N° 1917 - 11 al 17 de Mayo de 2017
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáA fines de abril se dio a conocer la noticia de una nueva inversión en la industria cárnica de nuestro país: la compra del frigorífico BPU, de capitales ingleses, por parte el grupo japonés Nipponham Group (NH Group).
Si bien no es una sorpresa el interés de grandes industrias cárnicas por desembarcar en Uruguay, no deja de ser una gran noticia el hecho de que una empresa de ese porte (con una facturación equivalente al 20% del PBI de Uruguay) elija a nuestro país como destino de sus inversiones en Sudamérica (en Chile ya cuenta con inversiones en la industria del cerdo junto con la empresa Agrosuper, una de las compañías emblemáticas del país trasandino).
NH Group realiza por consiguiente la inversión más importante hasta ahora registrada en una planta frigorífica a escala local (U$S 135 millones), adquiriendo una de las unidades más modernas y tecnificadas de la región.
La inversión de los japoneses tiene varias connotaciones positivas. En primer lugar, el origen de los capitales genera una enorme expectativa en el sector, ya que esta inversión confirmaría que Uruguay estaría próximo al reingreso al mercado nipón luego de casi dos décadas sin poder exportar a ese importante destino, que es el tercer mercado importador a escala mundial detrás de Estados Unidos y China.
Uruguay actúa una vez más como plataforma para el acceso a un mercado al que el resto de los países de la región no pueden acceder, la misma razón por la cual la industria brasileña comenzó a invertir en 2006 (para acceder a mercados como Estados Unidos y China con sus empresas de posicionamiento global).
Otro aspecto no menor es la importancia para Uruguay de que nuevas culturas comerciales, en especial en el sector cárnico, abran oportunidades para todo el sector, no solo para la firma que invierte sino también para toda la cadena productiva y el resto de la industria frigorífica del país. NH Group puede actuar como punta de lanza para que la carne uruguaya sea más reconocida en aquel codiciado destino. Será importante observar de qué manera un país que se hace conocer al mundo como productor de carne a pasto se posiciona en un destino donde culturalmente la carne a grano es la más valorada (en especial la carne local Kokusan y Wagyu Beef).
Los productores de carne a grano de Uruguay miran con optimismo las nuevas oportunidades que puedan surgir y no es de descartar inversiones de este grupo a nivel primario, en feedlots para su propia producción, visto lo realizado en otros países (hay una gran especialización de esta empresa en la fase primaria de la cadena cárnica).
Más allá de eso, no hay que subestimar la oportunidad de desarrollar también negocios de carne a pasto. Australia, el principal proveedor de carne vacuna de Japón, exporta 51% de carne en base a pasto y 49% carne de grano a ese destino, un total de 265.000 toneladas peso carcasa en 2016. O sea que Japón es un buen mercado para ambos productos. En términos de cortes importados, 37% correspondió a carne manufactura, 16% a pecho, 8% entre bife ancho, angosto y lomo, 6% nalga, y 33% otros cortes de acuerdo con el reporte Market Snapshot del MLA.
Hay dos aspectos que ponen alguna limitación para Uruguay respecto a la competencia. Uno de ellos es la lejanía del mercado. El 61% de lo que Australia exporta a Japón es carne enfriada, segmento que será muy difícil que Uruguay pueda desarrollar.
La otra desventaja de Uruguay es la arancelaria. A inicios de 2015, Australia y Japón firmaron un acuerdo comercial denominado Jaepa (Japan Australia Economic Partnership Agreement), donde se define la reducción gradual de los aranceles de 38,5% a 19,5% para el caso de carne congelada y de 38,5% a 23,5% en el caso de carne enfriada en un lapso de 18 años y 15 años, respectivamente. Uruguay ingresaría a ese destino pagando un arancel del 38,5%.
(*) El autor es ingeniero agrónomo, especialista en el mercado cárnico y docente de la Universidad ORT