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Hace años, posiblemente décadas, que el Partido Nacional no tiene un liderazgo tan marcado como el que ejerce el presidente Luis Lacalle Pou, cuya influencia parece estar por encima de fronteras departamentales y sectores políticos. Factores internos y externos facilitan esta situación: Lacalle Pou está en el mejor lugar posible para ejercer esa posición, por un lado, y por otro, el fallecimiento del exministro del Interior Jorge Larrañaga y el desmembramiento del sector del senador Juan Sartori dejaron al mandatario en una posición de liderazgo casi exclusiva.
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Pero ni ese liderazgo ha podido desenredar la situación que se vive en la bancada nacionalista de la Cámara de Representantes: a diferencia del resto de los partidos, los blancos funcionan en la Cámara Baja con dos coordinadores en lugar de uno. Esa tendencia se había logrado revertir a partir de 2020, a la par de que el Partido Nacional logró acceder al gobierno, pero volvió con fuerza el año pasado.
Cuando los blancos volvieron al poder, decidieron tener un único coordinador, lo que recayó en manos del recién electo diputado de la Lista 71 Juan Martín Rodríguez, quien tenía una vasta experiencia parlamentaria como secretario del entonces diputado Jaime Trobo.
Pero en 2022 se produjo un quiebre en el interior de los diputados nacionalistas. Después de la coordinación de Rodríguez y la de Rodrigo Goñi en 2021 (Lista 40), el sector Todos quería que el rol recayera en Pedro Jisdonián (Lista 404), mientras que la llamada “bancada chica”, en la que conviven legisladores no integrados o escindidos de Todos, reclamaba ese lugar, argumentando un acuerdo verbal entre ambos bloques.
Al no conseguir un acuerdo, se volvió al régimen de dos coordinadores que había funcionado antes de 2020: además de Jisdonián, el diputado de Por la Patria Álvaro Viviano comenzó a representar a un grupo de legisladores no alineados con Todos, que incluye también a Gonzalo Mujica, Pablo Viana, Mario Colman, Nancy Núñez, María Fajardo, Javier Radiccioni y Gonzalo Onetto, quien asumió en lugar de Eduardo Lorenzo.
El hecho incluso produjo un episodio con fuertes discusiones entre aquel entonces coordinador saliente, Rodrigo Goñi, y Viviano, en medio de la bancada interpartidaria. El 5 de abril de 2022, Goñi presentó como sucesor solo a Jisdonián pero no a Viviano, lo que le valió un fuerte cruce con este último. Según fuentes de la bancada, la situación incluso ameritó una intervención del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, aunque las gestiones no lograron dar sus frutos.
Ahora la discusión se reedita en la bancada nacionalista, y no solo por la renovación de la coordinación que anualmente los partidos estilan hacer en el Parlamento. Es que el presidente de la Cámara de Representantes, el también nacionalista Sebastián Andújar, pidió a la bancada de su partido que defina a un solo titular para que asista a la coordinación interpartidaria. Si bien Andújar explicitó que a ese encuentro semanal puede concurrir, además, un alterno en nombre de los diputados nacionalistas, el pedido implica en los hechos que debe haber un solo coordinador responsable del funcionamiento de la bancada.
Por lo pronto, este nuevo esquema no comenzaría a aplicarse hasta que finalice marzo, concretamente luego de que la cámara termine de tratar el proyecto de ley de reforma de la seguridad social, que los blancos pretenden liquidar este mes, aunque en Cabildo Abierto son escépticos con ese posible desenlace. En ese plazo, los blancos deben laudar qué definición tomarán al respecto.
En el entorno de Andújar argumentan que ese funcionamiento facilitará la comunicación interna entre los partidos y evitará teléfonos descompuestos. Además, es necesario que cada partido en la cámara tenga una “referencia”.
La propuesta, sin embargo, fue analizada y rechazada la semana pasada por la “bancada chica”, que insistirá en continuar con una coordinación doble. Sus integrantes sostienen que por más que se vaticinaba un “caos” la doble coordinación es una fórmula que ha funcionado bien durante 2022, por lo que para ellos no tiene sentido alterarla. Y en caso de imponerse la decisión de un único coordinador, la “bancada chica” considera que debería ser su turno, ya que no pudieron ejercerla de forma única el año pasado.
En cambio, en el bloque Todos entienden que la llamada “bancada chica” ya ejerció su coordinación, aunque haya sido en formato doble, en 2022, por lo que no corresponde que vuelva a tomar ese rol. Andújar además es afín a que Rodríguez vuelva a ser el coordinador de la bancada nacionalista. Ambos son de la Lista 71, del bloque Todos, pero a diferencia de la Lista 404 apoyan la precandidatura de la presidenta de la departamental nacionalista Laura Raffo. Por su parte, también hay legisladores de la 404 que mostraron satisfacción por lo hecho con Jisdonián y no descartan impulsarlo para que siga en la coordinación.
Uno de los que busca descomprimir la situación es Mujica, integrante de la “bancada chica”, pero también exdirigente de la 404 y con buen vínculo con Andújar, Viviano y Rodríguez.
Mario Colman
El presidente de la bancada
En tanto, también hay otro cargo en cuestión: la presidencia de la bancada nacionalista de Diputados. Actualmente, quien ejerce ese rol es Colman, aunque fuentes nacionalistas explicaron a Búsqueda que se trata de un papel que ha venido siendo más protocolar e institucional y menos práctico que de coordinación. Sin embargo, y últimamente, desde que se volvió a la doble coordinación, la figura ha tenido un talante más práctico y ha servido, por ejemplo, para ordenar las discusiones en la bancada. “Se le dio más potestades, a sugerencia de figuras de larga trayectoria parlamentaria”, explicó un integrante de la bancada de Todos, un sector que ya tiene interesados en ocupar ese puesto.