Daniel Espinosa quedó preocupado después de leer la entrevista que brindó a El Observador su sucesor al frente de la Secretaría Nacional Nacional para la Lucha contra el Lavado y Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft), Jorge Chediak.
Daniel Espinosa quedó preocupado después de leer la entrevista que brindó a El Observador su sucesor al frente de la Secretaría Nacional Nacional para la Lucha contra el Lavado y Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft), Jorge Chediak.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn esa nota, publicada el sábado 27, el exministro de la Suprema Corte de Justicia aseguró que si bien a Uruguay lo “acusan” de “tener pocos casos” de lavado de activos detectados y castigados, el motivo no es la falta de controles ni la ineficiencia en su combate. “Es como en el Covid, tenemos pocos positivos, pero los hisopados los hacemos”, dijo a modo de ejemplo.
Espinosa declaró a Búsqueda que no comparte la “visión” que surge de la entrevista de su sucesor “de que en Uruguay hay poco riesgo” de lavado. “Esas no son las conclusiones que surgen de las dos evaluaciones nacionales de riesgo de lavado de activos y financiamiento del terrorismo que se han realizado”, afirmó. “Tampoco es la visión de los países de la región ni de Gafilat (Grupo de Acción Financiera Internacional de Latinoamérica)”.
Uno de los principales cuestionamientos que recibió Uruguay de parte del Gafilat fue la falta de resultados concretos en el combate al lavado de activos. “Si bien la Senaclaft ha emitido sanciones administrativas y pecuniarias” a los sujetos obligados de controlar el blanqueo de dinero, “se advierte que estas han sido limitadas con relación al universo de sujetos obligados registrados, en especial las sanciones pecuniarias”, dice el informe del Gafilat aprobado en diciembre del 2019.
Espinosa también criticó la idea de Chediak de hacer foco en los controles a la compraventa de vehículos de alta gama. “En las evaluaciones nacionales de riesgo se identificaron como de alto riesgo de lavado, y por lo tanto prioritarios, a 4 sectores: financiero, zonas francas, inmobiliario y administración de sociedades”, explicó. “El sector automotor no se identificó como de alto riesgo debido al escaso volumen de fondos que movía, muy inferior al resto de los sectores mencionados”.