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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá“Atlas del mundo”, Aleksandra Mizielinska y Daniel Mizielinski.Océano Travesía, 118 páginas, 840 pesos.
El libro es una joya. Un álbum ilustrado para enmarcar, creado en base a la estética de antiguas cartografías. De tapa dura y gran formato, el “Atlas del mundo”, editado recientemente por Océano Travesía, es mucho más que un tomo de geografía: tiene historia, cultura, deporte, biología, arquitectura, ingeniería, entretenimiento y ciencia ficción.En más de cien páginas presenta un recorrido por los cinco continentes y se detiene en algunos países —Uruguay no figura en el repertorio— para hacer un despliegue de atractivos turísticos, históricos y naturales en cada una de sus principales ciudades. Caricaturas de George Washington, Martin Luther King, Elvis Presley, Michael Jordan, un oso grizzly, un nativo americano de la tribu de los Pies Negros, Louis Amstrong, un ovni y Superman son algunas de las ilustraciones que completan uno de los mapas más repletos, el de Estados Unidos.
“Las aventuras de la Bruja Fritanga”, Xan López Domínguez. Edelvives, 90 páginas, 420 pesos.
Hay libros que nacen de libros y clásicos que suelen dar vida a muchas otras historias pequeñas. Eso sucede en “Las aventuras de la Bruja Fritanga”, donde se cuelan escenas de “Alicia en el País de las Maravillas”, o al menos hay pasajes que parecen referir al mítico mundo de Lewis Carroll.Todo sucede en territorio gobernado por magos. Y hay uno, Renglong, que necesita una pócima para revertir el efecto de otra que lo agigantó. La probó con el fin de solucionar el desamor que vivió con una acróbata circense y porque la receta, que encontró después de toparse con un imponente repertorio de libros, decía “cómo hacer que las cosas crezcan a voluntad”. Su amiga Fritanga, una bruja “aprendiza de pocimera”, cortés y hábil para los idiomas, decide zambullirse en esa tierra de hechizos en busca del antídoto.
“El hombre que fue un mapa”, Ignacio Padilla. Fondo de Cultura Económica, 86 páginas, 455 pesos.
Un guerrero desterrado del ejército, devenido en sabio y rechazado por otros genios. Un hombre físicamente derrotado, cada vez más cerebral, que decide poner todo su empeño en desarrollar la teoría sobre el “Punto de apoyo que moverá al mundo”. Hipotálamo, el protagonista de esta historia, hizo que Quimera, su pequeño pueblo natal, se transformara en una ciudad reconocida en todo el planeta, rodeada por una gran muralla y con un laberinto que protegía sus tesoros intelectuales. Ahora, después de miles de años, Quimera es una leyenda y un deleite para historiadores y profesores que dedican horas y litros de tinta a estudiarla.“El hombre que fue mapa”, de la colección “A la orilla del viento”, fue creado por la dupla mexicana de Ignacio Padilla —doctor en letras de la Universidad de Salamanca y Premio Juan Rulfo— y el popular caricaturista Rafael Barajas, también conocido como “el Fisgón”.
“Tambor Tambora”, Jorginho Gularte y Andrés Silva. Criatura Editoria, 32 páginas, 430 pesos.
El libro tiene triple autoría: el texto pertenece a una canción del compositor uruguayo de origen brasileño Jorge Gularte, a partir de la cual el ilustrador Andrés Silva recreó la vida candombera de la calle Cuareim y el conventillo Mediomundo, y que a su vez es interpretada por Damián Gularte, hijo del músico, en un disco anexo.“Tambor Tambora” forma parte de la colección infantil y musical de Criatura Editora, que ya ha publicado textos como “Canciones con bigote”, en base a letras de Eduardo Mateo, “Pensamiento de caracol”, con textos de Gustavo “Príncipe” Pena, y “Gurí Pescador”, que se adentra en la pluma de Osiris Rodríguez Castillos.
“Amapola con sorpresa”, Alesia Garilli, con ilustraciones de Anna Laura Cantone. Laberinto, 32 páginas, 630 pesos.
