Cada primer martes de noviembre Australia se paraliza con la Copa Melbourne, una carrera de caballos que desde 1861 figura como uno de los eventos de mayor renombre del país, junto con el Australian Open de Tenis y el Grand Prix de Fórmula 1.
Desde 1861, la carrera de caballos de Melbourne es uno de los eventos más concurridos y mediáticos de Australia
Cada primer martes de noviembre Australia se paraliza con la Copa Melbourne, una carrera de caballos que desde 1861 figura como uno de los eventos de mayor renombre del país, junto con el Australian Open de Tenis y el Grand Prix de Fórmula 1.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSe vive como una festividad nacional, especialmente en el estado de Victoria, en donde está ubicado el Hipódromo de Flemington. Muchos de los asistentes, celebridades o fanáticos, visten trajes de etiqueta, estrafalarios sombreros de ala y fascinators. Así, el evento deportivo se transforma en un escaparate de las últimas tendencias en moda, y la apuesta parece estar en quién lleva el atuendo más original. De hecho, el concurso Fashions on the Field corona a la persona más elegante del día.
Volviendo a la carrera, este año el triunfo fue para el jockey irlandés Robbie Dolan montado a Knight’s Choice, su caballo. Su victoria y cosecha de apuestas se resumió en un premio de cuatro millones de dólares. Dolan llegó a Australia dedicándose a la música; su vínculo con la carrera comenzó cuando fue cantante de un crucero, en donde conoció a Sheila Laxon, la entrenadora de su caballo. Además, antes de este triunfo, Dolan ya había conquistado al público australiano al consolidarse como el ganador de la versión de La Voz de 2022 en ese país.
Si bien el evento atrae multitudes y todavía genera un importante ambiente de celebración, también está en la mira de los activistas por los derechos de los animales, quienes han expresado enérgicamente su preocupación por el tratamiento de los caballos en este tipo de competiciones. Este 2024, las voces que abogan por el bienestar animal se hicieron escuchar más fuerte que nunca, con críticas que incluso apuntaron hacia los trajes del concurso Fashions on the Field.