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Es que entre los informes policiales que recibieron en las últimas semanas, los jerarcas accedieron a uno que les generó una preocupación particular. Se trata de un perfil de cuatro sicarios que habitualmente trabajan para Alberto “El Betito” Suárez y que tienen como seña común que se tatuaron en su piel fragmentos de la canción de “Somos de calle”, de Daddy Yankee.
Se trata, según los informes policiales, de la “adquisición de conductas de pandillas de origen extremo ampliamente difundidas por los medios de comunicación”. Un jerarca del gobierno consultado por Búsqueda explicó que los miembros de las bandas criminales de Guatemala, denominadas “maras”, suelen identificarse con tatuajes.
“No vemos repetido el caso de los cuatro sicarios, pero es una señal de alerta”, dijo una de las fuentes.
A continuación, la letra de la canción de Daddy Yankee de referencia para el grupo de sicarios:
“Tú sabes que somos de calle... hay cría y corazón/ Siente el fuego, las reglas del juego las pongo yo/ Porque somos de calle... hay cría y corazón/ Siente el fuego, las reglas del juego las pongo yo/ Brega legal... o nos vamo’ a lo ilegal/ Esto es negocio pa’ no lo cojas personal/ Y yo sé, que hoy día está aquí mi pana/ Y no sé, si por bravo no está mañana/ ¿Qué es lo que quieres? yo sé que tú quieres dinero/Dinero es lo que todo el mundo quiere/ Solo Don verá tu final por la ambición/ La ambición es el primer paso a la traición/ Señor por eso es que lo revientan/ Pues no puedes morder la mano que te alimenta/ Y aquí no puede romper la palabra de hombre/ Pues con tu vida puede ser que a ti te la cobren/ No dañes tu record pa’ con un anormal/ Las leyes de la calle no son las del tribunal/ Aquí los jueces dictan las sentencias con fuego/ En duelo donde naciste el arreglo de tu suelo/ Tú sabes que somos de calle... hay cría y corazón/ Siente el fuego, las reglas del juego las pongo yo/ Porque somos de calle...hay cría y corazón/ Siente el fuego, las reglas del juego las pongo yo/Unos nacen pa’ líder otros pa’ seguidor/ El segundo es tu gran admirador/pasa el tiempo y te piden posiciones/ Enseñas algo y te quieren dar instrucciones... Brinca cuica serruchador/ ¿Se te olvidó cuando me pedías un favor?/No te estoy sacando en cara lo que por ti hice/ Te estoy acordando pa’ que usted no sirve/pase lo que pase a nadie le doy la espalda/ ni traiciono a un hermano socio por una falda/ Se envuelven en estupideces y te fallan/ Se creen que lo merecen y se engañan/ Y en la calle te los comían vivos/ El fiscal te metió presión con el tecnicidio/ Terminaste sentado en la silla de los testigos/vaya que lindo nombre le pusiste al caserío/ Tú sabes que somos de calle... hay cría y corazón/Siente el fuego, las reglas del juego las pongo yo/ Porque somos de calle... hay cría y corazón/Siente el fuego, las reglas del juego las pongo yo”.
