entienden así?

    —En Uruguay tanto trabajadores como empresarios son muy cuidadosos, porque muchas veces no hay espalda frente a coyunturas o competidores nuevos para salvar esos núcleos de actividad. Entonces, frente a la incertidumbre prefieren no habilitar. No es que acá sobre los tratados de libre comercio están los trabajadores de un lado y los empresarios del otro. No es así. Ambos tienen temores legítimos, pero la sociedad uruguaya está bastante abierta a la importación de productos que difícilmente no tengan los anticuerpos correspondientes. O sea, un industrial uruguayo va a defender los trabajos frente a caídas de aranceles, porque ya está compitiendo con empresas que entran sus productos sin aranceles, por ejemplo las del Mercosur, y en el caso brasileño entran con tecnologías muy potentes.

    —¿Qué pasó para que el Frente Amplio se enredara tanto en este tema?

    —De alguna forma, algunos compañeros impusieron en la interna que había que discutirlo en el Plenario cuando podíamos tomarnos tiempo de reflexión para discutirlo en otros ámbitos. Además, yo pensé que el documento iba a venir con cuatro o cinco puntos gruesos y vino con un nivel de detalle muy importante que aleja al conjunto de los frenteamplistas para que solo lo haga un grupo de entendidos. Si no sabes del tema, el documento te asusta o te perdés.

    —¿No estaba preparada la interna para tratar un documento de este tipo?

    —Propuse que se hiciera una comisión partiendo de la base de que iban a traer cuatro o cinco conceptos políticos, porque el Frente discute política. La inserción internacional desde el punto de vista político y no el detalle técnico, que es importante, pero elitista la discusión.

    —¿Qué sucederá en el Plenario?

    —Espero que aunque haya que modificar algunos de los textos, haya un consenso, porque el escenario político de un Frente donde unos ganan y otros pierden es el escenario más negativo para nosotros.