Cartas al Director Fremd y Lubitz

Situación 1. Andreas Lubitz era un joven alemán que padecía de depresión y tenía pensamientos suicidas. Buscó ayuda de médicos, incluso un siquiatra le recomendó internarse. No lo hizo porque temía perder su trabajo, el de piloto de aviones comerciales de gran porte. El 24 de marzo del año 2015, el joven Andreas se suicidó, pero no lo hizo solo sino que estrelló un avión que cubría el trayecto Barcelona-Düsseldorf con 144 pasajeros, en los Alpes franceses.

Situación 2. Guardando las distancias y las proporciones sobre los hechos, en marzo pasado tuvimos también, en Uruguay, una gran tragedia. Un maestro de educación primaria que había dictado clases el día anterior asesinó con un cuchillo de cocina y por la espalda a un ciudadano uruguayo de religión judía, el Sr. David Fremd en Paysandú.

Como hijo de sirio escribo estas líneas. Mi padre llegó a Uruguay en 1926, procedente de Tartous, con 20 años, cinco libras esterlinas en el bolsillo y una esquelita que decía “Voy a Colonia a trabajar en las canteras de arena”. Se bajó del barco en el puerto de Montevideo, obviamente no dominaba la bella lengua de Cervantes, mostró la esquelita a un vecino de la zona portuaria y le indicaron con el dedo, “para allá”, y salió caminando rumbo a Colonia.

Como hijo de sirio me siento indignado por el vil asesinato del Sr. Fremd. ¿Cómo puede ser que en nuestro país haya un energúmeno que asesine a un ser humano porque profesa otra religión? ¿Cómo puede ser que el energúmeno trabaje de maestro de educación primaria? Algo funcionó mal para que pasara lo que tristemente sucedió. Esbocemos algunas hipótesis.

i) Fracasó el mecanismo de inscripción de candidatos a maestros. El individuo fue procesado por el delito de receptación (comprar productos hurtados) y, a pesar de este dato, recibió su certificado de buena conducta y estudió magisterio. ¿Cómo puede ser que un procesado ingrese a la carrera docente? Cuando culmina sus estudios y de acuerdo a información de la prensa, el energúmeno fue director de una escuela rural, se llevó mal con los padres, le hicieron un sumario y se encadenó frente a la Inspección de Primaria.

¿Cómo puede ser que con estos antecedentes el individuo siga en la plantilla de maestros varelianos y esté educando a nuestros niños? Habría que suponer que el área de recursos humanos de Primaria fracasó en gestionar este caso. Habría que suponer que el señor director nacional de Educación Pública, como responsable político de la educación del país, también fracasó.

¿Cuáles han sido las repercusiones institucionales en la ANEP, del hecho de que un maestro en funciones, que trabajó un lunes con niños, el martes asesinó a una persona con un cuchillo de cocina porque profesaba la religión judía? ¿Qué valores transmitió el energúmeno a los niños el día anterior?

Vimos que el caso Andreas Lubitz acarreó consecuencias muy importantes. ¿Qué pasó en nuestro bendito país? Aparte de balbuceos varios, declaraciones de prensa sobre fallas en alarmas amarillas, que el maestro trabajaba poquito y no ocupaba lugares destacados en las listas de calificaciones, ¿qué sucedió en concreto? Gente conflictiva ha habido siempre en el sistema educativo. La primera medida que se toma es apartarlos de la docencia directa (disminución de riesgos). En este caso no fue así. ¿Quién es el responsable de esto en la ANEP?

¿Qué sucedió en concreto luego del asesinato? ¿Ha sido llamado a responsabilidad el director de recursos humanos de Primaria o de la ANEP, o su director general? ¿Hubo algún replanteo conceptual de la política de recursos humanos en la ANEP? Nada ha sucedido; el problema sigue siendo la gestión en la educación laica, gratuita y obligatoria.

ii) Hipótesis B. Fracasaron los servicios médicos de educación primaria en Paysandú. La pericia siquiátrica que se realizó en Salto estableció que el asesino tiene rasgos esquizoparanoicos y sicopáticos, además de síntomas depresivos. La pericia siquiátrica también estableció que el individuo constituía un “riesgo social para el mismo y para terceros”. Se podría formular la hipótesis de que los servicios médicos de la ANEP no se dieron cuenta de esta situación. Si esto es así, las autoridades de la educación pública deberían haber tomado alguna medida.

El testigo que lo detuvo luego del vil asesinato dijo: “no estaba sacado, él era consciente de lo que había hecho. Me dijo ‘esto es por la religión’. El juez Cidade, que ordenó la pericia siquiátrica en Salto al asesino, encontró que es imputable por los daños cometidos.

El asesinato del Sr. David Fremd tolera otro análisis: el del terrorismo islámico fundamentalista. La organización B’Nai B’Rith expresó su “repudio ante el asesinato del Sr. David Fremd, destacado dirigente de la comunidad judía de Paysandú. Un crimen que de acuerdo a testimonios de testigos manifiesta el odio antisemita, es inaceptable en el marco de la democracia de nuestro país. Así como reiteramos nuestra condena al brutal homicidio, B’Nai B’Rith extiende su fraterna solidaridad a la familia Fremd, en estos momentos de dolor”. También el Comité Central Israelita del Uruguay expresó que las “características del homicidio hacen presumir que se trató de un ataque antisemita, lo cual sería inadmisible para nuestra sociedad y convivencia nacional”.

La Embajada de Francia emitió un comunicado donde condenó “el horroroso asesinato del Sr. Fremd, referente de la comunidad judía de Paysandú”, concluyendo que “Francia está en guerra contra el terrorismo y está determinada a combatirlo en todas sus formas”.

Según información de prensa, el asesino se hacía llamar Abdulah Omar. Me imagino que en Paysandú estará operando un servicio de inteligencia que nos defienda contra esta lacra.

iii) ¿Se podría formular la hipótesis de que el servicio de Inteligencia del Ministerio de Defensa Nacional fue tomado en la cama con este vil crimen? ¿Se podría decir que el servicio de Inteligencia del Ministerio del Interior no percibió, ni de lejos, la amenaza que representaba el energúmeno que fungía como maestro?

¿Qué consecuencias ha tenido este lamentable hecho en las hipótesis de conflicto y en los escenarios de amenazas en el Ministerio de Defensa Nacional y en el Ministerio del Interior? ¿Será que el señor ministro de Defensa sigue sosteniendo una hipótesis de conflicto y amenaza anclada en la época de la guerra fría? ¿Quién es el enemigo a cuidar para los servicios secretos de nuestro país? ¿Será el imperialismo norteamericano, el neoliberalismo capitalista, el narcotráfico, la jihad islámica o el Gran Bonete? Se me escapó si el tema ha sido debatido con seriedad en el Parlamento, porque es un asunto que afecta las bases de la convivencia democrática nacional.

Alberto Nagle Cajes

Ph. D Educación