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La experiencia de actores uruguayos que integraron el reparto de La sociedad de la nieve

Federico Aznárez, Juan Diego Eirea, Agustín Della Corte, Alfonsina Carrocio y Agustín Berrutti hablaron de los castings, la noticia inesperada de quedar seleccionados, el rodaje y el después del estreno

Hay pocas historias tan propias de los uruguayos como la del accidente aéreo que ocurrió el 13 de octubre de 1972 en la cordillera de los Andes. Y no solo porque los protagonistas, fallecidos y sobrevivientes, eran uruguayos. Es una historia “bien nuestra”, dicen muchos, porque es difícil que algún compatriota no la conozca. Todos escucharon alguna vez una anécdota o una charla de un sobreviviente, o leyeron alguno de los libros que se escribieron con base en esa historia.

regenerado

Cuando Federico Aznárez leyó cómo empezaba la escena que tenía que interpretar en uno de los castings, “interior, fuselaje, noche”, enseguida supo de qué se trataba. “Esto va a ser lo de los Andes”, pensó. Y tenía razón. Es que en el primer llamado solo se buscaba a jóvenes actores o jugadores de rugby para un “importante largometraje”. Ni Federico, ni Juan Diego Eirea, ni Agustín Della Corte, ni Alfonsina Carrocio, ni Agustín­ Berrutti ni Enzo Vogrincic (entrevistado por Galería la semana previa al estreno de la película) sabían bien a qué se presentaban cuando decidieron enviar sus imágenes y datos para actuar en la película La sociedad de la nieve, dirigida por el catalán Juan Antonio Bayona. Mucho menos se esperaban quedar seleccionados. Mucho menos que sus actuaciones llegaran a los cines del mundo y a la plataforma de Netflix. Mucho menos ser parte de una nominación al Oscar: Mejor película extranjera.

Mientras aguardan, ansiosos, al próximo domingo 10 de marzo, fecha en la que se realizará la 96ª entrega de los premios más importantes de Hollywood, los jóvenes actores contaron a Galería qué era de sus vidas antes de esta película, cómo vivieron el rodaje y qué puertas les abrió esta gran experiencia.

Federico Aznárez interpreta a Enrique Platero

Se crio con los libros de la tragedia (o el milagro) de los Andes y con las historias de Fernando Parrado y Roberto Canessa. Además, su padre estuvo presente en la conferencia de prensa que los sobrevivientes realizaron en el gimnasio del club Old Christian’s a su regreso a Uruguay­, una instancia que sin duda lo marcó. En casa de los Aznárez estaba prohibido pasar frío o expresar que una comida no gustaba. Cuando Federico quedó seleccionado para interpretar a Enrique Platero en La sociedad de la nieve, solo tuvo que repasar los libros que ya había leído.

Como actor tenía poca experiencia: algún papel menor en alguna serie. Este era entonces el proyecto de su vida, según dijo a Galería, y “la mejor manera de empezar” su carrera como actor.

Para el primer casting, en el que tenía que interpretar una escena en el interior de un fuselaje, de noche, recordó las imágenes y anécdotas que ya conocía y trató de recrear las condiciones climáticas en su cuarto y en su cuerpo: prendió su aire acondicionado a 16 grados y se dio una ducha de agua caliente. Esa primera instancia de prueba resultó exitosa y siguió avanzando en el proceso de selección de actores.

Después de haber estado viviendo en Barcelona y al poco tiempo de empezar a estudiar Artes Escénicas en Uruguay, en plena pandemia de Covid-19, recibió el llamado de María Laura Berch, directora de Casting de La sociedad de la nieve. Ella le preguntó cuándo terminaría sus estudios y él le contestó que en diciembre. “¡Qué lástima! Se te va a complicar”, le dijo Berch. “¿Cómo?”, contestó él, sin entender lo que estaba sucediendo. Entonces llegó el gran anuncio: “Bienvenido a la película, Enrique Platero”.

Aznárez pensó que lo más difícil de este nuevo trabajo como actor sería conocer a Platero, saber quién era, porque él ya no estaba vivo y su familia siempre prefirió no hablar del tema. Pero decidió confiar en que por algo había sido elegido, se apoyó en las anécdotas de los sobrevivientes y en la información que tuvo disponible y dio vida a su personaje. Entonces se enfrentó con una dificultad mayor, pero que también pudo sortear. Era su primera película, en un set “al estilo Hollywood” con 200 personas trabajando a la vez, pantallas, cámaras, grúas. Y en cada actuación tenía que mantenerse dentro de un encuadre, sin descuidar el maquillaje, la voz y todo lo que implicaba la escena.

La sociedad de la nieve se estrenó en cines y en Netflix y Federico Aznárez­, o Enrique Platero, llegó a las pantallas. Según comentó, recibe “mucho amor por redes sociales”. Su carrera continúa ahora en Buenos Aires, donde se instaló al finalizar su trabajo en la película de Bayona­. Consiguió un representante y ahora trabaja en un proyecto teatral.

