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Quedan pocos días para que el fiscal Juan Gómez deje en manos de su sucesora, María de los Ángeles Camiño, la investigación por estafa y lavado de activos contra el ex dirigente de la FIFA, Eugenio Figueredo. Los primeros días de febrero abandonará el juzgado de Crimen Organizado y pasará a una sede penal. Sin embargo, no quiere dejar cabos sueltos. Por eso estas semanas trabajó intensamente en cerrar una negociación que inició tiempo atrás con el propio Figueredo: el intercambio de información por una reducción en la extensión de la pena.
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En los últimos días el fiscal se reunió en al menos tres oportunidades con Figueredo y su abogada Karen Pintos para afinar los detalles del acuerdo, dijeron a Búsqueda fuentes judiciales. Aseguraron que la firma del trato es “inminente”.
Eso le permitiría al ex dirigente cumplir una condena más corta, y en su domicilio. De todas formas el arresto domiciliario al que aspira Figueredo, y que ya solicitó ante la Justicia, es un beneficio que de acuerdo a la ley puede obtener por su edad—83 años—y su estado delicado de salud, precisaron las fuentes. Por eso el ex vicepresidente de la FIFA busca, además, bajar la cantidad de años de reclusión —como máximo serían 15 años, pero podrían reducirse a cinco o seis— y negociar las condiciones en las que quedará detenido.
El objetivo de la Fiscalía es obtener información provechosa para la investigación e identificar más bienes del ex dirigente, para recuperarlos para el Estado. La Justicia ya embargó nueve propiedades de Figueredo, pero sospecha que tiene más y por eso quiere su ayuda para identificarlas.
Por otra parte, fuentes cercanas al caso indicaron que hay bienes que Figueredo entiende que no debe entregar a la Justicia porque no los adquirió con dinero obtenido de forma ilícita. Ese aspecto también es parte de las negociaciones con la Fiscalía, aseguraron.
Figueredo llegó a Montevideo el 24 de diciembre desde Zurich, donde estuvo detenido a pedido de la Justicia norteamericana, que investiga hechos de corrupción en la FIFA. A pesar del interés de Estados Unidos, los suizos concedieron su extradición a Uruguay, donde se lo investigaba desde 2013 por presuntas irregularidades en contratos de televisación de torneos de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). A pedido de Gómez, la jueza Adriana de los Santos lo procesó con prisión por los delitos de estafa y lavado de activos.
FBI.
Mientras se define el destino de Figueredo en Uruguay, los norteamericanos no le sacan los ojos de encima. La semana pasada, informó el domingo 24 el diario “El Observador”, llegó a Montevideo un agente a cargo de la investigación que el FBI lleva adelante por los hechos de corrupción cometidos en el órgano rector del fútbol mundial, la FIFA. Se reunió con el equipo de la jueza De los Santos y del fiscal Gómez, con la Secretaría Nacional Antilavado de Activos, con la Unidad de Información y Análisis Financiero del Banco Central y con integrantes del Instituto Técnico Forense.
El FBI “estaba interesado en conocer la situación de Figueredo y el estado de la investigación”, indicó una fuente judicial. A los norteamericanos les interesa especialmente la información que el ex dirigente puede aportar sobre empresas estadounidenses que estén involucradas en lavado de activos y en otras irregularidades que investigan en torno a la FIFA.
Por otra parte, querían “confirmar que Figueredo será juzgado en Estados Unidos una vez que cumpla su condena en Uruguay”, informaron.
La Justicia uruguaya se comprometió a entregar al ex dirigente a los norteamericanos cuando finalice su condena. Aunque la edad de Figueredo es una desventaja para Estados Unidos, la visita del FBI demuestra “el interés” de ese país en “juzgarlo”, afirmó una fuente judicial.
“Buchón”.
Hoy jueves a las 10.30 el presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, concurrirá al Juzgado a declarar como testigo. El pasado lunes fueron a la sede penal dos escribanos del estudio Améndola que trabajaban con Figueredo.
Durante su audiencia ante la Justicia, Figueredo dijo que compró sociedades panameñas al estudio de Damiani y aseguró que no le había cobrado honorarios por las gestiones (Búsqueda Nº 1.850).
En el interrogatorio Figueredo dio a la Justicia detalles de las maniobras por las cuales recibía grandes sumas de dinero a cambio de mantener privilegios en los contratos de televisación de los torneos organizados por la Conmebol. El ex dirigente, aunque dijo que no se considera un “buchón”, involucró a varios dirigentes del fútbol americano. “En algún momento hay que empezar a decir la verdad”, afirmó.
Según dijeron a Búsqueda fuentes cercanas al caso, Damiani concurrirá hoy para “ratificar los dichos de Figueredo en cuanto a la relación del estudio” con él. Damiani sostiene que sí le constituyó algunas sociedades —como informó al Estado cuando detuvieron al dirigente en Zurich—, pero que no le manejaba las finanzas, por lo cual no está involucrado en las maniobras ilícitas. Uno de los consultados señaló además, que Damiani es uno de los denunciantes de la causa, ya que Peñarol fue uno de los clubes que presentaron la demanda contra Figueredo en diciembre de 2013.
En ese entonces, siete clubes de fútbol y la Mutual de jugadores denunciaron las presuntas irregularidades en los contratos de televisación de torneos de la Conmebol cuando el uruguayo estuvo al frente del organismo. Esa denuncia dio inicio a la investigación que terminó con Figueredo tras las rejas.