Una amplia mayoría de los uruguayos afirma que votaría a una mujer, a un negro o a un homosexual para presidente; hay “cambio cultural”

Esta última pregunta realizó la empresa Cifra en una encuesta especial para Búsqueda y, en cada caso, una amplia mayoría de los uruguayos afirmó que no tiene ninguna objeción en votarlos para la Presidencia.

Según la encuestadora, estos datos muestran que “en principio” los uruguayos no son prejuiciosos. “En principio” porque “probablemente si se presentaran candidatos con cualquiera de esas características, las conductas efectivas serían menos entusiastas”.

“Los estudios cualitativos realizados en los últimos años en Cifra sugieren que los uruguayos son sensibles a la cultura más abierta en el mundo y en la región. En particular, ven con desagrado lo más visible: la escasez en Uruguay de mujeres en política comparado con lo que sucede en otros países de la región, donde hubo y hay presidentas, e incluso habrá un balotaje entre dos candidatas, caso Chile. Aquí ‘debería haber’ más mujeres y más minorías con representación, pero la mayoría de los votantes piensa que eso no sucederá en el futuro cercano porque hay muchas trancas (culturales, de la clase política, incluso legales). Mejor, concluyen, es votar a un candidato con posibilidades de ganar, lo cual significa un hombre, blanco, heterosexual”, se argumenta en el informe.

Lo que marca más diferencias en los juicios de los encuestados son el lugar de residencia (los montevideanos tienden a declararse más abiertos respecto a los negros y los homosexuales que las personas del interior) y el nivel educativo (a mayor educación, más predisposición a votar candidatos de minorías). En el rechazo a un candidato homosexual también pesa la edad y la ideología. Por eso, se observa bastante más resistencia a votar a un candidato homosexual entre las personas que se identifican con la derecha (26% no lo votaría) que entre las que se identifican con la izquierda (7%). La resistencia también aumenta en forma directamente proporcional a la edad. Entre los más jóvenes sólo el 9% no votaría a un candidato homosexual, mientras que entre los mayores de 60 años no lo haría el 23%.

“Cambio cultural”.

Consultado por Búsqueda sobre el resultado de esta encuesta, Andrés Scagliola, director de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), dijo que se está ante un “cambio cultural” en la sociedad uruguaya.

“Probablemente, como dice la encuesta, cuando se concreten estas posibilidades las respuestas no sean tan entusiastas, porque de alguna manera hay una tendencia del uruguayo a responder lo esperado, o decir lo políticamente correcto. Y es políticamente correcto tener una mirada amplia sobre género, sobre lo racial y sobre el mundo de la diversidad”, señaló el jerarca que además es politólogo y hace dos años difundió mediante una entrevista con el semanario “Brecha” que es “gay”.

“De todas maneras, me parece que hay un cambio en marcha y tiene características bastante estructurales. Cuando se dice las generaciones más jóvenes, el mayor nivel educativo son las que respaldan este tipo de apuestas a abrirse, me parece muy auspicioso”, agregó.

Scagliola sostuvo que son los más jóvenes quienes se están “socializando con valores muchos más cosmopolitas”.

Para el jerarca, hay a la vez “cierta disonancia entre las elites políticas y lo que expresa la gente en la encuesta”.

“Esta encuesta nos está diciendo que la población está abierta a unas opciones que las elites políticas no se están abriendo: no se multiplican las candidatas mujeres, son excepcionales los candidatos afrodescendientes y no ha habido otros políticos que digan su orientación sexual”.

Al respecto, dijo que él, y los dirigentes Valeria Rubino y Federico Graña son los “únicos actores que han asumido abiertamente su orientación sexual”.

“Ahí puede haber una brecha entre unos valores más conservadores de las elites y unos valores más abiertos de una sociedad que está procesando un cambio cultural”, opinó.

Este cambio, afirmó Scagliola, se puede explicar por algunas razones. Por ejemplo, una “agenda de derechos” que impulsó el Frente Amplio desde que accedió al gobierno que marcó la “agenda política”. “Estuvo en la discusión de despenalización del aborto, en la matrimonio igualitario o cuando se habló de acciones afirmativas para la población afro. Todo esto generó una agenda que invita a que la gente reflexione y tome posición de estas cosas”, opinó.

A la vez, agregó, hay un “giro de época a nivel global”. Si bien hay “retrocesos” en estos temas en países como Rusia o Croacia, Scagliola dijo que la mayoría del mundo camina para el lado que está siguiendo Uruguay. “Se trata como a principios del siglo XX, estar a la cabeza de las mejores prácticas. Ahora hay una apertura a los valores que en el mundo están liderando”.