Tercer año de gobierno se inicia con casi todos los motores de la economía activados, mejora fiscal e inflación desalineada

Durante el 2021, con el problema sanitario más controlado gracias a las vacunas, tanto la economía mundial como la uruguaya tendieron a reabrirse.

Al rebote ayudaron los buenos precios internacionales —en particular de la soja, el trigo y la carne—: tras el desplome de 12,5% en 2020, las exportaciones de mercaderías saltaron un 43% en 2021. El crecimiento siguió al inicio del 2022, con subas respecto a un año atrás de 31% en enero y 51,4% en febrero, según datos de solicitudes de envíos —incluyendo los de zonas francas— divulgados ayer miércoles 2 por el Instituto Uruguay XXI.

El desempleo, que había alcanzado un pico de 11,2% en octubre del 2020, tras la reactivación económica cayó a 7,0% en diciembre pasado. Hoy, jueves 3, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará datos de enero, que reflejarán un inicio de verano flojo —aunque mejor que el anterior— para el turismo; es uno de los pocos “motores” que sigue a media máquina.

El ajuste del mercado laboral por el lado de los precios tras la crisis por el Covid todavía no se detuvo. Según el INE, los salarios perdieron poder de compra tanto en 2020 (–1,5%) como en 2021 (–1,6%), ya que los aumentos nominales se los consumió una inflación estabilizada desde hace meses en torno al 8% anual.

Además de traer inestabilidad financiera y comercial a escala mundial, la invasión rusa a Ucrania de estos días encareció todavía más el petróleo, lo que presiona sobre los números de Ancap y en la inflación. En ese marco, el Poder Ejecutivo aprobó un incremento de 2% en las tarifas de los combustibles desde el martes 1º.