Los uruguayos eligieron el domingo pasado a sus gobernantes, cosa que no ocurría desde 1971, en que se realizara la última elección nacional.
Hombres y mujeres de todos los partidos, como ya lo habían hecho la noche del sábado, se volcaron masivamente sobre 18 de Julio, donde se vivía un clima festivo y de desacostumbrada algarabía popular
Los uruguayos eligieron el domingo pasado a sus gobernantes, cosa que no ocurría desde 1971, en que se realizara la última elección nacional.
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLuego de 13 años de régimen de facto, se presentaron a estos comicios para disputar la presidencia los partidos Colorado, Nacional, Frente Amplio, Unión Cívica y los recientemente creados Convergencia, De los Trabajadores y Unión Patriótica.
Resultó triunfador el doctor Julio María Sanguinetti por el Partido Colorado, quien luego de conocer los resultados se pronunció a favor de un gobierno de unidad nacional.
Desde tempranas horas, los ciudadanos se hicieron presentes en los distintos circuitos montevideanos, formándose largas filas de ansiosos votantes.
La actividad electoral comenzó alrededor de las nueve de la mañana, desarrollándose con total normalidad, a excepción de algunos incidentes menores.
Fue perceptible el clima de fiesta y alegría demostrada por la gente ya desde días anteriores, que recorrió las calles de la ciudad de Montevideo, muchos de ellos en vehículos, los cuales circulaban embanderados con estandartes partidarios.
Algunos, en cambio, luego de sufragar optaron por irse a la playa, aprovechando el calor reinante.
Los candidatos presidenciales sufragaron al mediodía, y estuvieron rodeados por una gran cantidad de periodistas que los siguieron a fin de conocer sus impresiones sobre la instancia.
El candidato colorado, Julio Sanguinetti, luego de entrar al cuarto secreto, salió de él y afirmó que en dicho cuarto no se encontraba la lista que deseaba poner en el sobre. Por su parte, el candidato nacionalista Alberto Zumarán debió votar observado en razón de que su credencial no constaba en el padrón electoral. En tanto, Juan José Crottogini fue acompañado por el general Liber Seregni, quien se encuentra inhabilitado para votar por dos años.
Luego de que la gran masa de votantes hubo sufragado, a eso de las 19.30 horas, comenzaron a realizarse los primeros escrutinios, los que fueron seguidos con gran expectativa por parte de los montevideanos, ya que se preveía una dura competencia entre el Frente Amplio y el Partido Colorado por la intendencia, además de la lógica ansiedad que provocaba la incertidumbre sobre el ganador de las elecciones nacionales.
El pueblo sabía ya de antemano que la “batalla” por la presidencia se daba entre el Partido Nacional y el Partido Colorado, pero la conquista de la intendencia era una particular interrogante, ya que de ganarla el Frente Amplio sería la primera vez que la ciudad tendría por titular de la comuna a un hombre de izquierda.
Hombres y mujeres de todos los partidos, como ya lo habían hecho la noche del sábado, se volcaron masivamente sobre 18 de Julio, donde se vivía un clima festivo y de desacostumbrada algarabía popular.
Es de destacar que, salvo algunos disturbios, en general las distintas colectividades políticas coexistieron pacíficamente entonando sus propias consignas y aunándose todos en el coreo de aquellas que iban destinadas a repudiar el régimen militar, presidido por el teniente general (r.) Gregorio Álvarez.
Mientras se realizaban los primeros escrutinios, la gente bailaba al ritmo de los tamboriles, participaba en la calle en distintos juegos de azar como dados y ruleta (lo cual resulta inusual en esta ciudad) o bien escuchaban los resultados que se transmitían desde los centros de prensa de los distintos partidos o por la radio.
Dos centenas de periodistas de todo el mundo viajaron a Uruguay para cubrir las elecciones nacionales. Entre ellos se encontraban la BBC de Londres, cadenas de radio italianas y españolas, así como multitud de reporteros americanos.
Todos coincidieron en señalar el orden y la alegría demostrada por el pueblo uruguayo por el retorno a la democracia.
Por su parte, los distintos partidos políticos instalaron sus propias oficinas de prensa, en donde procesaban, mediante sistemas de computación, los distintos datos extraoficiales que iban llegando.
Es de destacar que el Ministerio del Interior había anunciado que a partir de las 21 y 30 horas se podrían conocer ya algunas informaciones, cosa que no ocurrió hasta aproximadamente las 23 y 15 horas.
El coronel José Katcherián, quien estaba a cargo de la coordinación de las elecciones en el centro de información oficial, dijo que la demora se había producido por una mala inscripción en los formularios electorales por parte de los funcionarios públicos. Puso como ejemplo algunos circuitos en los que no se registraban votos para los partidos Colorado, Nacional y Frente Amplio, cosa que resultaba anormal, en razón de que tienen en Montevideo un importante caudal electoral.
Mientras en la sede del Partido Colorado primaba un cierto desorden y alegría, en la de la mayoría del Partido Nacional la desazón aumentaba en forma paralela a la realización del escrutinio. En una improvisada conferencia de prensa, realizada a las 0.30 del lunes, Zumarán admitió que los resultados eran adversos al Partido Nacional y que le sorprendía el bajo índice de votación en la capital.
Sin embargo, se mostró aún confiado en el resultado que esperaba arrojarían los cómputos de las zonas rurales.
En tanto, en el Centro de Prensa del Frente Amplio —ubicado justo frente a la Intendencia Municipal de Montevideo y con todo pronto para presentar un eventual triunfo en la capital de la coalición—, entre la ansiedad y la calma, más de un centenar de periodistas nacionales y extranjeros se apretaban para ver a más de 10.000 personas que saltaban en “18”.
Pese a los resultados desde el principio adversos y a la lluvia, la militancia de izquierda no se apartó del lugar hasta muy entrada la madrugada.
Por otra parte, todos los medios informativos nacionales siguieron paso a paso las instancias del acto electoral. La televisión y la radio cubrieron circuito por circuito la información de los escrutinios, la cual era mucho más adelantada a la que brindaba el Ministerio del Interior, cuyo desarrollo fue muy lento.
Ya a las 2.30 horas, las proyecciones realizadas permitían aseverar que el Partido Colorado había triunfado en lo nacional y que existía una ligera ventaja del mismo partido en Montevideo sobre el Frente Amplio.
A esa hora, el presidente del Frente Amplio, Gral. Liber Seregni, llamó a Sanguinetti para felicitarlo por su triunfo, luego de lo cual y acompañado por Crottogini, se retiró del local de 18 de Julio.
El doctor Alberto Zumarán, por su parte, concurrió personalmente a la Casa del Partido Colorado, donde se encontraba el ya electo presidente, a fin de saludarlo.
Zumarán, quien se confundió en un abrazo con Sanguinetti, fue ovacionado por los colorados presentes en ese momento.
*Nota publicada el 29 de noviembre en la edición N° 257 de Búsqueda