En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
“No sé lo que me pasa”, dice Linyera despatarrado y con la espalda apoyada contra un árbol. “Lo entiendo perfectamente, a mí me pasa algo parecido”, piensa Diógenes, el perro filósofo que siempre lo acompaña. La tira se titula Diógenes y el Linyera y su creador es Tabaré, el genial dibujante, ilustrador e historietista uruguayo que murió el martes 4 en Buenos Aires a los 74 años. Su nombre completo era Tabaré Gómez Laborde y sus orígenes fueron uruguayos porque había nacido en La Paz, Canelones, en 1948.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Dibujó desde pequeño, pero su primer trabajo remunerado fue en la adolescencia como mozo de pizzerías. Después ingresó a agencias de publicidad hasta que empezó a publicar caricaturas de fútbol en Hechos de Montevideo y en revistas de humor. Había nacido Tabaré.
Su lanzamiento como historietista llegó a fines de los años 60, cuando comenzó a publicar en medios argentinos. En 1974 se afincó en Buenos Aires, donde había grandes humoristas gráficos como Caloi, Quino, Fontanarrosa, Sábat o Nine, una lista que se engrosó con el nombre de Tabaré. En la capital porteña, publicó en el diario Noticias y luego en la revista Satiricón.
Diógenes y el Linyera surgió en 1977 en la contratapa de Clarín, diario al que llegó recomendado por Hermenegildo Sábat. La historieta fue una creación conjunta con guion de Jorge Guinzburg, Carlos Abrevaya, Héctor García Blanco y Tabaré que salió a diario durante 45 años. El perro callejero tiene nombre de filósofo (Diógenes de Sinope), es un gran observador de su compañero y remata las reflexiones del Linyera con giros graciosos que piensa, pero no verbaliza. En eso se diferencia con Mendieta, el otro gran perro de historieta creado por Fontanarrosa. El escenario para estos personajes es una plaza tranquila y el Linyera luce siempre igual, con su vestimenta rotosa. Él se hace preguntas de panza al aire sobre la realidad social y política o simplemente sobre la vida. Tiene una ironía existencialista algo ingenua y tierna, pero a veces su sátira es cruda. Y no espera respuestas, aunque sabe que Diógenes siempre responde en silencio.
“Cientos, miles, millones de microbios, virus, linfocitos, leucocitos, bacterias, microorganismos, hongos, protozoos… que corren, saltan, gritan, vomitan, pican, se patean, se trompean, se revuelcan dentro de un caótico mundo que se llama cuerpo humano”, dice la descripción de Vida interior, otra de sus recordadas tiras, que aparecen en la página web tabareonline.com.ar, donde también están publicados algunos cuadritos de otras de sus historietas o personajes como Bicherío, Humi, el Cacique Paja Brava, Eustaquio, Villadiego o Historias de no contar.
Publicó en Humor, Súper Humor, Sex Humor, Eroticón, en la revista francesa Lui y en la española El jueves. Ilustró libros y revistas para niños y fue realizador de decenas de cortometrajes animados. No le gustaba ser entrevistado porque consideraba que todo lo decía mejor a través de sus obras. Hay que ir hacia ellas, es la mejor manera de recordarlo.