“Quieren que vayamos a talleres para lavarnos el cerebro”

“Un insulto”.

Prates considera que ir a los  cursos sobre género como le solicita la IMM y retractarse por sus dichos es “un insulto”. Consultado por Búsqueda ayer miércoles 18, afirmó: “Quieren que vayamos a talleres para lavarnos el cerebro. Yo creo que no le falté el respeto a nadie en la IM para que salieran con esta grosería. Soy un hombre de 73 años. No me voy a retractar porque eso es una infamia. Después de diez años y de llevar el éxito a la Plaza del Entrevero, no me pueden pedir que me vaya a arrodillar, están todos locos. Es una burla”. 

Prates pide que los medios de prensa se movilicen y hagan un desagravio “por el honor de los tangueros de la Plaza del Entrevero”. Yunta Brava también organiza milongas en la Plaza de los Bomberos y en la Plaza Cagancha.  

Baile prohibido.

Los hechos del domingo 15 fueron difundidos por las damnificadas en Facebook. Florencia Veiro, gestora cultural y estudiante de tango, y Lucía Conde, bailarina, docente de tango y organizadora de milongas, contaron que después del primer baile, una señora de la organización les dijo: “Dos mujeres acá no se permite, está prohibido”. Cuando le preguntaron quién era el responsable de esa medida, les contestó que era una disposición de la IM. Después intervino Prates y les pidió en forma “poco amable” que se retiraran. “Acá no queremos tortas ni maricones”, les dijo, y agregó que ese espacio “reúne a familias y niños”.

Cuando las jóvenes se marchaban, escucharon por los parlantes que Prates decía que “no iba a permitir conductas inapropiadas en la milonga que organizaba desde hacía diez años”. Veiro y Conde fueron hacia la Sala Zitarrosa y le contaron lo sucedido a su director, Jorge Schellemberg, quien cruzó a la plaza para hablar con Prates, pero no fue escuchado.

La actitud de Prates generó repudio en las redes sociales, por las que se convocó a una Milonga inadecuada para el domingo 22 en la Plaza Fabini. Consultada por Búsqueda sobre la resolución de la IMM, Conde señaló que ella y Veiro no buscaron que se cerrara la milonga. “Lo sucedido nada tiene que ver con el tango, que es donde conviven en un abrazo distintos géneros, razas y procedencias”, explicó. Sobre la convocatoria a la Milonga inadecuada, dijo que no pretende ser una confrontación “sino un encuentro pacífico en un espacio que es de todos”.

Las discusiones de esta semana abordaron también el contenido “machista” de las letras de tango. El martes 17, la senadora del Frente Amplio Constanza Moreira se mostró molesta por la situación que vivieron las dos jóvenes: “El espacio público es por donde circulamos todos, entonces cualquier discriminación, por cualquier cosa es una herida a todo lo público”, dijo. Agregó la naturaleza “cavernícola” de lo sucedido y que el tango “no ha ofrecido una imagen de la mujer precisamente autónoma, de avanzada”, por el componente “machista y paternalista” de sus letras. “Queremos otro tango y también otros bailarines”, afirmó.

Inclusivos.

En Montevideo hay por lo menos una milonga por noche, y Cristina Castelar las conoce prácticamente a todas. Junto con su marido, Carlos Solís, va cuatro veces por semana a milonguear. “Lo que sucedió en la Plaza del Entrevero de ninguna manera pasa en las milongas. Los milongueros somos de lo más inclusivos, baila todo el mundo, de todas las edades y con todas las combinaciones. Disfrutamos del baile, no importa con quién. Siempre veo mujeres bailar juntas porque van menos hombres”, le dijo a Búsqueda.

A Castelar no le parece bien que la IMM le suspenda el permiso a Yunta Brava. “Son unos viejos igual que yo y no los vas a cambiar. Que le paren el carro, pero que no se acabe ese espacio”, afirmó. Castelar participará de la Milonga inadecuada y seguramente bailará con alguna mujer.

Con 38 años, Joven Tango es la institución tanguera más antigua. Juan Pedro Rubinstein, su director considera que a lo sucedido el domingo 15 se le dio demasiada importancia y difusión. “No lo compartimos, pero tendría que haber pasado desapercibido porque todo esto no le hace bien al tango”. Recordó que a principios del siglo XX se bailaba entre hombres: “A veces si faltan hombres en nuestras milongas, las mujeres bailan entre ellas”, señaló.

Margot Mateauda regentea desde hace años la milonga Lo de Margot, que funciona en su casa y por eso se reserva el derecho de admisión. “Yo mismo bailo con mujeres con ciertos códigos, con respeto. Las profesoras bailan con mujeres para que entiendan cómo es el baile, cómo el hombre lleva a la mujer, y hay chicas que aprenden a llevar al varón”. Sobre lo que sucedió en la plaza piensa que a Prates “se le fue la moto”. “Pero es un gran trabajador por el tango, ha hecho mucho desde hace mucho tiempo”.

Un matiz diferente ofreció el artista plástico Oscar Larroca. En Facebook, planteó que es desmedido el alcance de la protesta. “Para nada quise justificar lo que hizo y dijo el responsable de la milonga. Responde a una cultura que no es la mía y además está haciendo usufructo de un espacio público. Lo que yo señalé es que hay una cantidad de ancianos que van a bailar a la plaza a los que se les pide ‘a prepo’ que se adapten a unos cambios que no siempre entienden”, explicó a Búsqueda. En la red social, había escrito: “Sería una falta de respeto que alguien los calificara de cavernícolas solo porque no asumen, a una velocidad que no pueden, que la sociedad evolucionó y ellos no”. Por estas apreciaciones, Larroca recibió de sus seguidores en Facebook fuertes críticas: “Es lo que está pasando en las redes, no se puede elaborar un discurso medianamente serio. Me contestaron con una intolerancia mayor de la que a mí se me adjudica y me llegaron a decir que dentro de poco voy a estar defendiendo a los neonazis”.