Ya sea por exceso de humildad o nihilismo, la sociedad uruguaya suele dar por sentado lo que otros admiran, como aquello que vuelve a Montevideo un punto turístico interesante, accesible y amigable para el resto del mundo.
regeneradoYa sea por exceso de humildad o nihilismo, la sociedad uruguaya suele dar por sentado lo que otros admiran, como aquello que vuelve a Montevideo un punto turístico interesante, accesible y amigable para el resto del mundo.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáCuando se habla de ciudades inteligentes o smarts cities, lo futurista del término (sin llegar a imaginar autos voladores con parabrisas táctiles) lleva a pensar en megalópolis de pantallas gigantes que transmiten en tiempo real sobre autopistas organizadas y eficientes, con iluminación LED que se alimenta de energía solar fotovoltaica, y sin un solo residuo fuera de lugar.
En realidad alcanza con ser una ciudad integrada que incorpore tecnología para su gestión urbana y sostenible, y a su vez permita acceder a diversos servicios y facilidades en un mismo espacio. Pero aunque se simplifique el concepto, Montevideo todavía no se piensa como su representación inmediata. Entonces, ¿qué significa que el gobierno departamental proyecte a la capital uruguaya como un destino turístico inteligente (DTI) para marzo de 2024?
La Sociedad Estatal para la Gestión de Innovación y Tecnologías Turísticas (Segittur) del gobierno de España, líder en la industria turística iberoamericana, apostó a un mayor alcance del término inteligente al extrapolarlo al turismo y considerar la correcta gestión de los territorios en su más amplio sentido. De esa idea parte su modelo DTI; un plan de acción para que las ciudades del mundo repliquen y se revaloricen, pensando en estandarizar la calidad, competitividad y sostenibilidad de los destinos.
Este modelo —que cuenta con el apoyo de la Organización Mundial de Turismo y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)— fue tan bien recibido en Latinoamérica que en 2022 se creó una Red Iberoamericana de Destinos Turísticos Inteligentes, de la que forman parte más de cien ciudades de España y todos aquellos destinos de México, Colombia, Paraguay, y recientemente Uruguay, que se mostraron interesados en seguir esta metodología.
A principios de julio, la Intendencia de Montevideo (IM) ofició un seminario de turismo gestionado por Segittur, resultado de un ida y vuelta entre las dos instituciones que comenzó en febrero de este año y se concretó en este evento. Al cierre del seminario, el gobierno de España distinguió a Montevideo como Destino Turístico Inteligente Adherido, solo por asumir el compromiso de adoptar su plan de acción en sus cinco ámbitos de actuación: gobernanza, innovación, tecnología, sostenibilidad y accesibilidad.
Entre los casos de éxito como Asunción, la capital verde de Iberoamérica, o Medellín, la ciudad más innovadora del mundo (por el Urban Institute), se destaca la ciudad de Tequila, en México, conocida por ser la capital de esta bebida. Fue el primer DTI de América Latina y la prueba de que el modelo no está pensado solamente para grandes urbes. Tequila tiene poco más de 1.600 km2 y 40.000 habitantes, lo que hizo más sencilla su ejecución y la evaluación de sus resultados.
La persona responsable de la implantación de esta metodología en la ciudad mexicana es uruguaya. El equipo del doctor en Responsabilidad social y Sostenibilidad Fernando de Arteaga trabajó en coordinación con autoridades estatales y municipales, la universidad y la sociedad civil, para perfeccionar los circuitos turísticos alrededor de la tradición productiva del tequila, avanzando en infraestructura que contemple la visita de personas con capacidades diferentes, como veredas podotáctiles y la construcción de más rampas, y desarrollando herramientas digitales que centralizan información relevante para los visitantes sobre servicios, el estado del tránsito y el clima.
No suena como un reto demasiado grande para Montevideo. Así lo interpretó Segittur, que por las similitudes entre esta y el caso de la renovada Tequila, una ciudad pequeña, con una oferta turística funcional que acompaña la conservación de la historia, la cultura y los paisajes, dio la orden de largada para la capital uruguaya confiando en que, con lo hecho hasta ahora, convertirse en un DTI le es posible.
Una nueva mirada. Lo de DTI no es un slogan; al ceñirse a este modelo y aceptar la distinción inicial de Segittur, el gobierno departamental de Montevideo se compromete a cumplir con sus exigencias en el plazo de un año. Esto significa tener un desempeño del 80% o más en cada uno de los indicadores que la metodología DTI sugiere, que son más de 250 pero pueden resumirse en las cinco líneas de trabajo que se mencionaron antes, a partir de las que se evaluó el “grado de maduración” de Montevideo como destino.
La calidad de vida de sus residentes es un reflejo de la calidad que tendrá la experiencia turística, por lo que integrar las dinámicas de la ciudad al destino es lo medular del programa. La capital uruguaya alcanzó un 62% de cumplimiento promediando todas las áreas, destacándose en accesibilidad (76%) y con el desempeño más bajo en innovación (40%). Para el director de Desarrollo Económico de la IM, Gustavo Cabrera, lo que espera Segittur de Montevideo es realista, aunque todavía falte.
