La cotización del dólar en la plaza uruguaya parece haber encontrado un nuevo punto de equilibrio o al menos un nivel con el cual las autoridades económicas, y también los agentes, se sienten cómodos.
La cotización del dólar en la plaza uruguaya parece haber encontrado un nuevo punto de equilibrio o al menos un nivel con el cual las autoridades económicas, y también los agentes, se sienten cómodos.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáDesde el 23 de febrero el tipo de cambio ha oscilado ligeramente, en unos centésimos más o menos, en un eje de $ 28,3 y $ 28,4, según el promedio diario de las compraventas en el llamado “mercado interbancario”. El único desvío ocurrió el martes 6, cuando bajó de ese rango; pero el miércoles 7 las operaciones se hicieron a $ 28,339, informó el Banco Central (BCU). Las compras de divisas realizadas por ese organismo fueron salteadas; en la víspera no intervino.
Esta semana el presidente del BCU, Mario Bergara, volvió a defender lo “saludable” del régimen de tipo de cambio flexible, con intervenciones puntuales que hace ese organismo. Hablando el martes 6 en una charla organizada por la Cámara Española de Comercio, Industria y Navegación de Uruguay, dijo que la autoridad monetaria participa en el mercado buscando “prevenir apreciaciones o depreciaciones excesivas”, pero sin “ir contra los fundamentos” que determinan el valor de la divisa.
La relativa estabilidad cambiaria en la plaza uruguaya contrastó con el alza de la divisa estadounidense en el exterior. En Argentina fue marcando nuevos precios récords esta semana y también se valorizó el miércoles 7 en Brasil. Fue por el aumento de la percepción de riesgo en los mercados ante la amenaza proteccionista del gobierno de Estados Unidos. “Cuando un país está perdiendo miles de millones de dólares en comercio virtualmente con cada país con el que tiene negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”, escribió el viernes 2 en su cuenta de Twitter el presidente estadounidense, Donald Trump.
El temor recrudeció luego del pedido de dimisión de un consejero del mandatario, que defendía una política más liberal en las relaciones comerciales.
Con un dólar que se desvalorizó durante febrero, las inversiones financieras en esa divisa resultaron relativamente poco atractivas. Los depósitos a plazo dieron una rentabilidad nula, los Bonos Globales arrojaron al inversor una pérdida promedio de 2,9%, mientras que en el caso de los Bonos del Tesoro en esa moneda la ganancia fue de 0,4%.
Algunos globales en unidades indexadas a la inflación fueron la opción más rentable en el segundo mes del año, según cálculos de Búsqueda. El que tiene amortización final en 2037 dio una ganancia de 5,6% en dólares.