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Uno de los departamentos donde más cultura de caballo se observa en el territorio nacional es, sin duda, Cerro Largo. Las grandes extensiones de tierra y el trabajo ganadero hacen que este animal sea todavía una herramienta de trabajo muy preciada. Esa es la razón por la que es donde año a año se registra el mayor número de nacimientos de caballos criollos. Cabañas dedicadas a morfología y distintas pruebas funcionales como redomones, marcha, Freno de Oro y paleteadas se entremezclan y comparten la misma pasión.
El pasado fin de semana, el Local Conventos, próximo a la ciudad de Melo, albergó la final nacional del Concurso de Domadores y el redomón de la agremiación local.
Más de cincuenta caballos pasaron por la pista en una jornada espectacular en cuanto al clima y con una pista acorde a la relevancia de las pruebas.
Fui designado como jurado junto con Sebastián Nieves, a quien conozco hace varios años, y pudimos compartir el mismo criterio para puntuar en cada etapa de las competencias.
El Concurso de Domadores se dividió en dos categorías como se hace usualmente en la final: jinetes profesionales por un lado y amateurs por el otro. El criterio para definir al jinete profesional es aquel que haya participado de una clasificatoria del Freno de Oro o haya integrado el podio amateur en un par de oportunidades.
En la categoría profesional participaron 9 conjuntos y ganó la picaza Austral Vincha de Sierra Austral S.A. con la monta de Marcos Pardié. Realizó unos movimientos espectaculares a lo largo del fin de semana, sobre todo las rayadas, que fueron de un nivel digno de la final del Freno de Oro.
El segundo puesto correspondió a Yubely Felino de Cabaña El Comienzo. Esta tostada fue conducida por Javier da Silva y es otra gran yegua que perdió frente a la primera por pequeños detalles. Son dos yeguas de gran futuro.
Doce fueron los competidores de la categoría amateur, con un nivel sensiblemente inferior a los profesionales, pero con buenas actuaciones.
La ganadora fue Guidai Guindaia de Flavio Fonseca con la monta de Wilder González y el segundo puesto fue para la baya de Paulo Moglia, Pirai Barroco do Sapucay, montada por Santiago Giménez.
Ya en el redomón de 40 días de doma se vio un nivel espectacular. Es llamativo lo que logran hacer estos domadores en tan poco tiempo de trabajo. Se realizan movimientos de mucha exigencia que son difíciles de ver en caballos más hechos y con más tiempo de trabajo. Las etapas son: andares, mansedumbre, escaramuza con lazo, figura, rayadas, escaramuza libre y paleteadas. Lo más importante para analizar en estos redomones es la postura del animal, que no reaccione al freno, y, claro, cuanto más velocidad y potencia consigan manteniendo los aspectos anteriores mayor es el puntaje.
Participaron 35 conjuntos, todos muy bien presentados. Esta competencia se realiza con bocado de cuero, que es el primer paso para trabajar la boca del animal.
El ganador, que se destacó desde los andares, fue el padrillo gateado W Lucio, montado por Elinton Villar. Es un caballo de una potencia extraordinaria y con excelentes movimientos, además de poseer una destacada morfología, aunque la última no se puntúa en un redomón.
El segundo puesto lo obtuvo Guerra Salvaje con Bruno Almeida, una yegua picaza que, al igual que el gateado, tiene mucho futuro en lo que respecta a pruebas funcionales.
La Agremiación de Criadores de Caballos Criollos de Cerro Largo, en sus 50 años, demostró, una vez más, la fuerza de nuestro caballo reuniendo excelentes ejemplares y compartiendo momentos fuera de lo que era la competencia.
El año está terminando, pero aún quedan caballos y yeguas por mostrar sus cualidades, como por ejemplo en el departamento de Treinta y Tres el próximo fin de semana.
