El tema ha sido bastante bien recibido y hasta tiene un aire a Start Me Up (el último tema de la banda que puede considerarse clásico, de 1981). El video muestra a la actriz Sydney Sweeney (la de la serie Euphoria), bailando sensual, desatada y (semi) ataviada en cueros sobre un Mercedes rojo convertible que circula por la Sunset Strip de Los Angeles. A lo largo de esa calle, distintos afiches y carteles muestran a los Stones hechos fuego, en tomas de varios de sus mejores momentos de los años 70, 80, 90 y también este siglo. En ellos hay links a tres de los únicos cuatro tipos en el mundo que pueden considerarse ex-Stones: el bajista Bill Wymann, el guitarrista Mick Taylor y, obviamente, Watts. Solo Brian Jones, nada menos, permaneció en el olvido.
Además del primer corte de difusión, que también es el primero de los 12 temas que integran Hackney Diamonds, se filtraron versiones no finales de las pistas 2 y 3, la también rockera Get Close y la balada Depending On You. Casualmente (o no) estas tres canciones que ya andan circulando por ahí, una de forma oficial y las otras dos oficiosas, son las tres compuestas para este disco por Jagger, Richards y Andrew Watt. Y a juzgar por lo que ya se ha escuchado del nuevo material de los Stones, este está lejos de ser apto para el consumo irónico por culpa de tres ancianos que no aceptan la edad que tienen: el álbum promete y mucho.
Watt es uno de los productores de Hackney Diamonds, compartiendo tarea con el legendario Don Was. Es un músico de 32 años que se puso la tarea de aggiornar el sonido de The Rolling Stones sin que estos veteranos perdieran su esencia. Y su cartera de clientes, por llamarlo de alguna manera, es variada y ecléctica: Justin Bieber, Elton John, Miley Cyrus, Maroon 5, Ozzy Osbourne, Pearl Jam, Iggy Pop, Lana del Rey, Camila Cabello y Post Malone; lo nuevo y lo clásico, en resumen.
Todo el resto del disco ha permanecido en secreto, tratando de evitar las (inevitables) filtraciones. Sin embargo, hay gente afortunada. El periodista Will Hodgkinson, principal crítico de rock y pop del The Times británico, tituló su reseña del 6 de setiembre: “He escuchado Hackney Diamonds, es el mejor disco de The Rolling Stones desde 1978”. Casi nada. Refiere a Some Girls y desliza que supera a Tattoo You (1981), el que muchos consideran la última verdadera obra de arte de la banda. “Suena como la sumatoria de todas las cosas que hicieron grande a los Stones”, añadió. Y por supuesto, “el nuevo” tiene nota de aprobado.
El nuevo baterista de la banda, que no tiene carácter de miembro oficial (en sí, The Rolling Stones es hoy un trío), Steve Jordan, es un tipo de 66 años con un currículum increíble. Pero lo más importante es que tuvo la bendición de Charlie Watts: cuando Keith le pidió a este una sugerencia para el puesto en su proyecto solista lo nombró a él. Ya debutó con la banda en 13 conciertos en 2021, los primeros montados luego de la muerte de Charlie. Y más allá de que el fallecido es una leyenda, en algo tan importante para el grupo como las giras demostró estar a la altura.
Entre las cosas que sí se saben de Hackney Diamonds está el espectacular listado de músicos participantes. Elton John toca el piano en Get Close y Live By The Sword. Stevie Wonder aporta teclados y piano a Sweet Sounds Of Heaven. Lady Gaga también le pone voz a esta canción. Pero la gran novedad está en el bajo.
Desde 1994 el bajista de la banda es Darryl Jones (aunque, otra vez, no es considerado miembro oficial), un joven de 61 años. Sin embargo, le cedió su lugar en Bite My Head Off a Paul McCartney. Sí, un beatle (y qué beatle) está tocando en un tema de los Stones. La rivalidad entre ambas bandas siempre fue más mediática (y económicamente redituable) que personal. Y en Live By The Sword, la misma en la que toca Sir Elton, vuelve a las cuatro cuerdas Bill Wymann, el baterista histórico de Sus Majestades Satánicas, que poco después de que el disco salga al mercado cumplirá sus jóvenes 87 años.
