• Cotizaciones
    domingo 18 de mayo de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Aquellos, en la niebla (II)

    Zita estaba en casa, despierta y vestida, en plena madrugada. Quería encarar a Pichuco, quien le había prometido llegar más temprano y convertido en “un hombre nuevo”. Lo sintió llegar, tropezando, a las seis de la mañana.

    —¿Así que este era el cambio que me prometiste?

    —Lo siento, vieja… Ligaste mal… El hombre nuevo te salió igual al viejo…

    La anécdota viene a cuento porque durante décadas de tango, la noche trajo a mal traer a muchos hombres que, sin quererlo, comprometían amores sinceros. Y la idea es reivindicar a alguno de tales matrimonios que fueron una muy saludable y, en ciertos casos, injustamente olvidada excepción. Es el caso de Manuel Ferradás Campos y Margarita Pacheco Huergo, cuya valiosa obra, ya individual, ya conjunta, se ha perdido en la niebla del tiempo.

    Ambos fueron longevos, multifacéticos y correctísimos.

    Ferradás Campos (11 de agosto de 1913, Formosa - 20 de abril de 1986, Buenos Aires) tuvo una gran trayectoria radial como periodista de teatro y deportes y autor de radioteatros famosos, fue poeta, letrista de tango y director de revistas de actualidad, caso de la recordada Antena. Tiene el innegable mérito de haber sido el primer poeta de libros que, en plena década de 1920, hizo una letra de tango sin un vocablo de lunfardo, que a esa altura reinaba entre la mayoría de los autores, convirtiéndose en la cuña sustantiva que dio paso a otro tipo de poética en la música popular ciudadana; en realidad, para hacer justicia a la verdad histórica, esa letra nació como un poema más, para un libro que pensaba editar; pero un bandoneonista amigo, José Tinelli, abuelo del inefable Marcelo, lo persuadió de ponerle música; así nació el precioso (hoy algo difuminado por la desmemoria) Será una noche, una belleza del tango clásico: “Yo sé que habrá una noche/ feliz en mi existencia,/ será la noche aquella/ triunfal de mis amores,/ cuando el cansancio de vivir/ te haga volver./ Yo sé que habrá una noche/ en que vendrás a mí”. Ferradás Campos compuso otras letras de tango que merecen ser recordadas: Diez años (música de Pascual de Gregorio y Cayetano Puglisi); El poema en gris (música de Eduardo “El Chon” Pereyra, autor de Madame Ivonne); Embrujamiento (música de Alfredo Malerba, esposo de Libertad Lamarque, y Dante Smurra); Nieve (clásico de Agustín Magaldi, con música del cantor) y Se marchitó un clavel (música de José Tinelli). Por si todo lo referido pareciese poco, fue quien propuso, en 1960, que los premios otorgados a programas de radio y televisión llevasen por nombre el tradicional y vigente Martín Fierro.

    Su esposa, Margarita Pacheco Huergo (3 de abril de 1916 - 2 de setiembre de 1983, Buenos Aires) quizás deba su lamentable oscurecimiento en la memoria del tango a una actitud que exhibió toda su vida: rehuirles a las entrevistas y los reportajes. Pianista de conservatorio, profesora de música,  compositora, poeta, actriz y autora de libretos radiales y televisivos, la historia le reconoce haber sido la primera mujer en componer una pieza musical —hace más de setenta años— cuya calidad melódica era igual o superior a las más de seiscientas más conocidas y hasta entonces compuestas por autores masculinos: El adiós, mítico tango con letra de Virgilio San Clemente, estrenado nada menos que por Ignacio Corsini y del cual hay una excepcional versión de Osvaldo Pugliese con la voz de Jorge Maciel, que quizás sea inmejorable. Tal es la parte oficial de la anécdota; la otra, menos sabida, es que Margarita terminó de crear su música a las dos de la mañana; a esa hora llamó a Corsini, que era un amigo de la casa, y se la hizo escuchar; fue tal el entusiasmo del cantor, que muy poco después se plantó ante la autora junto a San Clemente, otro amigo, para que este hiciera la letra de inmediato: “En la tarde que en sombras se moría,/ buenamente nos dimos el adiós,/ mi tristeza profunda no veías/ y al marcharte sonreíamos los dos…”. Fue autora de otros tangos considerables aunque menos populares: Don naides (letra de José Clausi), Sinfonía de arrabal (letra y música de ella), Alas rotas y Lágrimas (músicas de Edgardo Donato), Canto de ausencia (letra de Homero Manzi) y Gardenias (única composición que hizo junto a su marido). Margarita Pacheco Huergo incursionó en el cine, pero tuvo un desafortunado debut: su coprotagonista en Galería de esperanzas, el cantor Luis Díaz, era mucho más alto y eso fue causa de ácidas burlas que, aunque filmó tres películas más, nunca pudo superar.