La capacidad de competencia de la economía uruguaya frente a sus principales socios comerciales mejoró sustancialmente en junio, respecto al mes anterior.
La capacidad de competencia de la economía uruguaya frente a sus principales socios comerciales mejoró sustancialmente en junio, respecto al mes anterior.
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl índice de Tipo de Cambio Real (ITCR) subió 5%, calculó Búsqueda empleando idéntica metodología a la empleada por el Banco Central (BCU).
Ese fue el mayor incremento desde junio de 2012, y ocurrió tras nueve meses de caída del ITCR y de haberse mantenido en mayo.
El cambio de tendencia estuvo asociado al salto que registró la cotización del dólar en la plaza uruguaya, que resultó mayor a la valorización de esa divisa frente a otras en el mundo.
En Uruguay, desde que el gobierno anunció una modificación en su política monetaria y medidas para desalentar el ingreso de dólares con destino a inversiones en títulos públicos en pesos, el tipo de cambio pasó de cerca de $ 19 en mayo a su valor actual de en torno a $ 21 en el circuito interbancario (ayer miércoles 24 se negoció a $ 21,132 en promedio).
Eso se dio mientras que en los mercados internacionales las expectativas de los agentes también propiciaron un fortalecimiento del dólar, ya que muchos esperan que desde fines de 2013 Estados Unidos empiece a desmantelar la política monetaria expansiva que aplica desde hace varios años.
La valorización de la divisa estadounidense frente al peso fue mayor que frente a las monedas de los principales socios comerciales del país. Ese factor resultó determinante en el salto del ITCR verificado en junio.
Desde hace años que la tendencia de la competitividad comercial de precios de Uruguay había sido a la baja. Ese desempeño motivó en muchas oportunidades las quejas de los empresarios exportadores, que si bien percibieron ganancias extraordinarias por el históricamente alto valor de los productos uruguayos (en su mayoría commodities como la carne, la soja o el arroz) vieron resentida la rentabilidad de su negocio por el aumento de costos internos.
El deterioro de la competitividad también generó preocupación en algunos ámbitos del gobierno, pero convalidar un dólar más caro significa permitir mayores niveles de inflación (que han estado por encima de sus objetivos).
El repunte de 5% en la competitividad en junio se explicó por la mejora de 3% con los países vecinos y de 8% con los de fuera de la región.
El ITCR aumentó especialmente al comparar con Estados Unidos, China, España, Reino Unido, Italia e Inglaterra (entre 7% y 9%). La suba con Argentina fue de 6%, aunque el cálculo en este caso tiene el inconveniente de que en ese país hay más de un valor para la divisa estadounidense y a su vez la medición oficial de la inflación es cuestionada (en el ITCR bilateral estimado con el dólar informal o “blue” y con índices de precios alternativos al del Indec la suba fue aun mayor ).
Los incrementos fueron menores en relación a Brasil (0,6%) y México (1,6%).
Con el salto del ITCR global registrado en junio, la competitividad comercial se ubicó 0,5% por encima del nivel de diciembre pasado. Aun así, si se compara con un año atrás la baja es de casi 12%.
Este indicador tiene limitaciones para analizar la capacidad de competencia de una economía, principalmente porque se trata de una relación entre los precios internos (el dólar y la inflación) y los de otros países comercialmente relevantes, sin tomar en cuenta factores como el acceso a los mercados, las políticas comerciales o los costos de transporte. Dicho de otro modo, el ITCR solo refleja si esa economía se vuelve más cara o barata frente a las demás, medidas en la misma moneda.
La pérdida de competitividad puede derivar en una menor rentabilidad de los negocios de exportación, ya que los ingresos que obtienen las empresas por sus ventas al exterior son en general en dólares, mientras que los gastos son principalmente en pesos (salarios, impuestos, tarifas públicas, etc.).
Para medir el desempeño de la rentabilidad, el BCU elabora un índice que mide los márgenes que obtienen las industrias exportadoras. El último cálculo, correspondiente a abril, mostró un deterioro de 2,5% al comparar con el cierre de 2012 y de casi 10% respecto a un año atrás.
Si se mantiene la tendencia de aumento de la cotización del dólar y su efecto sobre la competitividad, cabe esperar que la rentabilidad del sector exportador uruguayo mejore. La contracara del fenómeno está por el lado de los importadores, que con un tipo de cambio más elevado enfrentan gastos mayores para adquirir las mercaderías del exterior (ver nota en página 29).
Pero el comercio exterior no responde instantáneamente a los cambios en el ITCR e incluso puede ocurrir que los envíos crezcan mientras la competitividad de los precios se reduce, tal como se dio en Uruguay en los años recientes.
En el primer semestre de 2013 las exportaciones de mercaderías totalizaron U$S 4.628 millones, un 6,4% más que en el mismo lapso del año previo, según cifras del Instituto Uruguay XXI. Eso se dio mientras el ITCR bajó casi sin interrupciones desde agosto de 2012 a mayo pasado.
Se dio algo similar con las exportaciones totales (bienes y servicios) desde 2005. Mientras el ITCR disminuyó en promedio casi 10% ese año, 1% en 2006, 1,5% en 2007, 9% en 2008, 4% en 2009, 9% en 2010, 4% en 2011 y 5,5% en 2012, los datos del BCU muestran que las ventas al exterior crecieron a un ritmo anual de entre 15% y 25%, con una sola baja de 7% en 2009 tras un pico de 35% en 2008. El año pasado la suba fue modesta, de 3,2%.
Las importaciones de bienes y servicios tuvieron una evolución muy similar, aunque con alzas más fuertes que las exportaciones.