EE.UU. busca llevar su relación militar con Uruguay “a un mejor nivel” y colaborar en el combate al narco y al crimen transnacional

entrevista de Juan Francisco Pittaluga y Guillermo Draper 
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Un mes atrás el comandante del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Craig Faller, compareció en su testimonio anual ante el Congreso y fue contundente sobre la peligrosa influencia de China en la región en la cual actúa su unidad militar. Mencionó acuerdos portuarios, préstamos económicos y la “diplomacia de vacunas” durante la pandemia entre las “tácticas” del país asiático en Latinoamérica y aseguró que Estados Unidos no puede “dejar que prevalezcan”.

Faller estuvo entre el martes 6 y el miércoles 7 de visita en Montevideo, con el foco puesto en la asistencia vinculada al Covid-19 y las misiones de paz de Uruguay dentro de las Naciones Unidas, pero también en discutir las principales amenazas que Estados Unidos entiende sufre la región, como el crimen organizado transnacional, la ciberseguridad y la pesca ilegal, estas últimas dos con China como punto de queja.

Entrevistado por Búsqueda, Faller aseguró que para su país la mejor manera de “ganar la competencia” con China en Latinoamérica es mantener el intercambio militar con sus socios, algo que con Uruguay se basa en “una sólida fundación desde hace muchos años” en materia de capacitación, entrenamiento y equipamiento, que sin embargo puede alcanzar “incluso un mejor nivel” con el actual gobierno.

Tras encuentros con el ministro de Defensa y los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, quedó planteada la posibilidad de aumentar el intercambio de información e inteligencia, la participación uruguaya en ejercicios militares del Comando Sur y la adquisición de equipamiento construido en Estados Unidos. “Queremos saber qué programas el gobierno de Estados Unidos debe poner en funcionamiento para derrotar las amenazas, para lo cual es esencial que nos pongamos de acuerdo con nuestros socios”.

A continuación, el resumen de la charla de Faller con Búsqueda.

¿Cuáles fueron los objetivos de su visita a Uruguay?

—La visita estaba planeada desde hace un largo tiempo pero desafortunadamente el Covid-19 la postergó. Era muy importante para mí venir aquí y establecer una muy buena relación con las autoridades militares. Tenemos una relación muy duradera con las Fuerzas Armadas uruguayas. Son uno de nuestros socios más importantes. Respetamos su profesionalidad y tenemos mucho que aprender. Y aprendemos viniendo de visita y escuchando.

—¿Con el actual gobierno uruguayo se ha intensificado la relación militar entre ambos países?

El martes, luego de nuestra reunión, el ministro Javier García mencionó que la relación siempre ha sido fuerte e ininterrumpida durante muchos, muchos años. Nosotros queremos construir sobre esa sólida fundación y llevarla incluso a un mejor nivel a medida que avanzamos. Un ejemplo de esto es lo que sucedió el año pasado. Cuando el Covid-19 golpeó y el mundo entero intentaba determinar cómo colaborar unos con otros, nosotros pudimos determinar de manera muy rápida cómo ayudar a Uruguay, porque tenemos relaciones muy sólidas con las Fuerzas Armadas y con nuestra embajada en Uruguay. Establecimos un trabajo virtual 24/7 desde la sede del Comando Sur en Miami y diariamente nos conectamos con nuestro equipo en la embajada para determinar cuáles eran sus necesidades. Y nos enfocamos en necesidades humanitarias para la sociedad civil uruguaya, con más de veinte proyectos y US$ 4,8 millones en asistencia que pudimos aplicar localmente. Nada habría sido posible si no hubiéramos tenido esa relación duradera previa.

—De todas maneras la administración de Luis Lacalle Pou, en poco tiempo, realizó con Estados Unidos actividades que los anteriores gobiernos no hicieron, como el ejercicio militar Unitas y recibir a un buque de la Guardia Costera para capacitarse en la lucha contra la pesca ilegal.

—Yo siempre me enfoco en lo que hemos hecho. Y con Uruguay hemos mantenido siempre nuestra relación en educación militar, nunca dejamos de lado la educación, que es lo más importante que podemos hacer. Mantuvimos además una relación sólida mediante intercambios y programas de entrenamiento. En cuanto a las participaciones en ejercicios militares, estas cambian con el tiempo, y hoy estamos muy emocionados de que haya un énfasis renovado en los ejercicios militares por parte de Uruguay, porque comienzas con la educación, con la capacitación, y luego lo llevas a la práctica en el terreno con los ejercicios. Además, cuando tienes Fuerzas Armadas tan profesionales como las uruguayas, tan experimentadas globalmente a través de las misiones de paz de las Naciones Unidas, eso les da valor a los ejercicios militares.

