El título de esta nota es un juego de palabras entre un diálogo de sordos y el dramático diálogo de las Carmelitas que fueron salvajemente guillotinadas por la Revolución Francesa en 1794, al negarse a renunciar a sus votos monásticos.
El título de esta nota es un juego de palabras entre un diálogo de sordos y el dramático diálogo de las Carmelitas que fueron salvajemente guillotinadas por la Revolución Francesa en 1794, al negarse a renunciar a sus votos monásticos.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl tema dio lugar a la célebre obra de Georges Bernanos (Diálogo de Carmelitas), pero este texto es menos dramático que el que inspiró aquellos diálogos que el autor francés escribió en 1947, su última obra antes de morir, que luego serían llevados al cine y al teatro.
A los diálogos a los que aquí me refiero son los que se vienen dando en el inicio de esta “transición” entre los que se van yendo del gobierno y los que vienen llegando.
………..
—Pasen, señores, por acá, ya los va a recibir la subsecretaria, porque la ministra tuvo que salir inesperadamente…
—¿Cómo que tuvo que salir? ¿No está la ministra?
—No, no está, resulta que doña Marina se acordó que justo a esta hora tenía dentista, y después tenía que ir a la óptica a buscar unos lentes que se rompieron y los mandó a reparar, y…
………
—Bueno, doña Ana, mucho gusto, así que hoy es su cumpleaños, muchas felicidades; dígame, ¿cómo es el asunto de todos estos desgraciados ciudadanos que duermen en la calle, y que cada vez son más, y…?
—Mire, si están en la calle, como ya lo explicó Goyeneche, es porque ellos usan su libertad de permanecer en la vía pública, y no se les puede andar arrastrando a los refugios, y tengan en cuenta que la gente tira sillones viejos a la calle, y ellos los encuentran y deciden pernoctar en ellos, por lo que nosotros no podemos…
……….
—Pasen, señores, los va a atender el ministro Murro en unos minutos…
—Ya pasamos, hace una hora y media que estamos en esta sala de espera, nos dijeron lo mismo tres veces ya, ¿cuándo nos va a atender el ministro?
—A lo sumo en media hora, ya va a estar con ustedes, ¿otro cafecito?
—No, gracias, ya tomamos cuatro.
………..
—Senador Mieres, ¿cómo fue el diálogo con el ministro Murro?
—Ustedes como periodistas deben reflejar la realidad de esta transición republicana y democrática que venimos realizando, les aseguro que fue una reunión muy positiva, en la que analizamos distintos aspectos de la cartera, un encuentro muy grato, que continuaremos en cualquier momento…
………
—Ministro Murro, ¿cómo fue el diálogo con el senador Mieres y su equipo?
—Miren, ustedes son periodistas y deben reflejar la realidad, y en realidad lo que les digo es que este equipo viene con el hacha y la piqueta, y los consejos de salarios se tornarán en un drama para los trabajadores, empresarios, funcionarios, empleados, jubilados, pensionistas, choferes de ómnibus, obreros de los frigoríficos, guardavidas, jueces, fiscales, todas y todos. Van a reventar todo, y después no digan que yo no les avisé.
……….
—Por acá, senador Larrañaga, el ministro Bonomi está en camino, me pidió que les avisara que se iba a demorar un poquito porque está reunido con el jefe de policía por todos estos asuntos de actualidad, terribles, realmente, pero bueno, son unos minutos, en un ratito ya va a estar por acá…
—Señorita, usted nos dijo que el señor Bonomi venía en un ratito, hace 45 minutos que estamos acá y nada, ¿tiene idea si demorará mucho más? Porque tenemos una reunión dentro de media hora en otro lado, y…
—Me acaba de llamar, ya está en camino, ¿otro cafecito?
—No, muchas gracias.
……….
—Pase, Larrañaga.
—Gracias, Bonomi.
—No me mire así. Mire que no vine a interpelarlo. Vine a buscar la documentación que usted prometió.
—Tome. Son 34 carpetas y 23 biblioratos. ¿Trajo una valija para llevarlos?
—No. Los mandaré buscar. ¿Tiene un ratito para conversar?
—No. Pero diga, rapidito porque ando muy apurado.
—Es que quisiera que me explicara esto del funcionamiento del Guardián, y la conexión de la interceptación de llamadas con…
—Eso es muy largo. Mándeme un experto y yo le pongo a un técnico de acá que se lo explique.
—No era lo que esperaba, realmente.
—¿Y qué esperaba? ¿Un caminero rojo y una recepción con orquesta sinfónica de fondo? No tengo tiempo para perder, estoy muy ocupado.
—Así no va a funcionar la cosa. Usted me tiene que prestar atención, y contestarme lo que yo le pregunte.
—Si quiero y si puedo. Por ahora, ninguna de las dos cosas. Saque hora con mi secretaria y vamos a ver la semana que viene o la otra. Ando en asuntos muy complicados.
—Mire, no le acepto ese atrevimiento. Vamos a sentarnos a conversar.
—Como le dije, hable con mi secretaria y vemos un día de estos. Vaya leyendo mientras los contenidos de las carpetas y de los biblioratos. Ahí tiene para entretenerse.
……….
—Luis, no sabés lo que fue con Bonomi. Ni pelota que me dio. No me lo banco. Poco faltó para que le diera una piña.
—No te pongas así, Jorge, ya sabíamos que esa iba a ser brava. Vamos a insistir, mantenete en contacto con su secretaria, le pedimos hora como él quiere y nos reunimos otra vez, hay que ganarles por cansancio aunque sea.
—Es que me sigo manteniendo en contacto con él, nos mandamos unos whatsapps, pero la veo complicada.
—¿Por qué?
—Me contestó recién no sabés, hasta con faltas de ortografía en el mensaje.
—¿En serio?
—Así como lo oís. Fijate acá: “parió” va con acento ¿noverdá?