Luego de varias jornadas sin participación, el Banco Central (BCU) volvió a vender dólares en el mercado, lo que contribuyó a frenar un aumento pronunciado del tipo de cambio que había alcanzado en la semana su máximo desde mediados de 2004.
Luego de varias jornadas sin participación, el Banco Central (BCU) volvió a vender dólares en el mercado, lo que contribuyó a frenar un aumento pronunciado del tipo de cambio que había alcanzado en la semana su máximo desde mediados de 2004.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPor la fuerte influencia que tuvo el mercado financiero de Brasil en el ámbito local, la cotización se disparó el viernes 9 y el martes 13, llevando el precio de venta en la pizarra del Banco República (BROU) hasta los $ 30.
Según informó la autoridad monetaria, ayer miércoles 14 el precio del dólar se negoció en promedio a $ 29,423, 0,03% menos que la jornada previa. El BCU contribuyó a esa baja vendiendo unos U$S 5,5 millones, 40% de la operativa total del mercado interbancario.
Al mismo tiempo, el desempeño de la cotización del dólar en Brasil (con una baja cercana a 2% la última jornada) fue un factor que incidió en el descenso visto en la plaza financiera local. El mercado del país norteño es una de las principales referencias para los agentes que operan en Uruguay y en los últimos días tuvo mucho movimiento.
Los vaivenes políticos y la incertidumbre en torno a un posible juicio político a la presidenta Dilma Rousseff generaron un fuerte impacto en los mercados financieros brasileños. Durante la semana pasada la cotización del dólar disminuyó desde 3,9 reales a cerca de 3,75. Luego tuvo un fuerte repunte y ayer miércoles la cotización volvió a retroceder hasta 3,8 reales.
En el mercado minorista, la pizarra al público del BROU reflejó el salto que tuvo el valor del dólar desde el cierre de la semana pasada y se fijó el martes en $ 30 a la venta por primera vez desde 2004. Ayer miércoles los precios volvieron a disminuir, fueron de $ 28,95 la compra y $ 29,80 la venta.
El 24 de setiembre había sido la última jornada con participación del BCU en el mercado de cambios. Desde fines de julio esa institución ha realizado ventas en varias ocasiones para contener el aumento del precio del dólar. Ello generó algunas críticas desde el sector privado por la pérdida de reservas que esas operaciones implican y porque el freno a la suba del tipo de cambio redunda en un deterioro competitivo respecto a los países donde la divisa aumenta de precio más rápido.
En un desayuno de trabajo realizado ayer miércoles por la Asociación de Dirigentes de Marketing, los economistas Pablo Roselli, Ignacio Munyo y Javier de Haedo coincidieron en que el gobierno debería permitir un aumento más veloz del precio de la divisa.
El ministro de Economía, Danilo Astori, se mostró contrario a esa idea en una entrevista publicada el martes 13 por el diario “El País”.
“¿Alguien puede pensar que es compatible una aceleración en la devaluación del Uruguay con el mantenimiento de una situación fiscal sostenible y un mejor resultado fiscal? Creo que no. ¿Alguien puede pensar que se puede compensar una mayor devaluación con una rebaja en algunas tarifas? Creo que no. No podemos renunciar a ningún objetivo”, enfatizó.
Alejandro Werner, economista jefe para América Latina del Fondo Monetario Internacional, también habló de ese tema en una entrevista con “El País” de Madrid divulgada el domingo 11. “Las intervenciones cambiarias después de un proceso de acumulación de reservas intensivo son un instrumento que en momentos de volatilidad cambiaria pueden contribuir”, ya que “todo el mundo aplaza decisiones económicas si el tipo de cambio de la moneda se está moviendo mucho”, señaló.
“Pero hay que usarlo de manera juiciosa, porque si uno lo usa de forma muy agresiva, los mercados perciben debilidad, y ese instrumento acaba convirtiéndose en un amplificador de volatilidad”, agregó.
En la región el precio del dólar tiende a aumentar de forma generalizada, pero a diferente ritmo de acuerdo con cada país. Por ello los efectos que tiene ese incremento sobre cada economía no son iguales, y tampoco el riesgo al que las empresas están expuestas.
Desde el inicio de 2015, Brasil, Colombia y Paraguay son los únicos en América del Sur que percibieron una suba del precio de la divisa estadounidense mayor a la observada en Uruguay.
Un análisis de la calificadora Standard & Poors divulgado al inicio de octubre sitúa a las empresas de Uruguay como las más expuestas a los riesgos derivados del aumento del tipo de cambio. Esto surge del “descalce” entre las deudas en moneda extranjera y los ingresos en moneda nacional que tienen esas firmas, lo que se suma a instrumentos de cobertura “no disponibles” o “muy costosos”, se explica en el informe.
Ese estudio se basa en la información de las empresas calificadas por Standard & Poors. Observa que las firmas uruguayas tienen 100% de exposición al riesgo cambiario, aunque se destacan más los riesgos que recaen sobre las compañías peruanas y argentinas, de 40% y 25%, respectivamente.
“Nuestras observaciones muestran que el riesgo cambiario no es una preocupación importante para la mayoría de los sectores. En cambio, existe una minoría de emisores que enfrentan considerables riesgos”. Son las empresas “con cierta concentración en materiales de construcción, empaques, bienes raíces, alimentos y productos afines, y agronegocios”, señalan desde la calificadora.
El informe también sostiene que se espera que “la volatilidad cambiaria persista en 2016”, a la vez que Brasil y Argentina tendrán una tendencia a la depreciación de sus monedas mayor que los demás países, ya que “enfrentan el desafío del débil desempeño de sus economías”.