Foto: Adrián Echeverriaga Foto: Adrián Echeverriaga

Agustín Della Corte interpreta a Antonio Vizintín

No era actor pero sí rugbista, que era uno de los dos perfiles que buscaban en el llamado a jóvenes para interpretar a los distintos protagonistas de La sociedad de la nieve. Por practicar ese deporte, Agustín Della Corte también conocía las historias de los Andes de primera mano. Pero cuando le confirmaron que había sido seleccionado para interpretar al sobreviviente Antonio Vizintín en la película comenzó a repasar los hechos e informarse a fondo, y se dio cuenta de que solo “conocía la punta del iceberg” y que “la historia dejaba muchísimo que aprender”, dijo a Galería.

Encaró el proceso de castings con tranquilidad, se los tomó de forma natural, y quizás por eso Berch y Bayona lo eligieron. Así se lo informó la primera, mientras iba a entrenar al club con un amigo. Estaba en el auto y recibió un mensaje en su celular, en el que le pedían que se conectara a una breve reunión. Algo nervioso, consiguió unos auriculares y atendió a la solicitud. “¿Querés ventana o pasillo para viajar a España?”, le preguntó Berch. Y allí comenzó la aventura.

Para Della Corte, lo más difícil fue conocer a fondo a su personaje y obtener todas las herramientas necesarias para componerlo, según sus propios recuerdos e historias. Pero el rodaje tuvo momentos memorables, como cuando le tocó filmar escenas de escalada en la nieve. Para ello realizó un entrenamiento con los actores Matías Recalt (quien interpretó a Roberto Canessa) y Agustín Pardella (Fernando Parrado). En el inicio se habló de dobles, se discutió qué harían… Pero los jóvenes actores se empecinaron en hacer todo ellos mismos, así que se ataron a unos arneses y escalaron las montañas.

El joven rugbista y todo el elenco de actores siempre contaron con el apoyo y trato cercano de Bayona. Todos los entrevistados coincidieron en que el director mantuvo siempre un trato cercano hacia ellos. En el set, “demostró el gran líder que es, porque estaba llevando adelante un trabajo muy muy exigente, desde todo punto de vista, y liderando un equipo no solo de 30 actores, sino de 250 personas que hacían arte, fotografía, luces”, dijo Della Corte.

Tras el estreno del filme, el actor que interpretó a Vizintín decidió seguir trabajando en el rubro. Tuvo la oportunidad de participar en dos películas: una rodada en Argentina y que se estrenará este año, y otra coproducida entre España, Panamá y Uruguay.

Foto: Quim Vives Foto: Quim Vives

Juan Diego Eirea interpreta a Juan Carlos Menéndez

Encajaba en (casi) todos los requisitos del llamado: era actor (había estudiado en el Instituto de Actuación de Montevideo y tenía experiencia en teatro y algún papel secundario para cine) y además jugaba al rugby. Pero Juan Diego Eirea tenía 28 años y el límite de edad para presentarse al casting era de 25. Omitió este último requisito e igual presentó su video y sus datos. Enseguida obtuvo la respuesta de la agencia que colaboraba en la selección, diciéndole que “estaba pasado de edad”. “Me afeito la barba y te mando otro casting y ahí me decís. No me cortes ahora, doy mucho con el perfil”, contestó Eirea, perseverante. El representante de la agencia accedió, algo resignado, y entonces el joven pasó esa primera etapa.

Pasó la primera etapa y siguió pasando, otra y otra, hasta llegar a recibir la noticia de que había quedado seleccionado para interpretar a Juan Carlos Menéndez en La sociedad de la nieve. La forma en la que recibió la noticia fue similar a la de Aznárez. Un día normal de clases en la Escuela de Actuación recibió un mensaje de Berch en el que le pedía unos minutos para hablar. Le contestó que en media hora saldría de clase y, al llegar a su casa, se conectó a una reunión por Zoom con la directora de Casting. Una de las primeras preguntas que ella le hizo fue cuándo terminaría las clases y él contestó que en diciembre. “No, no, terminás en octubre”, le dijo Berch. Eirea tuvo un “pico emocional” en el que su cuerpo no entendía qué estaba sucediendo. En un instante vio pasar por su mente momentos de todos los castings que había realizado. “Fue increíble, alucinante, lloré y todo”, recordó.

De la experiencia de rodaje el joven actor destacó “la parte humana” de todo el equipo de actores, que los recibió a Aznárez y a él de brazos abiertos a pesar de que se sumaron cuando ya llevaban dos meses de ensayos. “Nos dieron un abrazo y nos dijeron: ‘Muchachos, vengan, ustedes son parte de esta hermandad, vengan a disfrutar, a unirse a esta magia”, contó Eirea a Galería.

Ponerse en la piel de Juan Carlos Menéndez no le resultó fácil en un primer momento. Tenía poca información y la producción le solicitó que no se pusiera en contacto con la familia del fallecido porque no querían hablar del tema. Entonces, por un lado, tenía algo de “rienda suelta” para construir a su personaje, destacó. Pero, por otro, eso implicaba una “inmensa responsabilidad”. Fue difícil, además, tener que filmar la escena del alud en la cordillera de los Andes y aceptar que allí se terminaría su proceso de rodaje. “Tanto me llevó buscarlo (a Menéndez), encontrarlo... Hacer ese trabajito de soltar fue muy fuerte, porque la inmersión de cada uno de nosotros en los personajes fue total”, dijo Eirea.

