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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáHoy quiero honrar y recordar a Atilio Arrillaga, alias Ñato, con el mayor de los cariños.
Porque es gracias a ti, Ñato, que puedo sentirme plenamente acogida en el presente con confianza en Dios, en la vida y en la magia del amor.
Gracias, Ñato, por enseñarme a vivir, a honrar y aferrarme a la vida y a Dios. Gracias por enseñarme que vale la pena vivir, amar fuerte, trabajar duro, aprender del mundo, caer, pero siempre volverse a parar, con esfuerzo, perseverancia, confianza y humildad.
Hombre respetuoso, valiente, guerrero, inteligente, cariñoso, serio, leal. Apasionado de la vida.
Gracias por dejar el mensaje de vivir la vida plenamente, disfrutarla y abrazarla bien bien fuerte.
86 años de aventuras, familia, amigos, amor, trabajo, picardías, política, negocios, lecturas, viajes. Si las habrás disfrutado, que hace unos días estabas recorriendo la Argentina con ese espíritu libre que te caracterizaba.
Agradecida es poco por la semilla que sembraste en mi corazón. Doy gracias por haber aprendido tanto con vos, por nuestras lecturas, mails, reflexiones, cuentos, anécdotas, risas, lágrimas. Por ese apretón de manos que nos dimos en los últimos días. Porque con una mirada nos entendimos perfecto.
Acá va parte del artículo que te prometí sobre El poder del ahora. El simple, pero difícil acceso al aquí y ahora.
Un libro de Eckart Tolle que accede a la mayor debilidad y fortaleza del hombre. “Porque es aquí en el ahora donde está el ser, “donde se aloja nuestra plena identidad. No somos lo que debemos hacer, sino que somos un simple ser; somos el amor presente, el acto vivo. Somos de carne y alma; humanos que abrazan, agarran fuerte de las manos, sufren de heridas, se levantan y vuelven, siempre vuelven a amar, a volver a ser. La vida son momentos, tan pequeños que hacen de nuestra esencia una grandeza.
Siempre dejarás una huella de vida, del aquí y ahora en mi corazón, gracias por tu cariño de abuelo,
Con mucho amor,
María Grazia