Hasta ahora, el último disco de material inédito de The Rolling Stones había sido A Bigger Bang (2005). A este le siguió entre 2005 y 2007 la que es hasta ahora la gira más económicamente redituable de la banda, con 147 recitales en cuatro continentes (todos menos África), con ganancias por más de 550 millones de dólares. Los tours siguieron (uno de ellos, el América Latina Olé, los trajo a Montevideo en febrero de 2016), pero no así los discos. Más allá de la aparición frecuente de recopilatorios y registros en vivo de distintas épocas, el último álbum de estudio de los Stones, también hasta ahora, es Blue & Lonesome (2016), compuesto completamente por versiones de viejos blues. Jagger y Richards tenían la pluma seca.
No se sabe aún si este trabajo que verá la luz el 20 de octubre trae otra gira bajo el brazo, pero no es algo a descartar.
Charlie Watts, el responsable de este nuevo mojón, aparece póstumamente en Hackney Diamonds. Antes de morir logró grabar dos cortes, Mess It Up y Live By The Sword. Esta pista, que también tiene a Bill Wymann en el bajo, reúne a cinco stones por primera vez en más de 30 años. Varios artículos de prensa también mencionan que este álbum de regreso cuenta con la participación de Ringo Starr, el legendario baterista de The Beatles, pero esto no ha sido confirmado oficialmente.
El último de los 12 temas del listado del nuevo disco es el único no escrito por ellos: Rolling Stone Blues, de Muddy Waters. Es un homenaje propio a los inicios. Fue esa canción a la que apeló Brian Jones, amante del blues e incuestionable líder de la banda en los orígenes, para bautizar al grupo que acababa de formar en 1962. El círculo se está cerrando.
Primer mojón: El debut
The Rolling Stones, el primer disco de la banda lanzado en 1964. Disco: The Rolling Stones (16 de abril de 1964).
Formación oficial: Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richards, Bill Wymann, Charlie Watts.
Contexto: La banda se formó en 1962, editó sus primeros singles en 1963, y al año siguiente sacó su disco debut, este, solo en Inglaterra (en Estados Unidos salió a la venta con otro nombre y otro listado de canciones). El multiinstrumentista Jones era el verdadero líder de la banda, a la que le puso nombre y le dio la tónica blusera. El disco, de poco más de media hora, se basa casi completamente en versiones del rhythm & blues afroamericano, como Route 66 o I Just Wanna Make Love To You. Jagger y Richard (que entonces no usaba la “s” de su apellido), cantante y guitarrista a quienes el manager Andrew Loog Oldham quería transformar en un dúo de compositores al estilo Lennon-McCartney, solo aportaban una canción: Tell me. El disco tuvo buena recepción —pero no descomunal— en momentos en que la beatlemanía había estallado y la invasión británica cruzaba el Atlántico. Oldham, muy astuto, los “vendió” como la némesis salvaje de los prolijos Beatles. Claro que nadie suponía lo que vendría después.
Segundo mojón: Hay vida sin Brian
Let it Bleed (1969). Disco: Let It Bleed (5 de diciembre de 1969).
Formación oficial: Jagger, Richards, Wymann, Watts y Mick Taylor.
Contexto: Con The Beatles sin hacer giras y a punto de implosionar y con Led Zeppelin recién empezando a volar, los Stones ya podían considerarse la mayor banda del mundo. Pero tenía problemas internos grandes: Brian Jones, otrora líder de la banda pero ostensiblemente relegado en beneficio de Jagger y Richards, con problemas legales y de adicciones, había sido despedido en junio de 1969. Finalmente murió en extrañas circunstancias el 3 de julio, convirtiéndose en uno de los primeros miembros del Club de los 27, ya que tenía esa edad cuando fue encontrado flotando en la piscina de su mansión en Sussex. En esa incertidumbre, el siguiente disco podía ser otro peldaño hacia la cumbre o su final anticipado; y fue lo primero, con canciones como Gimme Shelter, Country Honk (versión country de Honky Tonk Woman), Midnight Rambler o You Can’t Aways Get What You Want. Se trató de uno de los más elogiados discos de toda la carrera de los Rolling Stones, en el que participó tanto Jones (antes de que le dieran el raje) como su sustituto Mick Taylor, el mejor guitarrista que jamás tuvo la banda.
Tercer mojón: Entre el punk y el disco, Ron
Black and Blue fue lanzado en 1976. Disco: Black And Blue (23 de abril de 1976).
Formación oficial: Jagger, Richards, Wymann, Watts y, podría decirse, Ron Wood.