Pero no todos los sabores fueron amargos al final del rodaje. Su carrera como actor continuó de forma rápida: recibió un llamado de un profesor del Instituto de Actuación en el que le ofreció protagonizar un largometraje, una oferta que aceptó sin dudar. Luego lo contactó un compañero de ese mismo centro de estudios, que ya estaba recibido y dirigiendo obras de teatro, y le ofreció ser parte del elenco de un nuevo proyecto. Eirea seguirá trabajando en actuación y tiene pensado concretar algunas ideas pendientes, entre ellas, escribir algún guion.

Alfonsina Carrocio interpreta a Susana Parrado

Su carrera como actriz comenzó temprano: cuando tenía 16 años actuó en la película Otra historia del mundo, del uruguayo Guillermo Casanova. A los 20 años protagonizó el largometraje argentino Sangre Vurdalak­, de Santiago Fernández Calvete, y en 2022 (con 23 años) interpretó a Nina, en Nina y Emma, de la uruguaya Mercedes Cosco.

Alfonsina Carrocio se presentó al primer casting para La sociedad de la nieve, como todos, sin saber de qué se trataba. Avanzó en el proceso y recién sobre el final supo que interpretaría a Susana Parrado, la hermana de Fernando, sobreviviente del accidente. Como a Della Corte, a Carrocio también la llamó Berch para preguntarle si prefería pasillo o ventana para viajar a filmar la película a España, un momento que la joven actriz recordó como “emocionante”.

“Lo más difícil, pero también lo que más me guardo de este personaje, fue la adaptación a las condiciones del espacio: frío constante, lugar reducido, un fuselaje metálico e inclinado, además de mucha gente en set”, dijo a Galería. Para ella, el mejor momento fue el de probar el simulador de avión.

Carrocio recibió ofertas de papeles para cine incluso antes del estreno de La sociedad de la nieve. Por ejemplo, participó en el nuevo largometraje del británico Peter Cattaneo, The Penguin Lessons. Posestreno­, comentó que recibió “un gran acercamiento del público desde el cariño y respeto” hacia su trabajo. “Estoy muy agradecida”, agregó.

Agustín Berrutti interpreta a Roberto Bobby François

No sabía mucho de la historia de aquel 13 de octubre de 1972. No conocía mucho más que el hecho de que un avión con jugadores de rugby uruguayos y algunos familiares había caído en la cordillera de los Andes y que algunos de ellos habían sobrevivido tras soportar las condiciones climáticas más adversas. De los detalles y pormenores se enteró recién cuando le confirmaron el papel de Bobby François en La sociedad de la nieve de Bayona.

Agustín Berrutti no tenía ninguna experiencia como actor, ni conocía nada sobre el mundo del cine. Se presentó al casting porque un día le llegó a su madre un flyer que decía que buscaban jóvenes para un largometraje. “Y nosotros no teníamos ni idea de lo que era un largometraje”, contó a Galería. Pensó que se trataba de una publicidad. Recién al avanzar en las instancias de casting se enteró de que se trataba de una película y se entusiasmó con la idea de obtener un papel.

Al confirmarle a Berrutti que había quedado seleccionado para interpretar a François en el filme, le dijeron que tenía que viajar a España y que la película se emitiría, además de en cines, en la plataforma de Netflix. “Iba a cumplir un sueño, que era conocer Europa. Además, hacer el papel de Bobby, ¡una emoción increíble!”, dijo. “También una gran responsabilidad y compromiso por dejarlo lo mejor representado que pudiera, siendo alguien que no tenía mucha experiencia”, agregó.

Para Berrutti, lo más difícil fue “intentar llegar al estado que tuvo Bobby­ en la montaña”. François había atravesado un estado de shock y una depresión muy grande durante sus días en la cordillera de los Andes tras el accidente aéreo. Para ello, el joven actor tuvo que someterse a una dieta estricta, aspecto que sin duda considera el más difícil de su trabajo para la película de Bayona.

Pero el rodaje también tuvo momentos gratos y de disfrute. Una de las primeras cosas que Berrutti le comentó al director del filme fue que él sabía payar. Entonces Bayona le dio la oportunidad de “hacer unas décimas” para una de las escenas de La sociedad de la nieve.

“Jota (Bayona) me va a quedar guardado en el corazón para siempre. Tanto a él como a María Laura (Berch), Gustavo Saffores y Emiliá Carrilla (coaches actorales) los voy a llevar siempre en mi corazón porque, de verdad, son personas que vinieron a cambiarme la vida”, dijo el joven, que de Tacuarembó llegó a Hollywood y de trabajar con caballos a actuar para cine.

La intención de Berrutti es encontrar alguna agencia que pueda ayudarlo a mantenerse en el mundo del cine, el teatro o la publicidad, para continuar en el camino de la actuación.