Foto: Nicolás Garrido / Búsqueda

—¿Aumentará Uruguay su participación en ejercicios militares organizados por Estados Unidos?

—Discutimos con las autoridades sobre la participación en Unitas. Estamos contentos de que Uruguay se haya sumado como observador el año pasado y hablamos sobre la oportunidad de participaciones futuras en Unitas y en otros ejercicios del Comando Sur. En última instancia la decisión será tomada por Uruguay, respetaremos esa decisión, pero creemos que hay un rol para que Uruguay desempeñe, para que comparta su experiencia y lo que ha aprendido en las misiones de paz de las Naciones Unidas.

—Recientemente usted mencionó ante el Congreso de Estados Unidos la “significativa amenaza” que China representa para la región, por diversas actividades que ese país realiza. ¿Qué le preocupa específicamente de la actividad de China en Uruguay?

—Cuando visito a un socio importante como Uruguay me enfoco en nosotros, en Estados Unidos y Uruguay. Las alianzas entre dos países son fuertes entre esas dos partes, por lo que no me enfoco en otros competidores. En las reuniones con las autoridades hablamos sobre lo que tenemos en común: los valores democráticos, el respeto a la ley, el respeto a los derechos humanos, con Fuerzas Armadas que responden y respetan a las leyes civiles y a sus líderes políticos. Y sobre esa base en común hay mucho que los dos países podemos hacer juntos. La estrategia nacional de defensa de los Estados Unidos define a China y la competencia que representa como una amenaza constante para el mundo en el que vivimos. Como democracia apuntamos a que esa competencia sea sana y no se transforme en un conflicto. Esa es la base para la estrategia nacional de defensa y la base de mi testimonio al Congreso.

—¿Cómo logra Estados Unidos reducir la influencia de China en la región y prevalecer en esa competencia?

—Los amigos se mantienen juntos. Con Uruguay nos enfocamos sobre la base de ser Fuerzas Armadas profesionales que se mantienen leales a la ley y a los derechos humanos. Buscamos maneras prácticas de llevar esa teoría adelante: hablamos de actividades de educación conjuntas, de entrenamientos conjuntos, de asistencia humanitaria, de apoyar a Uruguay en sus operaciones globales de paz en misiones importantes y en lugares difíciles. Nosotros apoyamos esos esfuerzos de Uruguay en las Naciones Unidas con equipamiento y entrenamiento. El equipamiento y el entrenamiento de Estados Unidos es el mejor del mundo y nuestros socios lo valoran. En definitiva, trabajamos como socios. Creo que es así como logramos que Estados Unidos y Uruguay se mantengan juntos y unidos. Al ser el mejor equipo es como ganamos la competencia

—Uruguay y China han aumentado su relación comercial y diplomática en los últimos años. ¿Puede Uruguay mantener con China la misma sólida relación que con Estados Unidos?

—Sí, porque creo que el futuro demanda que encontremos la manera de mantener relaciones saludables y respetuosas con todos los países globales, y mantener un orden mundial que se base en valores, principios democráticos y libertad.

—Uruguay debe definir qué tecnología de telecomunicaciones de quinta generación (5G) instalará. ¿Les planteó a las autoridades su preocupación sobre la posibilidad de que sea de la empresa china Huawei?

—Cuando hablamos, mencionamos a las organizaciones criminales transnacionales y al narcotráfico al tope de la lista de amenazas. También en esa lista está la ciberseguridad y la ciberdefensa. Si quieres completar las tres amenazas principales, puedes sumar las infracciones sobre la soberanía, que pueden adoptar muchas formas, como la pesca ilegal, no reglamentada y no declarada. Nosotros hablamos sobre las mejores maneras en que podemos trabajar en conjunto para solucionar estas amenazas. Si miras a la ciberseguridad, es un área en donde los países buscan mantenerse al día con la tecnología y cada país quiere asegurarse y tiene preocupación de que la tecnología en la que elija invertir sea segura y le permita proteger su infraestructura, su identidad, sus datos, su tecnología. Nosotros tenemos algo de preocupación con la dirección que China ha tomado con respecto al 5G y al hecho de que en China no hay distinción entre su uso civil y militar, y además sabemos que todo el 5G tiene una conexión directa con los servicios de inteligencia en Beijing.

—¿Tiene Estados Unidos otras alternativas a Huawei para ofrecer a Uruguay?

