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Edgardo Novick se sabe el discurso casi que de memoria. Lo repite prácticamente igual. Ya sea ante periodistas, frente a empresarios y vecinos de Salto o disertando delante de un grupo de veteranos socios del Club Uruguayo Británico. Su exposición tiene un hilo narrativo, un principio y un final. Que nació en una casa humilde, de una pobreza digna, dice. Que empezó a trabajar cuando tenía 13 o 14 años. Que salía del liceo y se iba a ayudar a su padre a cargar cajones en un puesto de frutas y verduras. Que pronto comenzó a entender que le podía ir mejor si ordenaba y presentaba de tal o cual manera a las naranjas en un cajón. Y que eso, dice, es el marketing. Que además recorría otros puestos de feriantes y comparaba los precios. Que ahí lo que hacía era un estudio de mercado. Y —lo más importante— que toda la sociedad iba a la feria. Que entonces él hablaba con todos, que escuchaba a la gente, que se enteraba de sus problemas, que en esas charlas se empapaba de la realidad del país: ese es el link con la política. Después habla de la “indignación” que le provocan las gestiones de los últimos gobiernos frenteamplistas. Ahí dice que hay problemas en la educación, en la seguridad, que se perdió la cultura del trabajo, que se han perdido los valores. Y entonces, promediando el discurso, llegan las críticas al ex presidente José Mujica, al que invariablemente señala como el gran responsable del descalabro. Novick dice que no se podía “quedar de brazos cruzados”, que tiene una “responsabilidad como ciudadano” y que le llegó el momento de “devolver algo” al país que le dio oportunidades. El líder del Partido de la Concertación, ex aspirante a la Intendencia de Montevideo, viene manteniendo desde hace meses un discurso de candidato a presidente. Lo que aún no queda claro es bajo qué formato se impulsará. Cuál será el paraguas que contenga su candidatura.
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Entre algunos militantes del Partido Colorado existieron conversaciones sobre qué tipo de ingeniería electoral se podría aplicar para que la vieja colectividad y el grupo de Novick vayan juntos. Una idea que se ha manejado es crear un nuevo lema y que dentro de él compitan el Partido Colorado y el de Novick. Seguiría el ejemplo de lo que fue el Frente Amplio, que cuando se creó utilizó el lema del Partido Demócrata Cristiano. Fuentes coloradas aclararon que esto han sido conversaciones informales y que aún no hay nada concreto. Hay algunos colorados consultados por Búsqueda que lo ven como “inviable”. “Difícil que eso pase por una Convención”, comentó un legislador. En filas coloradas hay varios dirigentes que no ven con buenos ojos las acciones de Novick por lo que consideran complicado su acercamiento. Pero hay otros a los que no les disgusta ese escenario. “Le haría bien a Novick y al Partido Colorado que viniera y compitiera en la interna”, dijo a Búsqueda el secretario general Germán Cardoso. El senador Pedro Bordaberry también ha manifestado que si Novick quiere ser presidente tendría que sumarse a los colorados. Bordaberry dijo tiempo atrás que Novick tiene dos caminos: o abre su propio partido o elige entre los que ya están. En el caso de los colorados, dijo que las “puertas están abiertas” para el ex candidato a intendente.
En el Partido Nacional no corre con la misma suerte. Fuentes blancas dijeron a Búsqueda que en el sector de Todos observan con cierto nerviosismo el ascenso de esa figura política y por eso trancaron la idea de que la concertación se imponga a escala nacional. Con el senador Luis Lacalle Pou ya no hay diálogo; sí lo hay con el senador Jorge Larrañaga. El ex intendente de Paysandú y Novick se reunieron en diciembre del año pasado para explorar caminos en común y “superadores” del Frente Amplio. Fuentes de Alianza Nacional aclararon que desde entonces no ha habido más encuentros.
“La opción es la concertación”.
Un tanto ajeno a la discusión, Novick sigue recorriendo el Uruguay con la prédica de un candidato sin partido. El fin de semana pasado estuvo en Salto y Paysandú. “¿Cuál será mi caballito de batalla? Lo mismo que fue en la Intendencia. Diciendo que no vengo a cambiar la ideología, vengo a cambiar el país. No más derecha, no más izquierda, hay que hacer las cosas bien. Hay que achicar el Estado, hay que poner gente capaz en los organismos públicos y hay que cuidar el peso de los uruguayos como si fuera de uno”, dijo Novick en una entrevista publicada por el salteño diario “Cambio”.
El miércoles 3, durante un almuerzo organizado por el club Uruguayo Británico, también mostró su discurso presidencial. “Por el país que todos soñamos”, fue el nombre de la charla en la que Novick fue presentado como un “fenómeno sociológico y político muy digno de respetar”. Allí se le hizo la pregunta recurrente: ¿Si no es por el Partido de la Concertación, bajo qué estructura se largará como presidente? Ahí el empresario tampoco abandonó su libreto. “Creo que la opción es la concertación. La gente nos dice: júntense, blancos y colorados. La concertación es la puerta de entrada a la oposición. Yo estoy para sumar. Lo importante es sumar y estar juntos, sin chacritas”, respondió. Y aclaró que si el camino no es la concertación está “abierto al diálogo”. “Bienvenidas sean otras ideas”, dijo. En el diario “Cambio” le hicieron la misma pregunta que en el almuerzo del miércoles 3. Y Novick insistió con la respuesta. “Nosotros somos los que más queremos concertación a nivel departamental y a nivel nacional y tenemos que estar todos juntos, por tanto me sumaría a esa unión. Pero tiene que ser total. La gente quiere que estemos todos juntos en todo el país, donde haya dos partidos, el Frente Amplio y la oposición. Que siga existiendo el Partido Nacional, que siga existiendo el Partido Colorado y que exista nuestro movimiento y que se sumen todos los que quieran”.
Dos encuestas.
En las últimas semanas circularon dos encuestas con escenarios bastantes distintos para los intereses del líder del Partido de la Concertación. Las dos fueron divulgadas a fines de junio. En una, realizada por la empresa Equipos, la preferencia hacia Novick era casi marginal, el 1% del electorado. Sin embargo, algunos días después, se divulgó una nueva encuesta, esta vez a cargo de la empresa Factum, que equiparaba a un hipotético partido de Novick con el mismo porcentaje de intención de votos que todo el Partido Colorado, un 8%. Óscar Bottinelli, director de Factum, explicó en declaraciones a Radio Montecarlo que estos datos confirman la existencia de un “muro invisible”. Dijo que los votantes que abandonan al Frente Amplio no van a parar a otros partidos tradicionales, pero que sí es Novick el que “perfora” ese muro y capta el 1% de los votos de los frenteamplistas. A Lacalle Pou le preguntaron en El País TV sobre estos números. Respondió que él maneja otras encuestas “más serias”.
Novick, en la entrevista con el diario “Cambio”, también hizo alusión a los indicadores. “Las dos encuestas son reales. El problema es que el tema de las encuestas es ver cómo se hace la pregunta, ahí es donde está la diferencia. Por eso hay que leer qué pregunta se hace”, señaló, y explicó que en ese caso la pregunta no fue direccionada y no contemplaron a Novick como partido. Entonces argumentó que la de Factum le da 8% porque lo incluyó entre las opciones. “Esa es la verdadera, porque cuando uno va a las elecciones tiene la lista de opciones”, dijo el empresario.
