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Los programas de gobierno de los principales partidos para las elecciones de octubre tienen en su agenda atender la situación de la infancia. Incluso hay puntos de contacto en cuanto a realizar cambios para mejorar la ejecución del gasto en esta área. Sin embargo, un proyecto de ley que busca ordenar la forma en que se ejecuta el gasto y le da más poder al Ministerio de Economía (MEF) y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) en el control de los recursos destinado a los niños, generó debates en la interna del oficialismo y la resistencia del Partido Nacional.
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Si bien la bancada del Frente Amplio resolvió acompañar la propuesta, algunos sectores del oficialismo todavía insisten en cambiarlo durante lo que resta del trámite parlamentario.
En setiembre del año pasado, la diputada Cristina Lustemberg presentó un proyecto de ley con el respaldo de sus compañeros del Frente Amplio. El proyecto busca dar “garantías para el desarrollo, atención, educación y protección integral de la primera infancia” (niños entre cero y seis años) en una primera etapa. Para lograrlo, Lustemberg considera necesario ordenar el gasto en este sector de la sociedad y plantea tiempos perentorios para resolver situaciones de emergencia. Por eso, propuso dar un papel más importante al MEF y la OPP.
En el articulado se plantea crear una unidad dentro del ministerio que se encargue de la coordinación, evaluación y monitoreo de las políticas destinadas a la infancia y coordine con distintos sectores.
Este es uno de los puntos clave que generó diferencias en la interna del oficialismo. A comienzos de mayo de este año, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) plantearon en la comisión de Diputados reparos a la idea de darle el control a Economía.
El proyecto fue debatido en la interna de la bancada y hay sectores que no están convencidos con la idea y por eso plantearon que el rol principal lo tengan el INAU y el Mides. Esa es la opinión del Partido Socialista. Además, diputados del Movimiento de Participación Popular tienen dudas respecto a realizar estos cambios institucionales.
Las posibles modificaciones a la iniciativa generaron preocupación en integrantes de la sociedad civil. El Abrojo, El Paso y Defensa de los Niños Internacional son tres organizaciones que se están moviendo para buscar que el texto no sea cambiado.
“Apoyamos la versión original”, dijo a Búsqueda Paula Baleato, de El Abrojo. Informó que al enterarse de que no había dentro del Frente Amplio una posición única, resolvieron pedir reuniones a la vicepresidenta Lucía Topolansky, a la bancada de Diputados del oficialismo y al presidente del Frente Amplio, Javier Miranda.
Baleato dijo que no ven que el INAU tenga la capacidad de gestionar y tener el rol de rectoría a la vez. Afirmó que la sociedad civil fue escuchada en este proyecto y que el texto plantea “pensar el presupuesto en torno a las necesidades de niños y adolescentes, y abre una puerta para un diseño institucional”.
“Una ley no cambia las cosas, pero esto es lo único nuevo que hay en términos de institucionalidad para la infancia”, afirmó.
Autocrítica
Mientras se busca un acuerdo interno que no genere cambios de fondo, Lustemberg destacó como un avance que la semana pasada en comisión los representantes del Partido Colorado y el Partido Independiente acompañaran al Frente Amplio en la votación en general del proyecto.
La sorpresa la dio el Partido Nacional. En comisión, Pablo Abdala dijo que se veía en la “necesidad” de transmitir la decisión de su partido de no acompañar el proyecto. Explicó que la negativa no era ni por razones de fondo ni por la pertinencia de la idea. Las “dudas”, dijo, pasan por el hecho de que el proyecto se está votando en las “postrimerías de un período de gobierno” y “muy cerca de la asunción de un nuevo gobierno y, por lo tanto, de la elaboración de un nuevo presupuesto”.
El fin de semana, durante un acto público en el marco de la gira que la fórmula presidencial blanca realizó por el interior del país, la candidata a vicepresidenta, Beatriz Argimón, pidió que el Partido Nacional reviera su decisión. Luis Lacalle Pou aceptó el planteo. Luego, Argimón conversó con Lustemberg para buscar una salida. El lunes, Abdala anunció que estaban dispuestos a rever la posición siempre y cuando no se viole la Constitución en caso de realizar alguna asignación presupuestal, cosa que no se puede hacer durante el año electoral. El articulado del proyecto comenzará a ser votado el jueves 5, 10 días antes de que comience el receso parlamentario por las elecciones nacionales, lo que hace difícil su aprobación final.
Abdala dijo que van con la idea de plasmar en el proyecto algo “más programático” en el capítulo referido a quién coordinará las acciones para atender a la infancia. Además, en filas del Partido de Nacional no están convencidos de que sea el MEF quien tenga el rol principal.
Lustemberg dijo que el proyecto no modifica las competencias de las instituciones, no crea nueva institucionalidad y no genera cambios de presupuesto. “Se trata de dar un nuevo diseño. La política pública avanzó, pero fragmentada; hay que identificar debilidades y corregir”, afirmó. Sostuvo que este proyecto prepara el camino para la próxima ley presupuestal. Se buscará tener un “presupuesto orientado por problemas, por trayectoria de vida, como lo organizan los países más desarrollados”.
Alejandro Zavala, del sector Ir, respaldó en comisión el proyecto y dijo que la iniciativa puede verse “como una suerte de autocrítica del gobierno actual, que propone modificar una política para dejarla pronta para el gobierno que venga después, sea o no de su mismo signo”.
Por eso, le sorprendió el planteo inicial del Partido Nacional, ya que la bancada oficialista, “corriendo el riesgo de exponer sus debilidades, planteando que hay cosas para mejorar en plena campaña electoral”, buscó encontrar apoyo en la oposición para “construir una solución a problemas” que comparten todos los partidos.
Oscar de los Santos, del Frente Liber Seregni, dijo que el proyecto es “muy bueno” porque va a permitir “ensayar formas de resolver problemas nuevos que se generaron a partir de la solución de problemas más grandes”.