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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáBuena Vista es el nombre del hostel en Valizas, Rocha, en el cual la semana pasada se iba a hospedar una pareja de israelíes que habían hecho una reserva. Escribo “iba” porque, como es vox populi, la reserva les fue finalmente cancelada por el dueño del hostel rochense.El pretexto —no la razón, no hay razón— la excusa, es que el dueño se oponía a la política del gobierno de Israel.Mezcla de antisemitismo y estupidez. Luego, como suele ocurrir, quiso aclarar y oscureció más.
Yo me pregunto: ¿algún dueño de un hotel cancelaría la reserva a venezolanos por estar en desacuerdo con la política de Maduro? ¿Cancelaría la reserva a ciudadanos de Corea del Norte por discrepar con la política de su presidente? ¿Cancelaría la reserva a ciudadanos de Irán o de Siria por discrepar con la política de sus gobernantes? ¡No cancelaría! Y tampoco habría razón para hacerlo. ¿Cuál es, entonces, la diferencia con ciudadanos del Estado de Israel?, con cuyo gobierno, por supuesto, es legítimo discrepar también.
No es “políticamente correcto” definirse como antisemita. No lo es.Una de las tantas consecuencias de la existencia de Israel es que una persona puede ser antisemita pero definirse de otra forma más correcta políticamente: antisionista o antiisraelí. Casi siempre el mismo perro, aunque con otro collar. No es para exagerar: tampoco para minimizar.Este episodio tiene un tufillo antisemita. Tiene mal olor. Que un discriminador venga y diga —como tantos otros— “yo he tenido amigos judíos...”, “yo he trabajado con judíos...” es simplemente un encubrimiento de su actitud y de su postura.
Este hecho desgraciado le hace mal a nuestro querido Uruguay, maltrecho desde hace tiempo debido a frecuentes y horribles episodios de violencia y discriminación en la sociedad. Si bien este hecho desgraciado involucra —en tanto que discriminados— a ciudadanos israelíes y no a uruguayos, el acto discriminatorio en sí fue hecho por un ciudadano de este país.Por lo cual espero y confío en que las autoridades y organismos pertinentes se expidan con la claridad y contundencia que el hecho en sí amerita.Mientras tanto, recuerdo aquella publicidad televisiva de hace algunos años: un turista, un amigo...
Lic. Rafael Winter