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En la página 45 del semanario Búsqueda de fecha 28 de abril con 2016, se hace referencia a la denuncia del Partido Independiente con relación al equipamiento de las fábricas de cementos de Ancap. Al Sr. Senador le “llama la atención que la totalidad del equipamiento contratado por las plantas haya sido adquirido al mismo proveedor”, siendo el mismo la firma F. L. Shmidth de origen danés, siendo su representante en Uruguay la firma Vimar Cement SA.
También le llama la atención que “en 4 procesos licitatorios, la firma mencionada era la única que se haya presentado” y solicita a la Justicia que investigue si hubo algún tipo de direccionamiento en los procesos de selección.
En una palabra, al Sr. Senador le faltó indicar que se estaba frente a una situación de Petrobras uruguayo.
A los efectos de aclarar este proceso indicaremos cuál era la tecnología cementera en el Uruguay desde sus comienzos. En la primera mitad del siglo XX había dos firmas cementeras: la Compañía Uruguaya de Cemento Portland con su cantera en Verdum y el proceso industrial en Sayago con cuatro hornos y la Compañía Nacional de Cemento SA en la localidad de Pan de Azúcar con un horno. En 1956 se inaugura la planta de Ancap en Minas con un solo horno y posteriormente se aumenta la producción con un segundo horno.
Más adelante, se inaugura la Planta de Paysandú y se amplía también con un segundo horno.
A fines del siglo XX, la Compañía Uruguaya transforma su proceso de fabricación de vía húmeda por vía seca.
En resumen, durante todo el siglo pasado teníamos en el país 3 plantas de cemento con un total de 10 hornos.
¿Sabe el Sr. Senador qué firma proveyó esas plantas cementeras? De los 10 hornos, 9 fueron instalados por la firma de la que Ud. desconfía, por F. L. Shmidth, y 1 horno por una firma sudafricana que posteriormente fue adquirida por la mencionada firma danesa.
Proyectando su pensamiento de incertidumbre, y en lo que respecta a Ancap, tendríamos que dudar de la honorabilidad del Ing. Astiz Conforte (primer gerente de Portland de Ancap), del Ing. Margenat, del Q. I. Paroli e incluso del que suscribe esta nota que fueron gerentes divisionales de este ente, así como otros funcionarios que ocuparon altos cargos en esa administración.
Como bien lo indica la nota de referencia, los equipamientos involucran cifras siderales.
Cifras siderales que sobrepasan la facultad de los gerentes divisionales como ordenadores de gastos. Son cifras que únicamente el Directorio de la empresa puede adjudicar.
Los técnicos estudian las ofertas, eligen el posible candidato a adjudicar, el gerente divisional eleva a la Gerencia General un proyecto de resolución y esta, si está de acuerdo, lo eleva al Directorio. Estas son las instancias en que se puede aprobar, modificar o anular el proyecto elevado por la plana operativa.
¿Sabe el Sr. Senador cuántas empresas existen en el mundo que pueden instalar una fábrica de cemento?
Durante el siglo XX hubo únicamente dos de primer nivel: la mencionada danesa F. L. Shmidth y la alemana Polysius. A fines de ese siglo surgió una firma de origen chino con escasos antecedentes regionales.
Las dos firmas mencionadas son excelentes en lo que respecta a la tecnología aportada, el asesoramiento a los técnicos y la preocupación posventa ante cualquier anomalía.
La firma danesa siempre se ha presentado al llamado de Ancap, mientras que la firma alemana ocasionalmente, sin perjuicio de que sus representantes han acudido a visitar las plantas operativas.
También se nombra en dicho artículo a la firma Vimar Cement SA como representante en el Uruguay de la firma danesa, aspecto normal que posee toda firma internacional. A menos que se quiera incluir en el tufo “Petrobras”. Esta situación es similar al ejemplo de que el Sr. Senador pida 1 porción de pizza y fainá y le eche las culpas al delivery de que la mercadería está salada. La culpa no la tiene el delivery sino el pizzero. Y la firma Vimar Cement SA es simplemente un delivery de lujo de doble flecha: recibe la información o pliego licitatorio de F. L. Shmidth, la entrega al destinatario y al mismo tiempo diligencia todas las consultas de las plantas operativas hacia la matriz así como recibe a los técnicos extranjeros cuando es necesaria la presencia en el Uruguay.
Lástima que el Sr. Senador del Partido Independiente no haya hecho las consultas pertinentes ante los técnicos y asesores que conocen del tema cemento antes de emitir “su preocupación por el Petrobras uruguayo”.
