Nuevas investigaciones demuestran el origen uruguayo de Carlos Gardel y refutan la teoría “francesista”.
Los organizadores y expositores de las Jornadas Gardelianas, celebradas esta semana, impulsarán una iniciativa legal para llevar el caso del origen del cantor a la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos
Nuevas investigaciones demuestran el origen uruguayo de Carlos Gardel y refutan la teoría “francesista”.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl origen de Carlos Gardel ha sido materia prima de polémica en Uruguay y Argentina —quizá la mayor controversia cultural rioplatense de la historia— desde mediados de los años 60, cuando comenzó a abonarse la hipótesis de su nacimiento en Tacuarembó, en el seno de la familia Escayola, y no en Francia, como ha sostenido la teoría francesista, impuesta desde Buenos Aires desde apenas dos meses después de la tragedia de Medellín.
En los últimos días, surgieron nuevos elementos que fortalecen aún más la teoría uruguayista, en el marco de las Jornadas Gardelianas, que tuvieron lugar el lunes 22 y el martes 23, en conmemoración de los 90 años de la muerte del cantor, cumplidos el miércoles 24. El seminario fue organizado por Tango Vivo, una de las principales productoras de espectáculos y actividades tangueras en Uruguay en los últimos 20 años, dirigida por el promotor Gustavo Colman y por la Fundación Fans de la Música, y tuvo lugar en las salas Acuña de Figueroa del Palacio Legislativo, Blanca Podestá de Agadu y Corchea.
Una de las novedades surgidas en estos días es que los organizadores y expositores de las Jornadas Gardelianas se proponen, ante la negativa histórica de los herederos legales de Gardel de hacer pruebas de ADN a sus restos, impulsar una iniciativa legal para elevar el caso del origen del cantor a la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos.
En el encuentro, concebido con el objetivo de divulgar la voz contestataria a la teoría predominante que ha regido en Argentina, participó media docena de investigadores uruguayos y extranjeros que reivindican el nacimiento de Gardel en Uruguay y no en Francia.
Entre los expositores se destacaron dos experimentados investigadores independientes provenientes de Argentina: Mariana Íñiguez y Marcelo Martínez. La primera presentó dos ponencias, tituladas “Carlos Gardel: fotografías que definen su identidad”, escrita hace varios años y ya conocida en la comunidad gardeliana, y “El otro Carlos”, reveladora investigación que demuestra la existencia de Charles Romuald Gardes en paralelo a la de Gardel.
La investigación de Íñiguez es el más novedoso y trascendente aporte de estas jornadas. Su pesquisa incluye el análisis de diversas fotografías en Montevideo y en Buenos Aires, en las que aparecen tanto Carlos Gardel como Charles Romuald Gardes, quien era varios años menor que Gardel. Íñiguez ata varios cabos sueltos cuando revela los detalles de fotos de Gardel con personajes como Elías Regules o un miembro de la familia Escayola. La experta analiza los entornos edilicios de algunas fotos atribuidas a escenarios argentinos y demuestra que se trata de enclaves montevideanos, como la Escuela 27, situada en el Barrio Sur, a la que asistió Gardel durante su infancia. También determina las fechas de las fotos a raíz de datos metafotográficos, como los logos de las casas de fotografía productoras de las imágenes. Y además establece la doble existencia de Carlos y Charles Romuald, al presentar la existencia de fotos en Francia de este último con su madre cuando en paralelo aparecen imágenes de Gardel siendo ya mucho mayor. Los análisis de las imágenes incluyen peritajes científicos de la morfología de los rostros, a cargo de expertos que incluso establecen porcentajes de autenticidad de las imágenes con herramientas de inteligencia artificial.
De esta manera, para varios de los asistentes al evento, consultados por Búsqueda, Íñiguez resuelve “el último y más importante cabo suelto y da una vuelta de tuerca” a esta polémica que ya supera el medio siglo.
Por su parte, Marcelo Martínez, radicado en Madrid desde hace 25 años, expuso un no menos novedoso ensayo titulado “Carlos Gardel desde el barrio al Abasto-1900/1901”, que relata la irrupción de Gardel en Buenos Aires, cuando aún era menor de edad, junto con su círculo íntimo, que viajó con él desde Montevideo. Este estudio hace hincapié en los vínculos históricos y estéticos entre la crianza de Gardel en Montevideo y su obra temprana, pues muchas de sus letras atribuidas a personajes, enclaves y episodios bonaerenses pueden ahora reinterpretarse en clave montevideana.
De acuerdo a Colman y otros aficionados que asistieron a las jornadas, la relevancia cultural que pueden cobrar estos nuevos conocimientos tal vez den origen a otros estudios académicos, culturales e históricos. Incluso pueden tener relevancia a futuro, desde el punto de vista patrimonial y turístico, por ejemplo, al redescubrir diversos sitios de la ciudad donde transcurrieron hechos significativos en la niñez y adolescencia de Gardel en barrios céntricos.