—Hay otras opciones competitivas y sé que nuestro Departamento de Estado está otorgando información sobre estas opciones. Por mi parte, como comandante del Comando Sur debo mirar el tema bajo la óptica de sus amenazas desde una perspectiva militar. Ese es el carril que me corresponde.

—Además de China, usted ha mencionado en varias ocasiones a Venezuela como otro peligro para la región. Incluso aseguró que el régimen de Nicolás Maduro está muy involucrado en el tráfico de estupefacientes. El actual gobierno uruguayo tomó una postura diplomática más fuerte en contra de Venezuela. ¿Cómo valora eso Estados Unidos?

—Considero que la llave para toda la situación de Venezuela es la unidad internacional para demostrar que Maduro está en el lado perdedor y poder encontrar así un camino de salida con un gobierno legítimo. En conversaciones que mantuve con líderes de mi país, ellos valoraron mucho el liderazgo de Uruguay en este esfuerzo y reconocieron el liderazgo de Uruguay ante organizaciones internacionales. La situación de Venezuela ha impactado en la seguridad y la migración del hemisferio, que ha reaccionado extremadamente bien a esa crisis.

—¿Habló de Venezuela con las autoridades uruguayas?

—Discutimos el impacto de la crisis venezolana e intercambiamos miradas sobre cómo podemos abordarla. No daré más detalles.

—¿Y sobre el tráfico de drogas?

—Absolutamente. Es una de las principales razones por las que vinimos a Uruguay: la ubicación estratégica de su puerto, la profesionalidad de sus Fuerzas Armadas y la mirada que tienen sobre ciertas amenazas. Les preguntamos cómo miraban estas amenazas. El narcotráfico y las organizaciones criminales transnacionales son una amenaza global: son una amenaza para Uruguay, son una amenaza para Brasil, son una amenaza para los Estados Unidos... Están matando gente y trafican mucho más que drogas. Mediante la corrupción y la extorsión trafican humanos, armas, tienen actividades ilegales como la minería, y lo hacen todo para ganar poder e influencia. Es una red compleja y discutimos con Uruguay maneras en las que podamos trabajar y cooperar mutuamente para proteger de mejor manera a nuestros ciudadanos. Esta es una de las grandes razones de nuestra visita. Saber qué programas el gobierno de Estados Unidos debe poner en funcionamiento para derrotar estas amenazas, para lo cual es esencial que nos pongamos de acuerdo con nuestros socios para alcanzar la seguridad del hemisferio.

Foto: Nicolás Garrido / Búsqueda

—¿Cómo cooperarán con Uruguay?

—Fundamentalmente todo tiene su base en la capacitación y en el entrenamiento. Después, una vez construida la confianza mutua, se trata de compartir información sobre las amenazas, que se puede hacer de una variedad de maneras: conferencias, intercambios, notas, papeles, incluso compartiendo tácticas en tiempo real. Mi experiencia como militar profesional es que la información y la inteligencia son lo que conducen todo y nadie nunca tiene la suficiente información o el entendimiento sobre las amenazas, siempre se está buscando cómo entenderlas de mejor manera.

—¿Es una opción real el retorno de una oficina de la Administración de Control de Drogas (DEA) a Montevideo?

—Hablamos con las autoridades uruguayas sobre distintas maneras en las cuales podemos desarrollar esfuerzos conjuntos. Miraremos todas las opciones que sirvan para ayudar. Está claro que nuestra Administración de Control de Drogas y nuestro Departamento de Estado tienen mucha experiencia en la materia y conocen los métodos para disminuir estas amenazas, por lo cual esa opción será algo que consideraremos.

—Al inicio usted mencionó que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos se rigen bajo la ley civil y el respeto a los derechos humanos. En Uruguay parte de los partidos de izquierda recuerdan el rol del Comando Sur en el apoyo a las dictaduras de la región en la década de 1970. ¿Su visita y sus declaraciones buscan dejar eso atrás?

—Nosotros hemos aprendido del pasado y miramos hacia el futuro. Podemos tener el mejor equipamiento y a los militares más preparados, pero podemos perder la batalla contra el narcotráfico porque no tenemos la legitimidad de nuestra ciudadanía. Entonces debemos mantener esa legitimidad siendo éticos. Nuestro norte ético son los derechos humanos y también ha sido un tema de conversación en esta visita. Creemos en ese norte y demostramos que cumplimos con él. No siempre somos los más perfectos, cometemos errores, pero son errores honestos y siempre con la democracia y la ley como norte.

  • Recuadro de la entrevista

“Muy buenas opciones” de equipamiento

Contratapa
2021-04-08T00:59:00