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Empresarios del agro suelen comentar que la exposición que organiza cada año la Asociación Rural (ARU) en el Prado de Montevideo sirve de termómetro para medir cómo está el ánimo del productor, principalmente el ganadero. Este año el diagnóstico es negativo: el monto de las ventas de animales en los remates que se realizan en ese evento cayó 44% en comparación con la edición anterior.
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De U$S 857.000 correspondientes a la venta de 268 ejemplares bajó a U$S 596.000 por 223 animales, que en su mayoría fueron ovinos y bovinos, según datos de la ARU. Además, el Gran Campeón Polled Hereford fue vendido en U$S 16.000, la mitad del precio pagado por el ejemplar que había ganado en 2012.
“Hay menos dinero circulando en el agro y especialmente en la ganadería”, argumentó el presidente de esa gremial, Ruben Echeverría, al ser consultado por Búsqueda. Eso, explicó, “es reflejo de que el productor es más cauteloso a la hora de invertir, porque tendrá más gastos por el pago del Impuesto al Patrimonio (IP) y la rentabilidad viene disminuyendo” en su negocio.
Basándose en análisis de asesores de la ARU, Echeverría dijo que los productores pagarán entre U$S 90 millones y U$S 100 millones al año por concepto de IP, en lugar de los U$S 60 millones estimados por el gobierno cuando puso en vigor este año el tributo en sustitución del derogado Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales.
Otro factor negativo para la ecuación de los ruralistas es la baja en los valores del ganado verificada en los meses recientes, señaló. El kilo de novillo pasó de U$S 3,80 a U$S 3,40.
A este panorama se agregan las pérdidas por la tormenta y el frío de estos días, que derivó en la muerte de entre 30.000 y 40.000 ovinos, dijo Echeverría aludiendo a recuentos preliminares del Secretariado Uruguayo de la Lana. Advirtió: “A veces nos tildan de llorones, pero no se tiene en cuenta que por un problema climático podemos perder toda la producción del año, como les sucedió a algunos (ganaderos) en Salto, Paysandú y Tacuarembó”.
La vulnerabilidad ante el factor climático, así como el impacto de subir los impuestos y las tarifas de las naftas, fueron temas señalados por la ARU en diferentes instancias durante la Expo Prado, que culminó el domingo 15. La directiva ruralista mantuvo conversaciones sobre esos asuntos en encuentros por separado con el presidente José Mujica, los ministros Tabaré Aguerre (Ganadería) y Fernando Lorenzo (Economía), y el vicepresidente Danilo Astori.
En el acto de clausura, realizado el sábado 14, esta vez “llamó la atención” la ausencia de Mujica, así como la “escasa” participación de representantes del Poder Ejecutivo (asistieron Aguerre, el subsecretario de Ganadería, Enzo Benech, el ministro de Vivienda, Francisco Beltrame, y el subsecretario de Educación, Oscar Gómez) y de miembros de la oposición, dijeron a Búsqueda integrantes de la ARU. La jornada no contó con mucho público debido al clima frío y lluvioso registrado en los últimos días de la muestra. De hecho, en esta edición hubo casi 150.000 visitantes menos que en la anterior. En total fueron 342.000, según datos de la ARU.
Competitividad y valores.
En su discurso, el titular de la ARU dijo que los principales temas abordados en esta Expo Prado fueron “la búsqueda permanente de mejora en competitividad” y el “tratar de impulsar en el país la necesaria recuperación de valores, principios, normas de convivencia y comportamiento”.
El IP “es un grave error” que significó “un cambio en las reglas de juego” en el sector agropecuario, indicó. Dijo que ese tributo es “perjudicial” porque pone en riesgo de “desaparición” a productores familiares, principalmente a los que crían ganado. Genera “desinversión cuando se precisan más terneros y corderos” para favorecer la faena o su exportación en pie, agregó.
Respecto al tema de los valores, Echeverría manifestó que “el trabajo es un derecho pero también es un deber, que genera obligaciones”. Y cuestionó los planes sociales del gobierno con características asistencialistas: “El dinero recibido sin contraprestación consolida la dependencia y con ella se pierde la libertad y se fortalece la marginalidad cultural de los individuos”.
Recordó además que el proyecto de ley de medios audiovisuales que considera el Parlamento fue cuestionado por la Sociedad Interamericana de Prensa. “Si empezamos a cercenar la libertad de expresión vamos por un mal camino que lentamente nos conducirá a la pérdida progresiva y silenciosa de otras libertades y derechos”, alertó.
La ARU reconoció algunos aspectos positivos de las políticas de Estado para el agro, principalmente en sanidad animal, el plan de uso y manejo de suelos, y la apertura de mercados para los productos del campo. “Que tengamos puntos de vista diferentes en algunos temas es normal, no afecta las cordiales relaciones ni mella nuestro espíritu de contribución”, comentó.
“Mejor o peor”.
A su turno, el ministro de Ganadería defendió las políticas públicas para el sector agropecuario, especialmente el régimen de promoción de inversiones (que, estrictamente, alcanza a todos los sectores de actividad), el acceso a Estados Unidos para los cítricos y la “próxima apertura” para la carne ovina, entre otras.
Destacó que un “factor de competitividad no es sólo el tipo de cambio” sino también “la innovación y la biotecnología”.
Aguerre destacó el crecimiento del agro en el segundo trimestre (ver página 22). Más allá de eso, afirmó: “Hay que preguntarle a la gente si está mejor o peor; ese es el balance, eso es lo que importa; lo demás son números”.
