• Cotizaciones
    lunes 09 de diciembre de 2024

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    ¿Un Bolsonaro uruguayo?

    Director Periodístico de Búsqueda

    Nº 2162 - 17 al 23 de Febrero de 2022

    No es un simple dislate o un grito para la tribuna, de esos que solo sirven para levantar a todos de su asiento. La gente “está podrida de la política”, sostienen desde Cabildo Abierto, según informó Búsqueda en su última edición. Y tienen razón. No toda la gente pero una parte importante sí lo está. Cada vez hay más fastidiados, que optan por alejarse todo lo posible de cuanto involucre a una bandera partidaria.

    El asunto es qué hacer con eso y Cabildo Abierto parece tenerlo bastante claro. Según trabajos realizados por algunos especialistas y empresas de opinión pública, muchos de sus votantes son los defraudados con los partidos tradiciones, especialmente con blancos y colorados pero también con el Frente Amplio. A la vista de las últimas elecciones, no son pocos. Llegar a recibir el voto de cerca del 10% del electorado en menos de seis meses de existencia es algo muy difícil de lograr y la colectividad liderada por el general retirado y actual senador Guido Manini Ríos lo consiguió. Ahí había algo latente que ellos pudieron ver y capitalizar.

    Pero no se quedaron solo en eso. A casi dos años de gobierno parece bastante claro que a los cabildantes no les gusta pasar desapercibidos. Algunos de sus principales dirigentes, en especial Manini Ríos, están enojados con la prensa y particularmente con Búsqueda por lo que se informa sobre ellos. Pero no por ser el centro de atención sino porque les gustaría controlar de qué forma serlo. Creen en la libertad pero solo la monitoreada por ellos, con disciplina militar. Llevan todo a un esquema de guerra, en el que hay buenos y malos, intereses oscuros atrás de cada movimiento y objetivos muy fantasiosos. Un mundo paralelo, pero rendidor.

    Lo que está haciendo Cabildo Abierto no es nuevo en el mundo ni mucho menos en la región y genera buenos resultados. Subestimarlo es alimentar su crecimiento. Algunos optan por ese camino pero otros, los más previsores, hace ya un tiempo que se pusieron en alerta y están buscando la forma de contrarrestarlo, aunque saben que no es fácil.

    En las últimas semanas, varios jerarcas del oficialismo me transmitieron en privado su preocupación por la actual fortaleza de Cabildo Abierto y su posible crecimiento a futuro. Uno pertenece al Partido Nacional desde hace décadas y hoy ejerce un cargo importante en el Poder Ejecutivo. Su palabra vale mucho por dos motivos: por su olfato entrenado mediante una larga trayectoria política y por su lugar de privilegio entre los que mandan, lo que lo lleva a estar al tanto de los movimientos de los distintos partidos que comparten la responsabilidad gubernativa.

    Ese jerarca me habló de la necesidad de poner barreras para evitar el traspaso hacia Cabildo Abierto de votos blancos, en especial los ubicados más hacia la derecha. Se refirió a la importancia de contemplar de alguna manera a los malhumorados, a los que se sienten cómodos con esa dinámica bélica y de la importancia que tiene en ese terreno la senadora oficialista Graciela Bianchi. “Es muy necesaria”, fue su reflexión y creo que no se equivoca.

    Del lado de los colorados, el que me expresó su preocupación fue uno de los principales legisladores de esa colectividad política. A él y sus correligionarios les pesa la posibilidad de que Manini Ríos les siga quitando adhesiones y que en 2024 consiga superarlos en votos. A su entender, el que puede llegar a frenar esa eventual sangría es Pedro Bordaberry. “Tiene que volver, el partido lo necesita”, fue su conclusión y tampoco creo que sea equivocada.

    En el Frente Amplio está ocurriendo algo muy distinto. Varios integrantes de esa colectividad política no solo no buscan la forma de detener el avance de Cabildo Abierto sino que lo alimentan. Lo sienten como un aliado circunstancial, útil como para causar problemas a la coalición gobernante y entonces optan por darle protagonismo. Además de ser oportunista, esa estrategia les puede llegar a provocar un problema importante a futuro. Cabildo Abierto también se quedó en las últimas elecciones con votos que antes fueron del Movimiento de Participación Popular. Así lo muestran los estudios de opinión pública al respecto, algunos publicados por Búsqueda. Y puede volver a hacerlo o hasta profundizarlo.

    Salvando las distancias, el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, empezó su carrera política con menos del 10% del electorado. Luego, con un discurso en contra de los políticos tradicionales, los medios de comunicación y basado en valores como la familia, la patria y la disciplina, similar al de Cabildo Abierto, fue creciendo hasta ganar las elecciones. Esto no necesariamente quiere decir que Manini Ríos pueda llegar a ser presidente. Son países distintos. Pero no ver las similitudes entre ambos procesos sería bastante torpe. Desde lo militar hasta lo religioso, pasando por lo combativo, ambos líderes comparten una forma de hacer política y han aumentado en muy poco tiempo sus seguidores. Generaron además movimientos muy centrados en sus figuras, que dependen exclusivamente de ellos. Claramente, no están hablando contra el viento.

    Los vínculos entre el partido de Bolsonaro y el de Manini Ríos son públicos, nadie los niega ni los oculta. Es más: Manini ha viajado a Brasilia para reunirse con autoridades de primera línea del gobierno del vecino del norte y fue a la asunción de Bolsonaro. Así que no es para nada alocado analizar sus procesos en conjunto y detenerse en algún punto de contacto. Es probable que hasta sea un halago para los cabildantes.

    Uruguay no es Brasil, dirán muchos y les asiste razón. Por varios motivos los procesos también se diferencian bastante. El principal es que la corrupción denunciada y comprobada en los gobiernos del Frente Amplio fue menor a la asociada con el Partido de los Trabajadores en el gigante norteño. Bolsonaro se fortaleció con todo el andamiaje de ilegalidades instalado alrededor primero de Lula y después de Dilma, pero que también salpicó a políticos de otras orientaciones ideológicas. Llegó un punto en el que muy pocos quedaban libres de acusaciones y así creció el militar retirado, con un discurso de mano dura. En Uruguay el sistema político goza de otra salud, al menos por ahora. Y por suerte.

    Lo que sí, Cabildo Abierto está muy lejos de debilitarse y, dadas las actuales circunstancias, puede llegar a crecer en las próximas elecciones. No es poca cosa.