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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEstamos todos de acuerdo en que Tabaré Vázquez merece un homenaje. Su esposa lo tuvo en vida del viudo presidente. El presidente recién fallecido tendrá el suyo sin dudas. Orsi, la cara amable del MPP, propone rebautizar a las ceibalitas como tabarecitas. Parece una broma macabra, pero es una propuesta real amplificada por los medios hoy miércoles.
El Plan Ceibal es de las políticas con mayor consenso de las impulsadas por el FA. No hay casi voces críticas de importancia. Lo que Orsi intenta es convertir una herramienta educativa de consenso en un elemento de propaganda frentista. Es una violación a la laicidad. Los CAIF nunca se llamaran Centros Sanguinettistas para la Primera Infancia ni las escuelas doble turno con bandejas de alimentación Escuelas Julio María Sanguinetti de la República. Los colorados no propondríamos eso. Ni siquiera la jornada de ocho horas se llama jornada batllista ni el Palacio Legislativo se llama Don José Batlle y Ordóñez.
Para la tradición de la república laica que tanto defendemos algunos y otros dicen defender hoy es mucho más peligroso Orsi y sus homenajes que el cardenal Sturla. La propuesta protoperonista del intendente de Canelones no es ingenua ni aislada, no es un inocente pero malogrado intento de homenaje. Es el complemento de un programa de educación ya infiltrado donde se intenta poner el sistema público de educación al servicio de un partido político que se llama Frente Amplio.
No es un error, es un plan.
Ec. Rodrigo Vera
CI 2.619.436-4