En la segunda mitad de 2017 continuó la migración gradual de los agentes hacia instrumentos de tipo electrónico para los pagos en la modalidad de contado.
En la segunda mitad de 2017 continuó la migración gradual de los agentes hacia instrumentos de tipo electrónico para los pagos en la modalidad de contado.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáUn índice del Banco Central (BCU) relacionando la utilización de instrumentos de pago electrónico (tarjetas de débito, débito automático, transacciones web) con los mecanismos tradicionales (retiros de efectivo en cajeros y cheques) aumentó 6,5% en el segundo semestre, respecto al primero. La suba había sido de 8,3% en enero-junio al comparar con julio-diciembre de 2016.
El BCU explicó que este índice pretende brindar una orientación acerca de la propensión de los agentes económicos al uso de uno y otro canal en la operativa contado, pero no permite extraer conclusiones genéricas acerca del nivel de inclusión financiera alcanzado en todo el país. Más allá de ello, el organismo destacó en su Reporte de Pagos Minoristas difundido el viernes 16, que de las cifras se desprende que hubo un mayor desarrollo de las infraestructuras de pago propiciadas en el marco de la llamada ley de “inclusión financiera” (Nº 19.210). La cantidad de aparatos utilizados para canalizar los pagos electrónicos —conocidos por la sigla POS, del inglés point of sale— llegó a 58.817 al cierre del año pasado; son una proporción de 169 cada 10.000 habitantes.
La obligatoriedad del pago de remuneraciones, honorarios, pasividades, y otros beneficios sociales a través de medios electrónicos, así como las disposiciones referentes al pago de tributos nacionales y proveedores del Estado, contribuyeron al alza sostenida en la operativa de transferencias interbancarias, elemento de peso significativo en la construcción del índice, consignó en el informe.
Medidas adicionales, como la suficiencia de la autenticación del tarjetahabiente mediante el ingreso de su PIN, sumado a la reducción adicional de IVA para operaciones con tarjetas de débito o instrumentos de dinero electrónico, “han generado las condiciones propicias para impulsar una mayor utilización de estas modalidades electrónicas de pago por parte del público en general, en detrimento de mecanismos tradicionales”, añade el BCU.