Comer un buen asado. Cualquier carnicero lo sabe: reunirse alrededor de una parrilla es la principal actividad a la que se dedican los uruguayos, incluido los más de 300.000 trabajadores sindicalizados, cada 1º de mayo. Ese mediodía, que habitualmente es frío y soleado y que este año cae un miércoles, crujientes o chorreando sangre, los costillares de carne vacuna a las brasas seguirán siendo el principal centro de adoración. De hecho ese es el día de más venta de asado en todo el año en Uruguay.
Los trabajadores, en cambio, tienen también otra cita histórica. Este año, para mitigar la apatía a concurrir a los maratónicos y rutinarios actos que organiza el PIT-CNT, se prevé que la actividad en Montevideo sea en la mañana, tomando el ejemplo de algunas localidades del interior y de los sindicatos europeos.
El martes 2, el secretariado ejecutivo de la central resolvió proponer a la Mesa Representativa, que sesionará a mediados de abril, realizar el acto central a las 10 de la mañana en la Plaza 1º de Mayo-Mártires de Chicago para intentar cambiar la tendencia de que cada vez la tradicional manifestación convoca menos gente.
Según la propuesta, el acto contará con dos oradores: el metalúrgico Marcelo Abdala y el dirigente de la bebida Richard Read, que ya había hablado el 1º de mayo de 1983.
Abdala, uno de los tres coordinadores, dijo a Búsqueda que la consigna central girará en torno a “profundizar los cambios y a concretar el programa”, en el mismo tono del último congreso de la central sindical.
Mientras algunos dirigentes de la corriente Articulación, más afín al gobierno, quieren reflotar la idea de contratar a algún grupo artístico taquillero para mejorar la magra convocatoria de los últimos años, Abdala confía más en el viejo sistema organizativo: propondrá contratar 100 vehículos en los barrios para que la gente pueda ir al acto y regresar a su casa al mediodía, para el almuerzo.
El centro de la proclama, según Abdala, estará en los planteos programáticos relacionadas con el cambio en la matriz productiva que busque cadenas integradas, mejor calidad de trabajo, leyes de nocturnidad y de responsabilidad penal de los empresarios, la distribución de la riqueza y la profundización de la democracia.
Para Edgardo Oyenard, este año además tendrá un lugar importante el reclamo de “verdad y justicia y nunca más” debido a los fallos adversos de la Suprema Corte de Justicia.
Oyenard sostuvo que la presencia de Read como orador “anuda las dos generaciones” del movimiento sindical, la que “luchó contra la dictadura y la de la democracia”.
El dirigente de los trabajadores del medicamento dijo que el 1º de mayo de 1983, más que el Pacto del Club Naval del año siguiente, representó el inicio de la reconquista de la democracia, en la cual jugó un papel importante la clase trabajadora.
“Las cámaras empresariales no pueden decir lo mismo, porque hicieron listas negras y echaron dirigentes sindicales”, opinó.
100.000 valientes.
El acto de este año tiene algunas particularidades: es seguramente el último de negociación colectiva masiva durante el gobierno de José Mujica y además se cumplen 40 años del golpe de Estado de 1973 y de la huelga general de 15 días que protagonizó la CNT, un acontecimiento muy importante y a su vez polémico dentro del movimiento sindical.
Durante el acto de este año, aunque también habrá menciones a la huelga y está trabajando una comisión de veteranos a cuyo frente está el ex vicepresidente de la CNT Vladimir Turiansky, se pondrá énfasis en los 30 años de la manifestación del 1º de mayo de 1983, considerada hito para la caída de la dictadura.
Esa tarde de domingo de hace tres décadas, presente aún el miedo a la represión del régimen, unas cien mil personas se reunieron en torno al Palacio Legislativo bajo un estrado que reclamaba de forma inequívoca: “libertad, trabajo, salario y amnistía”.
La organización del acto fue hecha en condiciones precarias. “Cuando llegó el momento de ir a hablar con los milicos, nadie quería ir. No, andá vos, yo no puedo. El otro tenía que ir a cuidar a los hijos, Aebu porque estaba quemada. Ahí nadie se puso en primera fila. Vayan ustedes que son nuevos, nos dijeron”, recordó Read en el libro “¿Requiem para el movimiento sindical?”, de los periodistas Roger Rodríguez, Jorge Chagas y Antonio Ladra.
“Veníamos de varios días de trabajo intenso elaborando la proclama, pero además contra reloj porque la autorización había sido tres días antes y había que improvisar sobre muchas cosas, como con el estrado. Hubo una empresa que financió su instalación, si no, estábamos fritos. Recuerdo los nervios por cuánta gente iría, nos preguntábamos si nos conocerían, todo eso en la preparatoria. Eso se termina con el acto, cuando después de las tres de la tarde llegó desde todos lados. Cuando la gente que estaba allí acompañó la proclama fue un apoyo a esta nueva generación que llegaba a la primera plana. El espaldarazo al movimiento sindical fue ese día. Ese es el gran recuerdo, por lo menos para mí”, recordó Read.
Otro de los protagonistas de ese día fue el actual senador socialista Eduardo Fernández, entonces principal dirigente bancario.
“Tuve una participación muy activa (...) en la organización del acto. Estuve en el armado del escenario, la amplificación, la seguridad, cómo atender a la prensa, era la primera vez que se hacía. La represión existía y estuvimos un día y medio sin dormir. No teníamos experiencia en esto. Toda la noche estuvo rodeado el Palacio Legislativo por gente de la organización. Cuando se fue a pedir el permiso para el acto no hubo ningún integrante de Aebu porque estábamos muy quemados, pero sin duda éramos el sindicato más organizado”, opinó Fernández.
Además de Read, los oradores fueron Carlos Pereyra (dirigente del Sindicato de Funsa), Andrés Toriani (dirigente de la Federación Uruguaya de la Salud, FUS), Juan Pedro Ciganda (dirigente de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay, AEBU) y el metalúrgico Carlos Secco, que fueron presentados por los periodistas Rubén Castillo y Graciela Possamay.
Gobierno “amigo”.
Mientras con los gobiernos blancos y colorados posdictadura las relaciones fueron tensas, el trato entre los dirigentes sindicales y el gobierno cambió con la llegada de Tabaré Vázquez a Suárez y Reyes. El diálogo fluido entre los presidentes Vázquez y Mujica con los principales dirigentes del PIT-CNT permitió solucionar algunos conflictos, aunque como el caso de los funcionarios del Estado, sobre todo con Mujica, mantuvo momentos muy tensos.
En 2008, tres años después que el Frente Amplio llegara al gobierno, terminó la tradición de los actos únicos porque desde Asamblea Popular y otros grupos “radicales” se organizan actos paralelos de la “tendencia combativa”. Hasta ahora, sin embargo, la mayoría de los asistentes a estos son militantes aislados de diversos gremios y a diferencia del acto organizado por el PIT-CNT no asisten dirigentes políticos de partidos con representación parlamentaria.
El año pasado, el presidente Mujica almorzó con algunos empresarios amigos cerca de su casa de Rincón del Cerro, y solo llegó al acto luego de una larga sobremesa para escuchar los segundos finales de la proclama.
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2013-04-04T00:00:00
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