Otros exponentes de relevancia fueron el colombiano Mauricio Umaña, cuyo trabajo se tituló “El último vuelo de Gardel, secretos y verdades ocultas”, y los uruguayos Eduardo Coutiño (“Gardel, el muerto que habla”), Andrés Parrado y Esteban Toth (“Vida artística de Carlos Gardel”), y María Selva Ortiz (“Los orígenes de Carlos Gardel”).
Para Colman, fueron “especialmente contundentes” las ponencias de Íñiguez y Martínez. La primera demuestra minuciosamente el origen uruguayo y las fechas de varias fotografías tomadas a Gardel en su infancia en Montevideo, algunas de las cuales fueron presentadas en Argentina como tomadas en Buenos Aires. También relata la historia de una foto del niño Charles Romuald Gardes tomada en Francia en 1900 en un viaje con su madre, Berta Gardes, que resulta determinante para demostrar la existencia paralela de Gardel y Gardes. En su segundo trabajo, presentado por primera vez en estas jornadas, Íñiguez describe minuciosamente la vida de Charles Romuald Gardes en Buenos Aires, revela los detalles del cambio de identidad que ejecutó en su juventud, e incluso narra cómo llegó a heredar bienes de Gardel y cómo murió, en Buenos Aires en 1984.
En tanto, Martínez documenta en profundidad los vínculos íntimos y artísticos de Gardel en los barrios Sur y Palermo, y en el Centro de Montevideo, donde vivió desde su niñez hasta su adolescencia. El trabajo describe las circunstancias en las que Gardel se vinculó con figuras contemporáneas de la canción criolla, la danza y el teatro de Uruguay y de Argentina, como los hermanos Podestá (creadores del circo criollo), el cantante, bailarín y payador Arturo de Nava (pionero en la fusión del tango y la milonga), el escritor y médico Elías Regules (pionero del culto a las tradiciones criollas en Uruguay) y el legendario bailarín tanguero argentino Ovidio José Bianquet, conocido como el Cachafaz. Incluso relata sus vínculos con miembros de la familia Escayola, como Totora Escayola y la Negra María, quien fue su pareja. El trabajo de Martínez explica cómo, entre 1900 y 1903, Gardel se estableció en Buenos Aires junto a esta legión de pioneros del arte popular.
Al cierre de las Jornadas Gardelianas, Colman leyó, a modo de editorial, un documento titulado “Fundamentos jurídicos que respaldan la identidad uruguaya de Carlos Gardel”, confeccionado por el comité organizador a partir de las ponencias y varios informes jurídicos provenientes de Argentina y Uruguay. Cabe recordar que los herederos legales de Gardel, nucleados en la Fundación Internacional Carlos Gardel, han rechazado firmemente la realización de pruebas de ADN a los restos del cantor, sepultados en el cementerio porteño de La Chacarita.
En su pasaje medular, el documento manifiesta, a modo de conclusión: “Carlos Gardel fue, es y seguirá siendo uruguayo. Para ser argentino, es imprescindible que sea uruguayo. Y siempre rioplatense como lo quiso, nunca francés. Ningún juez ha cambiado jamás su identidad, solo sustanció una simple sucesión. No es legalmente hijo biológico de Berta Gardes. Carlos Gardel tampoco es Charles Romuald Gardes. Ambos nacieron en países y fechas diferentes y el primero manifestó que su verdadera madre estaba fallecida cuando Berta Gardes aún estaba con vida. Esa y otras declaraciones y documentos nos dicen lo siguiente: no era francés, no era hijo de Berta Gardes, no nació en Francia en 1890”.
El manifiesto leído por Colman se enfoca en el derecho a la identidad, consagrado como derecho humano: “Si los actos personalísimos definen los hechos personalísimos, en este caso la identidad, entendemos que la identidad no es solo un nombre: es el país donde uno nace, cuándo, quiénes son sus padres, quiénes son sus compatriotas, cuál es su cultura, etcétera. Si algo nos enseñó la historia, es que los derechos humanos esenciales no son negociables y son los pueblos quienes deben defenderlos a cualquier costo. Gardel ya no puede reclamar sus derechos, corresponde a cada uruguayo ese deber, porque no respetar el derecho de uno es vulnerar el de todos”.
Finalmente, el responsable de las Jornadas Gardelianas anunció que Tango Vivo encabezará una iniciativa jurídica con la intención de que Uruguay presente próximamente el caso de Gardel ante la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica. El documento así lo anuncia: “Derechos como la vida, la libertad y la identidad han costado millones de vidas y aún siguen siendo brutalmente ignorados. Es hora de gritar al mundo la verdad, Uruguay tiene que presentar una denuncia ante la Comisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y exigir que se respete la identidad de un compatriota cuya hermosa voz silenció la muerte”.
Colman confirmó a Búsqueda que las gestiones locales para que el Estado uruguayo se involucre en este asunto comenzarán en los próximos días.