• Cotizaciones
    viernes 16 de mayo de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    A hundred years from today

    Sin ser un tema de discusión en las reuniones familiares, en el cumple de 15, en la esquina o en el bar; los robots asesinos (killer robots) y toda una batería de armas dotadas de inteligencia artificial y enorme capacidad de fuego (tanques, aviones, naves), avanzan y se perfeccionan día a día en los cinco continentes.

    Hace solo un siglo, millones de personas se mataban a punta de bayoneta o morían apestados en las trincheras inundadas. No es una imagen: durante la I Guerra Mundial murieron 230 soldados por hora. Uno cada 15 segundos.

    Y, sin embargo, se trató de una guerra modernizadora, llena de innovaciones. Fue la primera guerra mecanizada. En sus campos debutaron los tanques, las barricadas y los nidos de ametralladoras. En sus cielos debutaron los aviones, los bombardeos masivos y las divisiones de paracaidistas. También apareció el letal gas de fósforo y cloro.

    Como consecuencia directa de las acciones militares, la cantidad de muertos, heridos y desaparecidos fue de casi 40 millones de personas. Hubo combates legendarios: en Verdún cayó el 10% de todos los franceses que fueron víctimas durante toda la guerra.

    Pero peor aún fue la batalla de Somme. Allí cayeron 419.000 británicos, 200.000 franceses y 650.000 alemanes. Sumaron alrededor de 1.300.000 hombres cuyo sacrificio no significó absolutamente nada desde el punto de vista militar pues las matanzas de Verdún y Somme no cambiaron las posiciones previas en el campo de batalla.

    Veamos un número que da vértigo: en solamente un año, 1916, tres países europeos perdieron 2.250.000 hombres en enfrentamientos directos.

    Y sin embargo, de todas las armas que se inauguraron en este conflicto mundial, la más efectiva fue la que sacó a relucir Alemania a comienzos de 1917. En abril de ese año, un tren alemán transportó a Lenin desde Suiza, en donde estaba refugiado, hasta Rusia. Para que llegara vivo y sano a destino, un grupo de soldados alemanes se encargó de su seguridad personal.

    El viernes 13 de abril a las 9:23, Lenin llegó a Estocolmo, desde donde siguió viaje a Rusia vía Finlandia ese mismo día a las 18:37, luego de comprarse un traje en la tienda más lujosa del país y de dar clases de política y estrategia a los camaradas suecos.

    El envío a Rusia de Lenin, y con él de una importante cantidad de dinero alemán (la cual si bien no se ha podido calcular con exactitud fue lo suficientemente grande como para financiar buena parte de las actividades revolucionarias en su país), tuvo los efectos deseados por Berlín: la revolución bolchevique liquidó el imperio zarista y eliminó al principal enemigo de Alemania en el frente oriental.

    El 3 de marzo de 1918 se firmó la paz de Brest-Litovsk, según la cual la Rusia revolucionaria reconoció las exigencias alemanas de independencia a Finlandia y a importantes territorios del Báltico y aceptó notables pérdidas de influencia en Europa oriental.

    Pero si “el arma secreta” alemana llamada Lenin fue un éxito bélico “barato en vidas humanas”, en la medida que le permitió a Alemania neutralizar al enemigo ruso y concentrarse en los otros frentes de guerra, la cantidad de personas que murieron como consecuencia directa de la toma del poder por parte de los bolcheviques superaría en mucho (es más: doblaría) todas las muertes por acciones militares durante la I Guerra Mundial a lo largo y ancho del planeta.

    Dentro de la marea de celebraciones, presentaciones de libros, revistas y películas que se realizaron el año que acaba de finalizar sobre ese horror que fue la I Guerra Mundial, no está de más dedicarle unos minutos a pensar en el actual avance de la robótica en el campo bélico. En una perspectiva histórica, los 100 años que han pasado desde el balazo de Sarajevo han sido pródigos en cambios y en revoluciones de todo tipo en todas las actividades humanas.

    Por eso hoy, cuando un sistema de defensa automatizado, cargado con una enorme dosis de inteligencia artificial, destruye los misiles enemigos en el aire; o cuando un avión sin tripulación es capaz de detectar y eliminar bases militares ocultas, las alfombras de soldados corriendo hacia la muerte o muriendo como ratas en las barricadas de Francia y Bélgica nos parecen algo propio de la Edad Media.

    ¿A quién le importa lo que pase dentro de 100 años? La voz gangosa de Jack Teagarten hizo famosa una canción que ya cumplió 75 años y que es excelente telón de fondo para el punto final de esta columna: ¿cómo serán las guerras dentro de otros 100 años?