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En el número pasado de Búsqueda se publica una Carta al Director firmada por Pablo Galain Palermo, donde se hace un panegírico de la campaña de Defensor 76 y de la labor del profesor José Ricardo de León al frente de ese equipo. Espero que su público y orgulloso partidarismo violeta no sean un inconveniente para la publicación de esta...
Aparte de intentar colocar una campaña de un club de fútbol como antagonista y vencedora de un sistema dictatorial, Galain insiste con una idea que se repite una y otra vez: Defensor habitualmente les ganó a los “grandes” de la mano de De León. Y de ahí salen ditirambos y más ditirambos.
Como veterano y bolsilludo que soy simplemente le recuerdo que en el Campeonato Uruguayo de 1976, en la primera rueda que se jugó en el Estadio Centenario y luego de un concierto de patadas, empujones, detenciones del juego y eso que el Dr. Da Silveira llama “inteligente rotación de los infractores” sobre la misma víctima, sumado a un desacertado arbitraje de J. Benavídez empataron 2-2, y si mal no recuerdo, los goles de Defensor fueron producto de un penal inexistente y un offside flagrante. En la segunda rueda, en el Parque Franzini, Nacional derrotó a Defensor, que venía agrandadísimo, por 3-0.
Anteriormente dirigiendo a Defensor, el profesor De León había enfrentado a Nacional en 6 ocasiones por el Campeonato Uruguayo.
En 1971 fueron ambos partidos en el Estadio Centanario, el primero 3-2 ganó Nacional y el segundo 0-0. Nacional fue Campeón, Defensor terminó 8º, peleando en el grupo que pugnaba por no descender.
En 1972 en la primera rueda se dio uno de los partidos que yo más recuerdo. Toda la semana se pasó el Profe hablando de marcar a Artime, rodear a Artime, aislar a Artime. Llegó el día del partido, una lluvia torrencial, lo vimos con mi padre de colados en una de las cabinas de transmisión de la tribuna América, circunstancialmente vacía . Resultado, Nacional 4 a 0. El Pulpa Etchamendy no puso a Artime y en su lugar puso al Palito Mamelli. Los 4 goles fueron de Mamelli. El segundo partido fue victoria violeta 2-1. Nacional fue Campeón, defensor terminó 3º, a 10 puntos.
En 1973 en la 1ª rueda fue empate 1-1 en el Centenario y en la 2ª rueda fue triunfo tricolor por 2-1. Nacional terminó 2º y Defensor 4º, 4 puntos debajo.
Resumiendo: en 8 partidos hubo 4 victorias de Nacional, 3 empates y 1 victoria de Defensor, con 16 goles tricolores y 9 de Defensor.
No sé cómo le fue a Peñarol en sus enfrentamientos con los violetas de De León, que se ocupe algún “manya” de eso, solo recuerdo que en 1976 Defensor perdió el primer partido y ganó el segundo. Así que fue campeón con 2 derrotas ante los grandes, 1 empate y 1 sola victoria.
Todo lo detallado anteriormente no pretende minimizar una gran campaña como la de Defensor del 76, como lo fueron luego la del Danubio del 88 o las del River de Carrasco, equipos a los cuales sí muchos hinchas de los grandes, amantes del fútbol, fuimos a ver en alguna ocasión, ya que era un gusto verlos jugar, nos ganaran o no. La gente no apreciaba el fútbol de De León porque “era horrible”, no porque “solo lo veían cuando les ganaba a los grandes”, como afirma equivocadamente Galain, seguramente llevado por su pasión violeta y no por la mala fe, ya demostramos que les ganaba poco y nada. Es entendible que los mitos se alimenten a medida que pasa el tiempo, borroneándose los detalles y quedando lo más notorio o lo más repetido.
En mi opinión, el campeonato de 1976 ganado por Defensor fue realmente histórico por ser el primero en el profesionalismo que ganó un equipo chico, pero no cambió la Historia. Tuvieron que pasar 8 campeonatos más para que ganara otro chico, Central, de manera aún más impactante, Campeón de la B y al año siguiente Campeón de la A. En los últimos 40 años solo 5 equipos chicos lograron ser campeones, de ellos hay 2, Central y Progreso, que han penado por la B desde hace bastante y Bella Vista desapareció. Solo Danubio y Defensor han podido mantenerse. En los últimos 25 años Defensor solo ganó 1 título pero la prensa lo sigue mimando, a pesar de la serie increíble de 5 finales que perdiera con el Nacional de Pelusso en 2008-09 o las dos finales perdidas frente a Nacional en dos años seguidos, en 2010-11 y 2011-12.
De la forma que hacía jugar el Profesor De León a sus jugadores no voy a escribir. No soy técnico, solo un aficionado, pero creo que es una irreverencia para Rinus Mitchell compararlo. Entre ambos hay la misma distancia que existe entre Montevideo y Amsterdam.
Sobre la pretensión de que era un equipo antisistema, extendiendo el concepto de sistema hasta involucrar a la Dictadura, como hacen un reciente libro Defensor del 76, una hazaña en Dictadura o la carta de Galain, prefiero no hacer comentarios. Solamente que, seguramente sin querer, mi tocayo insultó al Montevideo Wanderers, quien consiguió la primera clasificación de un equipo chico a la Copa Libertadores en 1974, cuando gobernaba el dictador Juan María Bordaberry, conocido partidario bohemio. Reitero que estoy seguro que lo hizo de forma involuntaria y sin pensar siquiera en ello, pero es el peligro que se corre al intentar mezclar fútbol con política. El fútbol es la cosa más importante dentro de las cosas menos importantes. Dejémoslo ahí.
Lo saludo con la consideración habitual, extendiendo lo mismo a Pablo Galain Palermo.