Contexto: Los primeros 70 consolidaron a los Stones como “la mejor banda de rock n’ roll del mundo”, como ellos mismos se consideraban. Discos brutales como Sticky Fingers (1971) y Exile On Main St. (1972) y tremendos shows en vivo sustentaban ese rótulo. Pero la calidad de los trabajos siguientes decayó y la interna de la banda estaba convulsionada: con Jagger queriendo ser más un miembro de la jet set que una estrella del rock, Richards insistiendo en destruirse químicamente de todas las formas posibles y Wymann cada vez más podrido de ser el menos relevante de la banda. Mick Taylor, a todo esto, cada vez más enojado por no tener créditos de composición y con ganas de seguir en el mundo de los vivos, lo que la desenfrenada vida de sus compañeros ponía en riesgo, dio un portazo y se fue en 1974. Este disco nació cuando la música disco empezaba a ponerse de moda y el punk amenazaba con arrasar todo lo anterior. Varios guitarristas además de Keith participaron en él: Harvey Mandel, Wayne Perkins y un viejo conocido de la banda llamado Ron Wood. Este ya había participado de la gira por Estados Unidos de 1975 y, más allá de no ser a la hora de este lanzamiento un miembro “oficial”, se terminó quedando con el puesto por la fuerza de los hechos. En resumen, no es uno de los mayores discos de la banda —más allá de que canciones como Hot Stuff, Memory Motel y Fool To Cry hayan agarrado el estatus de clásico—, pero sí les permitió sortear esta incertidumbre sin penas. El trabajo posterior, Some Girls (1978), con Ron ya como miembro de pleno derecho, ya era otra obra de arte. Las piedras rodaban con más fuerza.
Cuarto mojón: Volver a vivir en vivo
Steel Wheels, de 1989. Disco: Steel Wheels(29 de agosto de 1989).
Formación oficial: Jagger, Richards, Wymann, Watts y Wood.
Contexto: Este no fue un cambio de formación sino de vida. Los años 80 habían sido muy malos para la banda: no habían hecho giras desde 1982, los álbumes Undercover Of The Night (1983) y Dirty Work (1986) no fueron respaldados por tour alguno y son todavía hoy considerados entre los más pobres de su discografía, y el vínculo entre Mick y Keith, ambos más preocupados por sus carreras solistas, se había deteriorado al punto de poner en peligro la existencia de la banda. Un día, cerca de la inclusión de los Stones en el Salón de la Fama del Rock And Roll, ambos se acercan, se amigan y componen varias decenas de canciones. Algunas de ellas son Mixed Emotions, Rock And A Hard Place, Terrifying, Hears For Sale y Slipping Away. El nuevo disco tuvo una gran acogida, generó una nueva y masiva generación de fanáticos para la banda y derivó en el Steel Wheels-Urban Jungle Tour, que comenzó casi en simultáneo con su lanzamiento. Fue la vuelta a los escenarios tras siete años y el inicio de las macrogiras mundiales, que llegaban a tener años de duración y shows que se contaban por centenares.
Quinto mojón: “Otros” Fab Four
Voodoo Lounge es de 1994. Disco: Voodoo Lounge (11 de julio de 1994).
Formación oficial: Jagger, Richards, Watts y Wood.
Contexto: Podrido de ser algo así como el último orejón del tarro Stones, Wyman dejó la banda en 1993. No se puede decir que Mick y compañía recibieron una dura sacudida: Bill no componía, no cantaba, su actitud en el escenario era bastante estática y como bajista no era un virtuoso. Cuando se lanzaron a grabar este disco llamaron a Darryl Jones, que sí era (y es) un gran instrumentista, y a otra cosa. Este trabajo guarda muchas similitudes con el anterior: es un rock fuerte, con toques de blues y baladas, y un sonido limpio. Love Is Strong, You Got Me Rocking y Out Of Tears están entre los temas destacados; posiblemente tenga la mejor canción cantada nunca por Keith: Thru And Thru. La recepción fue buena pero lo que siguió fue todavía mejor. Fue a partir de este disco que The Rolling Stones incluyó por primera vez a América Latina en sus cada vez más extensas y lucrativas giras, con México, Brasil y (sobre todo) Argentina como principales nuevos destinos, engrosando en millones sus bases de fans y sus cuentas bancarias. No tuvieron ningún problema con eso de volverse cuarteto.
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