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—Una encuesta del Colegio Médico realizada a profesionales médicos reveló que tres de cada cuatro perciben que su profesión es poco o nada valorada por la sociedad uruguaya. En 2017 una encuesta de Cifra a pedido del Colegio reveló que el 17% de los padres recomendarían a sus hijos estudiar medicina y el 35% les tiene más confianza a los médicos que a otros profesionales. ¿Cómo se interpretan estos datos?
—Todavía la profesión médica sigue siendo muy valorada, aunque no es la imagen que tiene el médico. Por eso surgió la segunda encuesta. El médico considera que no es bien visto y en cambio la sociedad sí lo ve bien.
—¿Por qué pasa eso? ¿Incide la judicialización, que los médicos se puedan sentir presionados? ¿Influye que los pacientes lleguen ahora a la consulta con información de Internet y cuestionen a los profesionales con datos?
—Eso es la medicina defensiva, que determina una mala calidad en la asistencia. Desde luego que ocurre. Por lo segundo, en la encuesta de Cifra vimos que la cantidad de gente que consulta Internet es muy alta.
—Más de la mitad de las veces buscan información en Internet después del diagnóstico.
—Y creo que es bueno. Si los médicos lo ven en algún momento como que no es bueno, yo creo que sí es muy bueno. Lleva a dos cosas: que tengas al médico informado y que tenés más a favor para crear algo que siempre se dice que es muy importante: la relación médico paciente, entre confianza y conciencia.
El médico tiene que tener conciencia de que está diciendo lo adecuado y transmitirlo al paciente, que al recibir la información tiene que tener confianza de que está bien plantado en su conocimiento.
La sociedad va cambiando. Fui cirujano e intensivista. Antes iba un paciente a un médico y si este no le contestaba en el momento salía diciendo “ah, yo a este médico no voy más porque es un burro que no sabe”.
En cambio, hoy me ha pasado decir: “Mira, este tema hace un tiempito que no lo repaso. Dejame informarme con lecturas y algún colega que de esto sabe más y en una semana te informo cuáles son las mejores soluciones disponibles”. Me ha servido mucho porque le brinda muchísima más confianza al paciente. No hay que contestar en seguida si uno no sabe.
—Plantea que ahora es bien vista la honestidad y dar una respuesta más tarde pero con mayor fundamento.
—Sí, una respuesta más adecuada. Y por eso lo importante de la información. El médico tiene que estar actualizado, no sesgado, medicina basada en la evidencia. De esa manera das información adecuada. En Internet hay mucha información. Los médicos tenemos que saber que hay sitios web de hospitales de primer nivel que en sus páginas tienen información buena. Claro que en Internet hay mucha cosa buena y mala, pero la gente cree más en lo que ve escrito, le parece más seguro de que sea cierto que algo que se dice conversando.
—¿Los médicos tienen que acostumbrarse al paciente cuestionador que lo fuerza a estudiar y estar actualizado?
—Por la seguridad del mismo paciente es bueno. Llegué a trabajar en un sanatorio en el que si el paciente preguntaba cuál era su presión arterial, la ley era que no se le podía contestar nada. Hoy es al revés, hay que informarle todo. Para ejercer la autonomía adecuadamente la persona tiene que recibir una información adecuada porque en definitiva el que va a resolver al final es el paciente. Algunos dicen resolución compartida y a mí me gusta. El paciente no es una enfermedad sino un enfermo que tiene la enfermedad y además un sentir y formas de ver la vida.
—Algo así como que el médico tiene que bajarse del pedestal.
—Eso del pedestal del médico me parece que ya está… no existe más… capaz que en los médicos viejos. He tenido muy buena relación con la gente hablando. Está la medicina defensiva y la medicina acertiva, que es cuando uno habla con la verdad, lo cierto y lo comprobado.
