Ese país teutón es el segundo principal destino europeo de ese producto, luego de Holanda, que compró carne uruguaya por U$S 141 millones el año pasado.
De los U$S 380 millones generados por las exportaciones cárnicas a la UE, el 28% correspondió a Alemania y 37% a Holanda, según Inac.
En las exportaciones de carne bovina deshuesada fresca o refrigerada, los mayores mercados en valor son Holanda, con un 24%, y Alemania, con 20%, indica un reciente trabajo de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa), basado en datos de 2013.
Aclara que esos países “representan canales de ingreso a la UE y no necesariamente destinos finales” para ese producto.
Más allá de esa puntualización, el mercado alemán aumentó la participación de las importaciones de carne uruguaya, de 2% entre 2003 y 2005, a un promedio de 4% entre 2011 y 2013, considerando el total de las ventas, señala.
El precio promedio de la tonelada de carne vacuna uruguaya en Alemania se ubicó algo por encima de U$S 12.000. Mientras que el ingreso promedio de exportación de ese producto en 2014 fue de U$S 4.037 por tonelada en el total de los mercados.
Destaca que en ese destino la carne bovina de Uruguay recibe precios más elevados que el de sus competidores, EEUU, Nueva Zelanda, Australia y Brasil, a excepción de Argentina. Ese país rioplatense registró un incremento en el valor de sus carnes en Europa, a cerca de U$S 15.000 la tonelada.
Según Opypa, “estos precios están inducidos por los cambios en las políticas aplicadas en Argentina en los últimos años, que determinaron que solamente se puedan exportar cortes específicos de alto valor, por lo que el promedio de lo que exporta este país aumenta considerablemente”.
Escalamiento
En su anuario de 2014, esa repartición del Ministerio de Ganadería (MGAP) destaca que en los años recientes el mercado europeo ganó peso en las exportaciones de carne bovina sin hueso de Uruguay, fresca o refrigerada, tanto en volumen como en monto.
El pasaje del Nafta (EEUU, Canadá y México) a la UE, como destino principal de ese producto, refleja un “proceso de escalamiento en la colocación de la carne más cerca del consumidor final”, indica.
Considera, además, que en Uruguay se completan “gran parte de las etapas de empaquetado y envasado individual”.
“Uruguay está logrando hacer conocer sus carnes y establecer una marca país”, sostienen los técnicos de Opypa. Afirman que en los últimos años “la carne uruguaya es cada vez más elegida por cadenas de supermercados, restaurantes y hoteles” de alta calidad en distintos mercados.
“El principal y más directo competidor de la carne uruguaya, Argentina, tiene una marca consolidada a escala mundial y su acceso a mercados de alto valor ha sido tradicionalmente importante”, advierten. “Sin embargo —señalan, en los últimos años disminuyó su participación relativa en algunos de esos mercados, lo cual puede dejar oportunidades de negocios abiertas a Uruguay”.
Además, “la menor oferta de carne de Estados Unidos, los problemas sanitarios de otros competidores y los diferendos internacionales por el uso de hormonas en la carne, dejaron espacio a nuevas oportunidades” para ese producto uruguayo, indican.
Los técnicos del MGAP consideran “estratégico para Uruguay que busque escalar en las cadenas globales para agregar y capturar mayor valor a sus productos”.
“Cuando Uruguay dirige sus esfuerzos a la búsqueda de mayor valor a través del envasado, etiquetado, comercialización y marketing está acercándose al consumidor final desde el propio país; por lo tanto, escalando en las cadenas de valor”, sostienen.
Señalan que uno de los “factores fundamentales” del avance en el escalamiento es la trazabilidad, que es el sistema de identificación individual del ganado que recopila una serie de datos del animal desde el campo hasta la faena y posterior distribución de la carne. Eso “permite dar seguridad, transparencia y una diferenciación importante con los competidores al lograr que el consumidor final utilice las ventajas de trazabilidad de la carne”, indican en alusión a los datos del producto incluidos en una base informática.
“Una exquisita porción”
Alrededor del mediodía empiezan a llegar los clientes a uno de los locales de la cadena de restaurantes alemana Block House, en Hamburgo. En el menú figuran varios platos elaborados con carne vacuna uruguaya, como un entrecot, de carne Hereford, “jugosísimo, con su pequeño medallón de grasa”, “una exquisita porción de Uruguay”.
Los precios varían entre 20 y casi 40 euros, dependiendo de los cortes y si van acompañados de ensaladas, papas u otros productos.
Block House aumentó 13% la importación de carne bovina uruguaya en 2014, en comparación con el año anterior, informó esa empresa germana a Campo. Esa firma, creada en 1968, con 44 locales en Alemania y 8 franquicias en otros países europeos, trabaja con proveedores de Uruguay que son socios en la producción y posee personal que realiza los controles de calidad correspondientes de la carne.
Indicaron que hace 20 años que importan carne de Uruguay, que es muy apreciada por sus clientes.
Mediante un trabajo conjunto, el Instituto Nacional de Carnes y Block House, promocionaron la carne uruguaya en supermercados, ferias gastronómicas, en Hamburgo y en Colonia, y en los restaurantes.
Otra actividad de promoción en ese marco fue la noche uruguaya realizada en 2014 en el hotel cinco estrellas Grand Elysée, en Hamburgo, que contó con 180 clientes invitados, entre los que se encontraban distribuidores, grandes comerciantes de alimentos y empresarios de la gastronomía. En esa ocasión los invitados degustaron un menú elaborado con cortes cárnicos de Uruguay acompañado por vino Tannat, y escucharon música tradicional y tango.
La distribución de carne uruguaya tiende a crecer, ya que Block House también utiliza este producto para la elaboración de hamburguesas que vende en los 10 locales de Jim Block, nombre de la cadena de comida rápida que tiene ese grupo empresarial en Alemania.
Ese negocio resulta exitoso en un mercado donde los consumidores buscan alternativas más prácticas para almorzar fuera de casa.
De hecho, en un local de esa firma ubicado en el barrio de Altona, en Hamburgo, puede verse alrededor de mediodía la fila de clientes que en su mayoría son empleados de algunas empresas y turistas que van a almorzar y donde pagan algo más de 9 euros por cada hamburguesa.
El imperio de Block House superó los 340 millones de euros en 2014 y en los próximos 5 años esa firma pretende tener 30 locales de hamburgueserías en territorio germano, según un artículo publicado por el diario “Abendblatt” a inicios de enero.