Ir a una florería con solo una moneda en el bolsillo es garantía de volver con las manos vacías. Eso le pasa a Marta, una niña criada en una pequeña localidad que creció deprisa, con muchos edificios y pocos jardines, cuando intenta comprar un regalo para sorprender a su madre. La negociación fallida con la florista la lleva a cambiar de planes, ir a un descampado y, maceta en mano, conseguir una amapola de raíz. El episodio se transforma en ritual. De la amapola pasa a la ninfea, y, sin siquiera darse cuenta, empieza a generar nuevas vidas en el pueblo.
“Sir Nenúfar, una gran historia de una rana diminuta”, Anna Kemp y Sara Ogilvie. Blume, 36 páginas, 630 pesos.
La vida de la rana que se hace llamar Sir Nenúfar es una quijotada. Tiene complejo de hombre pequeño, y entonces, para enaltecer su grandeza, lee cuentos clásicos de ranas que se vuelven príncipes. Así se transforma, o al menos eso cree, en un verdadero guerrero que se empeña en rescatar a su doncella. También inventa enemigos poco combativos: primero se enfrenta a un ogro jubilado y después a un dragón con la mecha apagada que agasaja a la princesa con un té completo.
“Las aventuras de Finn en Bocanegra”, Shane Hegarty. Salamandra, 348 páginas, 450 pesos.
En las primeras páginas hay un mapa, el de la aldea pequeña y poco buscada conocida como Bocanegra, con algunas referencias fundamentales para entender la historia: la heladería, la clínica dental, la escuela, la tienda del señor Glad, el escollo de la perdición y una serie de residencias familiares, como la de Finn, un adolescente que acaba de cumplir los 12. Él es el protagonista, un cazador de leyendas poco afortunado que se presenta como la única esperanza para salvar la ciudad ante las amenazas de un pelotón de criaturas mágicas.
“¿Quién teme al cuento feroz?”, Lauren Child. Serres, 20 páginas, 490 pesos.
El libro tiene varias lecturas, porque además del texto de la inglesa Lauren Child —autora de la serie infantil “Charlie y Lola”—, también incluye las ilustraciones tridimensionales de la diseñadora Corina Fletcher, especialista en la diagramación de libros pop-up o desplegables.La historia se centra en la vida de Olmo, un niño desordenado y fanático de la lectura de cuentos clásicos, que despunta su vicio sobre todo en la noche, antes de dormir. Cuando concilia el sueño se topa de frente con personajes como Ricitos de Oro y los tres osos, con el gato con botas y una reina que, indignada y en medio de un baile cortesano, le reprocha por una inoportuna intervención a crayola en su cutis.
“La artesana de las nubes”, Bianca Estela Sánchez con ilustraciones de Leonor Pérez. Fondo de Cultura Económica, 64 páginas, 1.050 pesos.
“La artesana de las nubes” es un libro de poesía infantil, el último publicado por la escritora gaditana Bianca Estela Sánchez. Se estructura en seis capítulos/poemas —“La casa”, “Carmela, la niña”, “Carmela, la vieja”, “Nubecilla”, “Lo que sucedió una tarde neblinosa” y “Lo que sucedió una tarde y todas las tardes que siguieron”—, y narra la historia de una mujer con la extraña habilidad de comprender el lenguaje de las nubes (“ese lenguaje de agua / que hablan las nubes de lluvia / con gotas que son palabras”) y usarlas como materia prima para tejer vidas.
“Oscar y la mentira”, Ricardo Alcántara con ilustraciones de Emilio Urberuaga. Editorial Santillana-Loqueleo, 36 páginas, 340 pesos.
Mentir o no mentir, ese es su dilema. El protagonista, Óscar, es un oso que no se permite escapar de la rutina. Los lunes va al mercado, los martes limpia la casa, los miércoles corta el pasto y los sábados lava la ropa y mira la televisión. Pero un día un accidente doméstico rompe sus esquemas. Y es ahí cuando tiene que tomar la decisión de fingir o ir por la verdad.“Oscar y la mentira” es el último tomo publicado por el sello Loqueleo, que se suma a la colección de “Óscar tiene frío”, “Óscar ya no se enoja” y “El secreto de Óscar”, editado para niños cercanos a los cuatro años.