La IM tuvo que presentar evidencia del estado de situación de la ciudad dentro de cada una de las áreas de trabajo. Por mencionar algunas, dentro de accesibilidad se destacó la elaboración de una guía de turismo accesible (enlace web) y la incorporación de las sillas anfibias en las playas de Pocitos y el Cerro; sillas de ruedas especialmente diseñadas para que las personas con movilidad reducida puedan andar sobre la arena y meterse al agua, construidas además en el propio Parque Tecnológico Industrial del Cerro. En la parte de innovación, la mención de honor fue para el Planificador Inteligente de Visitas de la plataforma web Descubrí Montevideo, útil tanto para turistas como para los propios montevideanos.
Hace varios años que Montevideo tiene claro que “si la ciudad es amigable para el montevideano, es amigable para el turista”, señaló Cabrera. Y pensando la gestión del territorio “con esta cabeza”, el modelo DTI se iría cumpliendo gracias a “lo que vemos todos los días”, que por extensión contempla a los turistas.
“El turismo es inclusión” para Cabrera, entonces para alcanzar ese 20% restante el camino es seguir insistiendo en una “perspectiva de derechos” para posicionar a Montevideo como la ciudad integrada que es. Con sus espacios verdes y playas certificadas desde el punto de vista ambiental, conectividad wifi a lo largo de toda su avenida principal, comunicada por un sistema de transporte metropolitano con casi 300 líneas de ómnibus (muchos de ellos híbridos y eléctricos), amigable con la comunidad LGBT+, con varias propuestas culturales y artísticas abiertas, museos con entrada libre y universidad pública. Todo eso “el montevideano no lo dimensiona”, según el director de Desarrollo.
Multicultural y universitaria. Fue poca la repercusión que tuvo en 2015 que la Unesco designara a Montevideo como la primera Ciudad Creativa Latinoamericana (especialmente por su literatura), sumándose a la lista que integran prodigias culturales como Praga, Granada, Dublín y Bagdad. Este es un engranaje muy importante del turismo y todavía poco explotado.
Siguiendo la línea de Me Divierte Estar Viva, el nuevo circuito turístico cultural que recorre los diferentes puntos de la ciudad que fueron relevantes en la vida y carrera de China Zorrilla, hay varias figuras referentes a través de las cuales invitar a conocer Montevideo.
Casas de época, cafés, muestras permanentes, librerías. Mucho de la cultura de una ciudad se puede vivir desde el turismo solamente con un celular, códigos QR y audioinformación, conociendo los paisajes que inspiraron a Benedetti, Idea Vilariño, Florencio Sánchez, Felisberto Hernández y Onetti, uniendo los circuitos con las propuestas gastronómicas de cada zona.
Cuando se habla de cultura “Montevideo no puede pensarse sin su universidad”, sostiene Cabrera, que además puede explotarse como atractivo turístico, ya sea por la arquitectura de sus edificios o su distribución. Por eso asegura que hay una intención común entre la intendencia y la Universidad de la República (Udelar) de impulsar a la capital uruguaya como una ciudad universitaria.
A diferencia de otras ciudades, en Montevideo el universitario circula por todas partes porque la oferta académica no está concentrada por barrios o un campus, sino que sus distintos servicios están repartidos a lo largo de todo el departamento. Un circuito universitario obligaría a cualquier turista a recorrer toda la capital desde la Ruta 102, pasando por el corredor Garzón, el Cerro, la Aguada, hasta el Centro y la rambla. “¿Y al lado de la Facultad de Ingeniería qué tenés? El Parque Rodó, el Teatro de Verano… ¿Ves cómo funciona? Una ciudad integrada”, explicó el director de la IM.
Tímidos pero en carrera. Con todas estas virtudes ya conocidas y puestas sobre la mesa queda bastante poco margen para nuevas ideas que ayuden a alcanzar —y sostener— el 80%. Y ese es justamente el problema. En el área de innovación, Montevideo está todavía a mitad de camino, según el diagnóstico de Segittur.
Pero saber que Medellín en Colombia fue reconocida como la ciudad más innovadora del mundo por sus esfuerzos por reducir las emisiones de CO2 sube los ánimos. Montevideo hace tiempo que se está explorando en ese sentido. Su gobierno departamental se comprometió a alcanzar la neutralidad CO2 para el 2040, después de haber promovido el primer Observatorio de Movilidad de Latinoamérica como parte del proceso de desarrollo del internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés), una red colectiva de obtención e intercambio de datos, principalmente sobre tránsito y medioambiente.
“Hacemos mucho más de lo que mostramos o sabemos mostrar”, lamentó Cabrera, señalando que la falla está en la capacidad de sistematizar, poner en práctica, presentar y demostrar las ideas.
