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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn mi calidad de oficial superior del Ejército y como tal no puedo permanecer indiferente (en honor a la tan manida verdad) ante las falacias expresadas por el fiscal Perciballe en un programa de TV de reciente realización (las armas de Feldman, TV, Canal 4, programa Otra mirada).
El objetivo de esta es refutar con firmeza y dejar evidencia las incorrecciones, falacias (o mentiras) groseramente expresadas por el mencionado fiscal, como así también su fallido intento de eludir responsabilidades, en las que ha incurrido no cumpliendo con las obligaciones (una vez más) de su cargo.
1. El mencionado fiscal expresó o repitió “el relato” de que el MLN había sido vencido por las FF.AA. en el año 1972, por lo que no encontraba mérito para interrogar a alguno de sus miembros. Miente a sabiendas o ignora hechos básicos que en su función conoce bien. Es más, acaba de procesar a un camarada por un operativo (enfrentamiento armado) contra el MLN en el año 1974, donde hace énfasis, entre otras cosas, en el ametrallamiento de tres mujeres (guerrilleras) acusando a los militares intervinientes de exceso con el empleo de la fuerza, aun ignorando de un fallecido y otro herido de bala; tampoco nombra la constatación real de granadas de mano en poder de las insurgentes. Sin embargo, en el procedimiento contra Feldman, quien fue abatido por lo menos por 15 disparos, no empleó el mismo criterio y “celo profesional” o rigurosidad técnica.
Este “relato” (cuya autoría sería del PCU) pretende insinuar que a partir de 1972 ya no existía guerrilla, ni subversión, etc., pretendiendo el propio PCU ocultar sus actividades conspiratorias (de otra línea estratégica ideológica que la del MLN y de otras fuentes de financiamiento) y que las FF.AA. arrestaban a ciudadanos por sus “ideas”. Los detenidos del PCU también integraban una organización más sofisticada, mejor organizada y armada de concepción estratégica diferente, obedeciendo (y dependiendo) de las órdenes desde Moscú.
2. Siguiendo su lógica actual, el fiscal no empleó su teoría legal en este caso (analogía del delito) y, ya que estuvo en la extensa investigación al respecto, surgen entonces las siguientes interrogantes: ¿no son indicios las actividades delictivas de la “superbanda” activa en la época (léase, MLN) y su modus operandi en esa fecha?, ¿no son indicios las declaraciones públicas de Esteban Valenti (miembro del PCU) en cuanto al aparato armado del PCU?, ¿no ameritaban los hechos y evidencias hacer una indagatoria (o preguntar) a miembros del CC del PCU? ¿Y a miembros del PVP-OPR-33?, ¿o del mismo MLN?, ¿organizaciones que se conoce a la fecha que disponían de ilegales aparatos armados? ¿No llamó la atención la magnitud y calidad del depósito en cuanto a su poder de fuego?
El Fiscal en cuestión, ¿convocó a alguna autoridad militar para que lo asesorara sobre el significado, calidad y poder de fuego de las armas, explosivos y granadas allí encontradas? ¿Por qué se demoró la orden de allanamiento y por qué no se respetó la orden de detención del único testigo del hecho? ¿Por qué mataron de esa forma a Feldman o por qué le dieron tiempo que le permitió quemar papeles?
3. Finalmente el asunto se zanjó fallando que Feldman sufría el ¡mal de Diógenes! Eso es burla… En mi opinión, una burla al verdadero sentido democrático y de busca de la verdad, una burla a todo el sistema judicial del país, la verdad, argumento usado como muletilla por quienes, como el fiscal, precisamente dicen que tiene como objetivo su búsqueda.
¿De dónde Feldman obtendría los recursos económicos para tal arsenal?
¿Cómo hizo Feldman para obtener las armas y demás “enseres” bélicos y cómo hizo para ingresarlas al país?, ¿por dónde ingresaron?, ¿cómo las transportaban?, ¿quiénes lo ayudaban en la pesada carga?, ¿quiénes lo asistían en el mantenimiento, engrase, limpieza o acondicionamiento de estas?
Si se constató la munición de morteros, ¿dónde están?, ¿no le llamó la atención?
Feldman sería un soporte importante dentro del esquema del PCU, y el depósito pertenecería a esa fracción política, y eso es lo que ocultan.
El fiscal Perciballe, que a todas esas preguntas soslaya y elude, manifestando que el responsable de la causa era el juez Jorge Díaz, admite haber participado de la extensa investigación: ¿ninguna de estas preguntas se le ocurrieron, o se las sugirió al juez Díaz? ¿Ambos llegaron a la conclusión de la “enfermedad” de Feldman?
Aunque el fallo judicial tampoco da respuestas a las lógicas interrogantes mencionadas, la verdad tarde o temprano se conoce.
Fiscal Perciballe: como ciudadano oriental, no le “cedo la derecha” en nada, ni física, ni intelectual y mucho menos moral; está abusando ideológicamente de su cargo; además de que no es bueno para la transparencia del todo el sistema de Justicia que haya un único fiscal en la materia (DD.HH.), eso le hace daño a la verdadera y genuina democracia.
Me hago cargo de esta nota, y si quiere debatir públicamente sobre el tema (cosa que dudo), será mediante periodistas profesionales.
No hay piola ni guasca que no se rompa, hay que saber esperar.
Cnel. (r.) Eduardo A. Ferro
Promoción José Enrique Rodó, 1967
Prisionero político alojado en INR N° 8 Domingo Arena
PD. Como he sido procesado por el fiscal mencionado por supuestos delitos de lesa humanidad, como tantos camaradas (vivos y muertos), he decidido desenmascarar y otros miembros del P. Judicial, que actúan judicialmente atropellando impunemente las reglas del derecho mismo (prescripción de delitos, irretroactividad de estos).
Al no poder disponer de los medios electrónicos adecuados, esta líneas las hice manuscritas y entregadas a un camarada de armas para su tipeo, entrega y distribución. Por esa razón no luce firma; autorizo el uso de esta.