La prensa informó días atrás que un coro infantil en un recital interpretó la célebre ronda infantil Arroz con leche en su nueva versión, propuesta por el Frente Amplio hace unos años, pero hasta ahora no cantada en público.
La prensa informó días atrás que un coro infantil en un recital interpretó la célebre ronda infantil Arroz con leche en su nueva versión, propuesta por el Frente Amplio hace unos años, pero hasta ahora no cantada en público.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáNo les recordaré la letra original, porque todos la tenemos grabada a fuego en nuestro disco duro de la infancia. Sí les transcribiré, por si se les pasó desapercibido, el nuevo texto, inclusivo y antisexista: “Arroz con leche, me quiero casar, con una personita de Brazo Oriental, que sepa querer, que sepa soñar, que sepa compartir las ganas de jugar”. He aquí un ejemplo de política igualizante e igualitaria, sí señor (y señora, claro).
Este ejercicio de poesía inclusiva es el resultado del valioso trabajo de una silenciosa institución creada hace un tiempo en el ámbito de la Presidencia de la República, llamada Benemérita Organización Limitante de las Agresiones Semánticas (BOLAS).
La BOLAS está encargada de vigilar y corregir todo lo que suene políticamente incorrecto, en un país en proceso de pulimiento idiomático e inserción globalizada y globalizante de todos los colectivos marginados y postergados en nuestra sociedad.
Mantuvimos un encuentro con el director de BOLAS, el Lic. Braulio Elvir Tuoso (a quien sus amigos y compañeros de trabajo llaman “Loco Recto”), quien nos informó sobre los futuros cambios que se registrarán en otras manifestaciones artísticas que reflejan realidades superadas por el tiempo y la sociología.
Tal es el caso de la Rueda-Rueda, otra ronda infantil como el Arroz con leche, que ha merecido la intervención de estos cruzados de la corrección política.
En efecto, la Rueda-Rueda arranca diciendo “a la rueda rueda, de pan y canela, dame un vintén que me voy a la escuela”. Don Braulio nos dijo que el informe técnico de BOLAS expresa que “no es conveniente que los niños y las niñas manejen unidades monetarias perimidas, por lo que esta parte de la ronda debería decir o bien “dame 36 pesos que me voy a la escuela”, o en su defecto “dame la tarjeta STM”.
Eso no es todo —prosiguió don Braulio. Ese verso perverso —agregó— dice más adelante “vino la maestra y me dio un coscorrón”, estimulando la violencia intraescolar en forma totalmente inadecuada, pero en adelante dirá “vino la maestra y me convocó al aula para mantener un diálogo acerca de mi comportamiento”. Y para concluir con este caso —dijo don Braulio— el final del cantito es totalmente inaceptable: “Que viva la pipa de vino carlón” ¿se da cuenta? ¡Los niños y las niñas vivando la ingesta alcohólica! ¡Por favor! Aquí se dirá “que viva la caramañola de jugolín”, o algún otro producto alimenticio inofensivo o inocuo para la infancia.
También estamos revisando La Farolera, porque presenta ribetes muy peligrosos. Vea usted —dijo— “la farolera tropezó, y en la calle se cayó, y al pasar por un cuartel, se enamoró de un coronel, alcen la barrera, para que pase la farolera” ¡Tremendo! Una muchachita trabajando de noche, expuesta a todos los riesgos, tropieza y cae, y en el desamparo nocturno es seducida por un militar, que encima ordena que se levante la barrera para que la desdichada entre en el cuartel, ¡quién sabe con qué oscuros propósitos! ¡Hay que cortar de raíz estas confusiones tan peligrosas, que alteran las frágiles mentes de niños y niñas!
Don Braulio también me contó que están trabajando con algunas letras de tangos, con la finalidad de introducirles correcciones y directamente prohibirlas.
Mire —me dijo—, hay un tango que se llama Biaba, de Celedonio Flores y Edmundo Rivero, que nos parece que va ir a la censura sin más discusión. Con esto de la violencia doméstica, que tan preocupados nos tiene, calcule que el dueño del bulín le dice a la muchacha “del laburo, sin hacer estación, venite a casa” y ella no le hace caso, y “sucia y borracha, llegó como a las nueve la muchacha, por seguirle la farra a un mishetón” ¿Y cómo sigue la letra? Fíjese: “Los bifes, los vecinos me decían, parecían de una noche de gala en el Colón”. ¡Inaceptable!
No le digo nada el trabajo que nos están dando algunas canciones patrióticas, como el Himno Nacional y Mi Bandera —dijo luego el licenciado Elvir Tuoso.
Y prosiguió. “Orientales, la patria o la tumba”, una invocación a la violencia, lo pensamos cambiar por “orientales, la patria o la consideración profunda de si vale o no la pena arriesgar la vida en un inútil intento”, y “libertad, o con gloria morir” irá como “libertad, o con gloria analizar si estamos frente a una alternativa inexorable que podría acarrearnos dificultades que no serían las deseables, considerando las circunstancias”.
Y en Mi Bandera —agregó— sustituiremos “y es su sombra la que buscan los valientes al morir”, por “y es su sombra la que buscan los valientes al analizar las diversas opciones que se nos presentan antes de considerar una fatalidad como inexorable”. Tenemos algunos problemas con las métricas y las rimas, pero eso es secundario, ya que priorizamos lo que es correcto, inclusivo, pacífico, igualitario —concluyó don Braulio.
La de BOLAS es una tarea patriótica admirable, en la que todos y todas debemos sentirnos responsables y militantes de una noble causa.