El Museo Gurvich organizó un taller de barro para niños —de entre 3 y 12 años— con el objetivo de acercar su legado a los más chicos. Galería habló con una de las docentes, Eugenia Ravera, quien dijo que se trata de una de muchas instancias, ya que el museo trabaja desde su apertura, en 2005, con grupos de chicos de escuelas y colegios. En este tipo de iniciativas, las educadoras pueden recibir hasta 120 menores por día. “Fuera del año escolar, hacemos actividades que se salen de las tareas de todos los días y buscamos dar talleres que habiliten otros diálogos, otras formas de expresión y otros materiales. Hace años que no hacíamos uno de barro”, dijo Ravera. Explicó que José Gurvich, además de su faceta más conocida como pintor, también fue ceramista, y fruto de ese trabajo fue la inspiración de los más pequeños. Gurvich produjo la mayor cantidad de sus trabajos en este material entre 1965 y 1974 (a pesar de que inició en 1950), empezando por obras de entre 20 y 30 centímetros con muchos detalles y perforaciones, pasando a obras más abstractas y de diferentes dimensiones.