En esta misma línea, el encargado del Departamento de Estadística del Ministerio de Turismo (Mintur), que provee la información al Observatorio Turístico de Montevideo, Felipe Gómez, es consciente de que gran parte del trabajo de su área se queda en las sombras por problemas de comunicación.
En sus boletines trimestrales se detallan datos estructurados muy útiles como los mayores puntos de entrada y salida de visitantes de la ciudad, entre qué fechas se registra un mayor flujo de personas, cuántos días se quedan, en qué gastan y qué impresiones se llevan esos turistas que forman parte de una muestra aleatoria. Pero “la tecnología avanzó muchísimo y la opinión pública nos pide que evaluemos otras cosas”, contó Gómez.
Aunque no será un trabajo sencillo para un ministerio donde “si todos los que tienen causal jubilatoria se fueran, quedarían 89 funcionarios”, hace falta analizar otra información ya no tan estructurada, como el impacto de las menciones en redes sociales o los niveles de satisfacción con los servicios.
Mejorar las herramientas de obtención de datos con la incorporación de sistemas de big data en tiempo real es parte de la propuesta de un Sistema Nacional de Inteligencia Turística (SNIT) que presentó la Dirección Nacional de Turismo. Sería el primer SNIT del país y uno de los primeros de Latinoamérica, y aunque impulsado a escala nacional, por transitiva es un aporte también a la innovación de la ciudad.
A partir de una base de datos anónima facilitada por Antel con fines exclusivamente estadísticos, se pueden monitorear los movimientos de un usuario dentro del territorio a través de su número de celular (la actividad de los visitantes extranjeros también se puede seguir si hacen contacto con servicios de roaming). Esto sirve para conocer la convocatoria a los diferentes eventos, los tiempos de permanencia e incluso la huella de carbono de los turistas.
Con un nuevo sistema de manejo de datos también se propone mejorar la conectividad aérea. “Se puede analizar cómo nos están buscando como destino, y en las plataformas en donde se compran vuelos estar atentos a las subas y bajas que marcan inicios de tendencias o potenciales mercados. A partir de eso podemos hablar con los diferentes países para sostener aerolíneas o negociar oportunidades”, explicó Gómez.
Si bien todo esto también es innovación, los aportes más cercanos en el tiempo son otros. En primer lugar, la IM señala la necesidad de un plan de “diversificación” de Montevideo. Este departamento se puede destacar como destino nacional e internacional tanto por una estrategia de marketing de sol y playa, como de congresos y reuniones, ciudad cultural, de turismo rural, con cada una de estas facetas a menos de 40 kilómetros de su centro urbano.
El objetivo tiene que ser que si el congreso dura un día los congresistas se queden tres, explicó Cabrera. ¿Por qué no llevarlos a conocer una bodega? Algunas de las chacras tienen un mayor registro de ingresos por enoturismo que por su producción vinícola. ¿Y si las reuniones tienen lugar en alguno de sus salones o restaurantes? Ideas sobran, pero solo por su carácter de idea no cuentan para Segittur.
Hay que empezar por adentro, “repensar el Centro”, apunta Cabrera, que lo ve “bastante estancado”, “sin shocks importantes”, lo que lo vuelve un territorio fértil para el cambio. La idea es posicionarlo como el centro comercial y espacio gastronómico a cielo abierto que es.
En Ciudad Vieja ya se iniciaron las obras de semipeatonalización de algunas calles del paseo del casco histórico, que traerá mayor accesibilidad, más iluminación y nuevo mobiliario urbano. No se va a prohibir el uso de autos pero sí se los va a obligar a circular a menor velocidad, duplicando los espacios de vereda y disminuyendo los vehiculares.
Los problemas de seguridad son un capítulo aparte en la zona y además competencia del Ministerio del Interior, pero se tomaron en consideración dentro del ítem sostenibilidad, así como en gobernanza también pesó negativamente la no articulación con las competencias del Estado.
Otro de los proyectos pensados para revitalizar los alrededores de 18 de Julio es la renovación del Mirador Panorámico en los pisos 22 y 23 de la IM, que estará listo para fines de setiembre. Se llamó a un concurso de caricaturas y fotografías con el tema Montevideo cultural, artístico y turístico, y las mejores composiciones se expondrán alrededor de los ventanales del mirador. Ahora tendrá capacidad de audio mejorado, prismáticos profesionales y accesibles para personas en sillas de rueda, una mejorada cafetería y tienda de regalos, y la posibilidad de formar parte del centro de conferencias de la IM junto a los salones Azul, Rojo y Dorado para la realización de eventos.
El problema es que el potencial más valioso de Montevideo no se puede mostrar a través de los renders; “son elementos intangibles” que hay que pensar cómo promocionar y tienen mucho que ver con “su gente“. Pensar primero en el bienestar de ella es “invitar al turismo desde una visión de derechos”, subrayó Cabrera. “Prefiero promoverlo desde ahí que como un megahub tecnológico”.