Sr. Director:
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáMi nombre es Fernando Sandin Tusso, soy funcionario de carrera del Servicio Exterior de nuestro país y desde noviembre de 2017 tengo la función —así como el honor— de desempeñarme como Embajador de nuestro país en la República de Costa Rica.
El motivo de esta misiva, luego de la necesaria presentación, es puntual y de agradecimiento.
El pasado 24 de agosto festejamos en San José nuestra fecha patria. Como acostumbra una representación diplomática, el evento contó con una variedad de invitados, entre los que se incluyen autoridades locales, cuerpo diplomático, personalidades destacadas de la vida social, cultural y empresarial del medio local. Y naturalmente, una grata y especial oportunidad para recibir de forma conjunta a nuestros compatriotas residentes en el país. En este caso en particular, inaugurábamos también una nueva sede para nuestros Embajada y Consulado.
Para esta ocasión, además, tuvimos la fortuna de poder contratar a uno de ellos, Gabriel Gallo, para el servicio de catering de la recepción. Se trató de un servicio sencillo por ser ajustado a nuestro presupuesto, pero preparado con gran esmero por el compatriota, que vino a la Embajada con su propia madre e hijo para colaborar durante todo el día y tener todo pronto para la hora de recepción de los invitados y queridos compatriotas.
Este servicio fue acompañado por vinos uruguayos que la Embajada había adquirido con anterioridad. En esta ocasión, tannat y albariño de Bodegas Garzón, que recibieron una gran aceptación.
Ahora bien, mi agradecimiento especial es para la empresa Conaprole, que tradicionalmente acompaña los festejos patrios en el exterior. De forma completamente sin costo para esta Embajada, la empresa donó con generosidad quesos variados y dulce de leche para poder ofrecer a los presentes. Estos productos fueron la diferencia.
El servicio de Gallo incluyó pastas rellenas y lengua a la vinagreta, por ejemplo, para acercar a los presentes a nuestros gustos y tradiciones. Pero fueron los quesos y el dulce de leche (servido en cucharas de degustación) que realmente nos hicieron sentir sabores que solo sentimos en casa.
Por diversas circunstancias —ajenas al motivo de esta carta pero sí motivo de trabajo— este no es un mercado accesible para la llegada de productos lácteos de Conaprole. Muchos, muchos uruguayos viajan con cierta frecuencia a Uruguay y para ellos el reencuentro con estos sabores habrá sido agradable, pero también uno más. Pero aseguro que hay muchos también que no tienen esa oportunidad y pasan muchos años sin regresar a la patria. Para ellos, este reencuentro fue especial; para mí también lo fue.
Por ello, mi más sincero y sentido agradecimiento a Conaprole, el que haré llegar como corresponde, pero que sentí también —si el señor director así lo entiende— que podría hacerse público y llegar a sus distinguidos lectores.
En momentos complejos para la empresa y el sector, quería compartir mi sentir. Conaprole hace la diferencia por calidad pero también por su generosidad y compromiso con el trabajo de los que tenemos la función de representar al país en el exterior.
Sin más, saludo al señor director con las expresiones de mi más distinguida consideración.
Fernando Sandin Tusso